El país volvió a experimentar un crecimiento económico y financiero a “tasas chinas” -al 9,1% anual- y según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) Argentina registra, junto a Chile, los mejores niveles de equidad social de Latinoamérica y siete años continuos de reducción de los índices de pobreza, indigencia y desempleo (informe de la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en la última cumbre de Jefes de Estado del MERCOSUR que se realizó la ciudad de San Juan el entre el 2 y el 4 de agosto pasado). Sin embargo, Corrientes parece ir a contramano de esta tendencia nacional. En este mismo periodo en que el país mejoró sus índices, esta provincia cayó a los últimos puestos de la tabla y hoy muestra los peores índices sociales del país.

Ocupa los niveles de pobreza e indigencia más altos en Argentina, una de la tasas de desocupación y empleo “en negro” más elevadas y está en el fondo de la tabla con los sueldos públicos y privados más bajos y desiguales.

En los últimos ocho años, Corrientes pasó del tercer al primer lugar como el territorio más pobre del país. También está entre el primer y tercer lugar de otros indicadores -derivados del ingreso per cápita- como el nivel de indigencia, desempleo, empleo informal o “en negro” y con los salarios más deprimidos y desiguales de Argentina.

El inicio del descenso
Aunque se tomaran solamente los índices oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) -bastante cuestionados- ni así Corrientes puede mejorar sus malos indicadores.


El pasado 27 de septiembre se conoció la noticia de que Corrientes paga uno de los sueldos -públicos y privados-más bajos del país. De acuerdo con los resultados que arrojó la Encuesta Permanente de Hogares, en la provincia los empleados que dependen del sector privado promedian un salario de $2.557; mientras que el salario promedio del empleado público está en $2.000.

Santiago del Estero tiene el peor salario promedio de Argentina con $2.389, seguido por Tucumán, con $2.477, y Formosa donde el promedio salarial es de $2.535. En lo más alto de la tabla aparece Santa Cruz, donde el promedio salarial ronda los $7.177.
Ni hablar de la desigualdad que existe además entre los sueldos. En Corrientes el salario básico trabajador en relación de dependencia en el sector privado es hasta “cinco veces mayor” al de los empleados públicos.

El Ejecutivo provincial paga un básico promedio de $700 -el más bajo es de $440 y el más alto es de $950-. Mientras que el básico de un trabajador mercantil supera los $2.500; el de un gastronómico promedia los $3.000; un obrero de la construcción anda en los $2.300; y el los transportistas ronda los $3.700.

Los gremios estatales -que representan a los 70 empleados públicos, casi el 60% de la fuerza trabajadora activa de Corrientes- están exigiendo al Gobierno provincial una mejor redistribución de los recursos públicos. Los sindicatos quieren que el Ejecutivo coparticipe a través de los salarios los mayores recursos nacionales que están llegando con un incremento del 33,98%, la suba del 35% de la recaudación propia; y que los haga parte de la primavera económica que comenzó a vivir Corrientes con el desendeudamiento.

Varios escalones más abajo
Siguiendo con los índices relacionados con los ingresos y la redistribución de la riqueza a través del salario -como la herramienta más efectiva y dinámica para repartir de manera más equitativa los recursos- Corrientes tiene otros índices peores de malos, que la convierten en vergüenza nacional.

Es el caso de los elevados porcentajes de “empleo informal” -o “en negro”- y de desempleo -o desocupación- que vuelven a poner a la provincia el fondo de la tabla. El 25 junio pasado se conoció la información de que Corrientes tiene el índice de “empleo en negro” más alto de Argentina. Los datos relevados por el INDEC señalan que el 44% de población laboral de Capital “padece algún grado de informalidad”. Se trata de trabajadores en relación de dependencia “no registrados” ante la ANSES, empleado “en negro” o “sin contratos”.

Esta situación se da principalmente el sector privado (55%), pero los Estados (provincial y municipal) también son grandes empleados “en negro” y precarizadores laborales, donde el 35% de los agentes estatales padece algún grado de informalidad laboral.
Le siguen La Banda (Santiago del Estero) con el 43,9% de sus trabajadores “en negro”; El Gran San Juan con el 43,5%; Palpalá (Jujuy) posee el 42,7% y el Gran Tucumán y Salta (Capital) en el quinto puesto con 41,9%.

Corrientes es el aglomerado con mayor cantidad de trabajadores en negro del NEA, superando por 11,4% la media nacional, que es del 34,6%. Este primer puesto se mantiene desde el primer trimestre de 2009, cuando marcaba el 47,4% de empleo informal. Otra estadística para las lágrimas es el nivel de desempleo. Si bien la desocupación sigue bajando en el país, cayó hasta el 7,9% en el segundo trimestre de 2010 -casi un punto porcentual menos que en el segundo trimestre de 2009, cuando el desempleo estaba en el 8,8%-; Corrientes mantiene la tasa de desocupación más alta de la región.

El último estudio sobre este indicador social revelado por el INDEC, a fines de julio, señala que el 4,9% de los habitantes de la Capital provincial está sin trabajo. De esta manera se encabeza el ranking de desocupación del NEA. En segundo lugar está el Resistencia (Chaco), con el 3,5% y la Capital de Formosa en tercer lugar con el 2,5%. Posadas (Misiones), con el 1,7% de desocupados, es hoy una de las ciudades con mayor nivel de ocupación de Argentina.

Llegamos al sótano
Aunque los índices de pobreza e indigencia siguen retrocediendo en Argentina -una tendencia que se mantiene desde 2003- en la región NEA los indicadores todavía son preocupantes.

La semana pasada se conoció también que Corrientes ratificó su primer lugar como la más pobre del país. Está en el último lugar de la tabla, con el 23,5% de su población bajo la línea de pobreza y el 6% bajo el nivel de la indigencia.

Ya en abril de este año el INDEC informó que Corrientes pasó a ser la ciudad más pobre de Argentina, con una tasa del 25,8%. Ahora ratificó su lastimosa posición, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos el lunes 27 de septiembre.

La comparación entre las cifras determina que Corrientes solamente redujo 0,3% de su pobreza en los últimos cinco meses de 2010. Sigue como el aglomerado más pobre de Argentina con el 23,5% de su población que no cubre sus necesidades más básicas.

La capital de Corrientes, por ejemplo, dobla la media nacional que está en el 12% para la pobreza y el 3,1% para la indigencia. En los últimos ocho años la Provincia pasó del tercer al primer lugar, como el territorio “más pobre del país”. Actualmente le siguen Posadas (Misiones) con 23,9% de pobreza, seguida por Formosa con 23,1% y Resistencia con 21,4%.

Lunes, 4 de octubre de 2010