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Sexualidad
Consejos para vencer el temor a desnudarse
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Domingo, 12 de septiembre de 2010

Si no estamos a gusto con nuestro cuerpo, seguramente tendremos miedo al rechazo y trataremos de ocultarnos, con las previsibles consecuencias sobre nuestra vida sexual.

Son muchos quienes dan cuenta de su incomodidad para desnudarse frente a otra persona, incluso su pareja, pues afirman sentir una verdadera vergüenza acerca de su cuerpo.

Sucede que muchas personas están realmente acomplejadas por su cuerpo: si sus senos son demasiado pequeños, sus testículos están demasiado curvados, su pene es demasiado pequeño, o simplemente si tienen demasiado celulitis, entre muchas otras cuestiones.

Estos pensamientos son bastante más normales de lo que muchos pueden creer, y de hecho se cuentan por cientos de miles las personas que los suelen tener. Pero lamentablemente, estas consideraciones provocan a menudo no sólo una incómoda sensación, sino también la falta de una verdadera experiencia sexual donde se pueda intimar y gozar junto a otra persona.

Así, en lugar de, sencillamente, ser capaz de gozar físicamente con una pareja, una persona puede gastar su tiempo y energía preocupándose por si su pareja le advertirá su ´problema´ en las áreas que lo acomplejan, o si esta persona lo/a encontrará o no sexualmente atractivo.

Desnudarse del problema

Para disminuir esta preocupación, podría comenzar a desnudarse en la total oscuridad. De esta manera, ambos serán capaces de experimentarse el uno al otro, sin la presión agregada de la visión ocular.

Así, dentro de la seguridad que puede brindar la oscuridad, se podrá comenzar a explorar el cuerpo de la pareja. Sienta todas las curvas. No deje ningún milímetro sin tocar. Utilice las manos para estudiar los cambios en la textura a través de todo el cuerpo de su pareja.

Después de que haya practicado explorando todo el cuerpo de su amante en la oscuridad, y se sienta casi como un experto de su anatomía, ya estará listo para ingresar en la etapa dos. Esta fase implica el hecho de desnudarse frente a una luz.

Antes que nada es necesario señalar que, irónicamente, si bien todos saben que la intimidad implica muchos aspectos, uno de los cuales incluye sentirse cómodo frente a su pareja, muchas personas mantienen su relación sexual con su ser íntimo sintiendo a menudo que esta persona les ´evalua´ los genitales.

De la misma forma, otros señalan que se incluso se sienten más sensuales cuando su pareja no los ve como seres sexuales. Por lo tanto, cuando todas estas personas están en la completa oscuridad, se sienten más protegidas, pues la oscuridad les da la ilusión de que nadie los puede ver, y esta ilusión actúa para reducir su ansiedad con respecto a la imagen de sus cuerpos.

Pero parte del placer sexual, proviene de una aceptación de sí mismo. Incluso, se podría afirmar que permitirse sentirse vulnerable frente a la pareja íntima, eleva la experiencia del contacto. Como se dijo antes, muchas personas que tienen aversión a la luz abrigan en el fondo un temor al hecho de que si la otra persona los podría ver tal cual son, quizás ellos no serían tan atractivos.

Y sin embargo, en su mayor parte, este temor es irracional. Su pareja, a diferencia suya, aprecia su cuerpo en su totalidad, o en el caso contrario, esta no querría mantener una relación sexual con usted. Y nuevamente, parte del buen sexo requiere de una verdadera aceptación de su propio cuerpo, por lo que estar a oscuras sólo será una solución transitoria.

Con todo, si no puede lograr sentirse cómodo estando desnudo frente a otras personas, incluso su pareja, trate de realizar el ejercicio que le proponemos a continuación (tenga en cuenta que aquellas personas que ya se sienten muy cómodos estando desnudos en la luz, también podrán aprender algo de este ejercicio, por lo que nadie debería de probarlo).

Para llevarlo a cabo, sólo necesitará contar con una linterna y un ambiente oscuro. Así, utilizando esta pequeña linterna, preferentemente del tamaño de un bolígrafo, rápidamente la girará señalando alguna parte del cuerpo de su pareja.

Con la luz en foco, examine esa parte del cuerpo. Apague la luz, y tómese un momento como para sentir tactilmente esa parte del cuerpo en la oscuridad. ¿Cuáles son las diferencias que advierte cuando pierde el sentido de la vista? ¿Qué advierte cuando es capaz de ´ver´? Allí podrá ver que la excitación va mucho más allá del estado físico, lo cual podrá aplicar a su persona.

Repita este ejercicio hasta que haya examinado todas las partes del cuerpo de su pareja, milímetro por milímetro. El beneficio que brinda este ejercicio, es que a través de él, se puede disfrutar, en tranquilidad, de la intimidad que brinda la oscuridad, pero sumando los beneficios de las luces.

Después de pasar varias horas explorándose el uno al otro los cuerpos de su amante mediante este método, podrá variar los juegos, utilizando, por ejemplo, la misma linterna para jugar a doctor. En esta ocasión, la linterna se utilizará para examinar ´clinicamente´ las partes del cuerpo de su pareja. Esto es importante porque el doctor necesita algunas maneras de cerciorarse que nada está mal… Finalmente, los instrumentos de examen del doctor podrán incluir las manos, la boca y los juguetes sexuales.


Domingo, 12 de septiembre de 2010

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