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Política - Opinión
Para Ricardo el Ayuí a toda costa
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Lunes, 11 de octubre de 2010

Por Carlos A. Pérego
La actitud gubernamental posibilitando el inicio de las obras de la mega represa del Ayuí Grande mientras se espera la decisión de la Corte Suprema, tomó por sorpresa a la ciudadanía correntina y puso una vez de manifiesto que el gobierno de Ricardo Colombi gobierna justamente para las corporaciones.
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La aparición del Senador David Dos Santos tratando de avalar las actitudes del gobierno no pasan de ser una pobre muestra de cómo se pretende justificar lo injustificable, tratando de salvar el bache cívico en que incurre la medida del gobernador ya que no existe ni una sola manifestación a favor de la represa que no sea proveniente de alguno de los involucrados en el negocio o del gobierno y ello marca claramente el divorcio de la medida con las expectativas del común de la población que ve avasallado su derecho de preservar el patrimonio que es de todos los correntinos.

Al hablar el Senador David Dos Santos sobre el abordaje responsable del tema, no cae en la cuenta que la irresponsabilidad sobre el tratamiento del mismo provino desde el propio gobierno, con actitudes cómplices con los empresarios para posibilitar la aprobación de la Ley de Ordenamiento de Bosques, en la cual la coloración fue arbitrariamente modificada para poder lograr que los bosques del Ayuí puedan desaparecer y construir la represa, en una demostración cabal de que el proyecto fue una especie de política de estado de los primos Colombi, en donde tampoco estuvo ajena la construcción de la estación de rebaje Iberá en los campos de Itá Cabó, instalaciones que tuvieron como principal objetivo la de proveer la energía necesaria al emprendimiento empresarial.

Cuando el Senador dice “que las expresiones vertidas en pro y en contra, o tienen mucho de apasionamiento, o están impulsadas por intereses subyacentes, que buscan beneficios sectoriales y hasta particulares”, debemos acordar que por cierto el apasionamiento existe, sobre todo cuando se trata de defender el derecho que tenemos todos los correntinos a defender lo nuestro, pero claramente cuando se refiere a intereses subyacentes, beneficios sectoriales y/o particulares debe estar refiriéndose a las actitudes de su gobierno y de los empresarios a los cuales se trata de beneficiar. Y muy lejos por cierto está el hecho de querer involucrar la disputa que se mantiene desde la nación con los grupos concentrados de poder mediático con este atropello que pretende efectivizar el gobierno provincial, la lucha es nuestra, de todos los correntinos que todavía pensamos en el bien mayor ante que en beneficios sectoriales y sobre todo para que sean expoliatorios de los bienes de nuestra tierra. El hecho de querer mezclar una cosa con la otra marca solamente, que no hay justificativos válidos y coherentes para defender al proyecto.

Cuando habla de “algún aprendiz de político, pronunciando augurios negativos y vacios de fundamentos”, debe referirse a los actores y funcionarios de su partido que a 11 meses de haber asumido el gobierno lo único que hicieron fue denunciar los males más atroces para la provincia si no se realiza la represa y o si no se lograba el desendeudamiento, o hablando de gobiernos paralelos, palos en la rueda, teléfonos cortados o cuanta estupidez se les ocurriera para tapar la incompetencia que demuestran al gobernar, ya que hay un dato que por lo visto el senador se olvida y es que dicha política implementada por los dos Colombi ubicaron a nuestra provincia como la más pobre del país.

Con respecto a los “ande, ve y dile” nuevamente debe referirse a los adláteres gubernamentales, ya que son ellos mismos los que salen a repetir el libreto de Ricardo Colombi y tratar de defender posiciones indefendibles con argumentos muchas veces falaces y oportunistas, ya que el mismo gobernador no las efectúa sino cuando tiene una platea adicta y de fácil aplauso, como son las reuniones con productores rurales y empresariales, la Rural de Mercedes o Curuzú Cuatiá por ejemplo.

El senador Dos Santos evidentemente habla y no sabe cabalmente a lo que se refiere porqué negar que con la construcción de la represa el agua no aniquila todo lo que va a cubrir, que la biodiversidad existente en esas 8 mil hectáreas que se inundarán no desaparece es no saber de qué se habla; además debe tener en cuenta que a partir de permitir que se realice este emprendimiento muchos otros se realizarán, ya hay por cierto por lo menos 4 pedidos de represamiento, y la provincia caerá sí “en una atrofia geográfica progresiva convirtiéndose en un páramo” para beneficio de pocos empresarios y políticos y en detrimento de todo un pueblo.

Cuando se refiere al análisis medioambiental “consciente y severo” realizado por “el órgano oficial”, puede llegar a pensarse en algún acto de comicidad, porque referirse al análisis efectuado y elaborado por las empresas como algo serio y por cierto avalado por el ICAA, es realmente cómico, cuando se obviaron las opiniones del INTA o la UNNE porque eran contrarias a los intereses empresariales; el tiempo de poner en la mesa todos los elementos para analizarlos y así saber los beneficios y perjuicios de la obra, ya pasaron de hora dado que la decisión del gobierno está tomada y todas las declaraciones, como la del senador, son para dilatar y ocupar tiempo nomás.

El legislador dice bien “el agua es la vida” y las disquisiciones sobre el origen de la vida no tienen nada que ver con el hecho de inundar 8 mil hectáreas, como si a partir de ello se renovara la vida, es demasiado simplista el argumento y por ende oportunista.

Lo curioso de las argumentaciones del Senador Dos Santos es que reconoce que “es cierto que Ayuí va a modificar las expresiones vitales de la zona, nuestra preocupación debiera ser cómo controlamos estas modificaciones y como las conducimos en pro de un ambiente sustentable”, y son justamente el control de dichas modificaciones las que el gobierno no tiene en cuenta.

Mucha tinta va acorrer por este tema, pero algo es cierto quienes pensábamos que este gobierno no tenía políticas de estado estábamos equivocados, la gestión Colombi como política de estado mantiene el beneficio empresarial a cualquier costo, lo vemos con el Ayuí, beneficiando a Copra S.A. y Adecoagro S.A., y en estos días también tratando de beneficiar a Casinos del Litoral, del grupo Goitia, con la privatización del Hotel de Turismo y la concesión del juego hasta el 2031, pavadas de negocios por cierto y Corrientes la más pobre del país.

“Para mitigar la pobreza y el atraso que nos envuelven”, expresaba el Senador, para ello se necesitan políticas serias, responsables, independencia de criterio, y por sobre todas las cosas SENTIDO COMUN, que es justamente lo que le falta a este gobierno que gestiona para las corporaciones a espaldas de la gente.

El Ayuí es y será un emblema para todos los correntinos y salga o no el emprendimiento será una muestra viva de lo que pueden hacer los hombres y gobiernos que se encuentran divorciados de la gente.
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Lunes, 11 de octubre de 2010

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