Muchas veces te hemos hablado aquí de las fantasías sexuales. Cada uno tiene sus propios fantasmas y manías, pero estamos seguros de que una de las perversiones más extendidas es la posibilidad de retirar la ropa interior con la boca. ¿Sugerente, no? Pues bien, también puedes comértela. Sí, como lo oyes.
La lencería comestible es uno de los productos más populares de cualquier sex-shop que se precie y, además, puedes encontrar incentivos tanto para hombres como para mujeres. Sexo y comida nunca han estado tan íntimamente relacionados.
Sujetadores, tangas, canzoncillos, cubrepezones… las posibilidades son amplias. Sin olvidar, claro está, los condones o los anillos de sabores (aviso para navegantes: éstos no se ingieren). Además de ser una opción altamente recomendable por el plus lúdico que confiere a las relaciones sexuales, el experimentar diferentes sabores mientras se practica el sexo, puede ser de lo más sugerente. El aroma y el sabor dulzón que desprenden este tipo de artilugios puede incidir y motivar los sentidos de los amantes de manera muy positiva. Evidentemente, un exceso de azúcar sería contraproducente para la libido, pero en dosis moderadas puede gustar y mucho.
Los anillos de sabores se pueden colocar en la base del pene o debajo del glande. Son ideales para las parejas que se divierten con el sexo oral y los puedes encontrar en diferentes sabores. Lo mismo ocurre con los condones: chocolate, vainilla, fresa, melocotón, menta, canela, fruta de la pasión… toda una gama de deliciosos sabores para practicar felaciones de un modo seguro y original. En cuanto a la lencería, los sujetadores y tangas están formados por cuentas de caramelos blandos, totalmente comestibles y, en ocasiones, bajos en calorías para aquellos que guarden la línea. En el estuche del producto podrás leer la cantidad de calorías, azúcares o carbohidratos que contienen estos juguetes.
Sujetador sí, pero de un solo uso
Recuerda que, además de la lencería, en las tiendas eróticas puedes encontrar aceites de masaje, sirope de chocolate o polvo de miel. Todos ellos aderezos cien por cien comestibles. Si estás pensando en un regalo original para tu pareja, o simplemente deseas experimentar nuevas sensaciones, la lencería comestible es un buen modo de potenciar el juego y la imaginación en la cama. Cada vez son más aquellos que recurren a estos pequeños artilugios como medio para endulzar sus relaciones.
Martes, 28 de septiembre de 2010