Por Carlos Pérego
Una de las cosas peores que le puede pasar a alguien que se expresa escribiendo es no saber que escribir y tener los ojos nublados por las lágrimas contenidas. La noticia que nos tomó a todos los argentinos por sorpresa, fue un despertarnos con un golpe, no se podía creer, parecía otro chiste de mal gusto de Clarín, pero no, estaba en todos lados, en todos los canales, las radios, las páginas, era verdad, había muerto Néstor, había que retrasmitir la noticia, pero la congoja, el dolor, la sorpresa nublaba mi vista, el teclado quedaba difuso, las ideas se confundían, las preguntas se agolpaban y las respuestas no llegaban. ...
...Néstor murió!!! No podía ser cierto, las noticias eran muy escuetas, Telam se colapsó, era verdad, de nada valía recorrer páginas en busca de alguna que nos diera una esperanza, había que escribir algo, tratar de informar, pero se hacía cada vez más difícil, las imágenes de Néstor Kirchner pasaban por la mente a una velocidad inusitada, se mezclaban el dolor, la política, el amor, la rabia, Cristina, la impotencia, todo y me quedaba solamente escribir lo que sentía.
A todos nos debe haber pasado lo mismo, porque casi todas las noticias son iguales, cambian tan solo algunas palabras, todos copian todo, porque cómo se puede expresar algo que a millones de argentinos nos duele profundamente, similar a la pérdida del ser más querido, y la conclusión a la que uno puede llegar es dejar hacer, dejar fluir las ideas, aunque confusas, pero dejarlas fluir.
A Néstor Kirchner se lo quería o se lo odiaba, no había términos medios, era una persona poco apegada a las formas, iba siempre al frente, por la defensa de los derechos humanos, por la inclusión social, por la redistribución de la riqueza, por, en definitiva, hacer peronismo, y al igual que Perón, tenía a su lado a la mejor compañera, Cristina, que lo acompañó, que lo apuntaló, que sigue sus pasos y que seguramente seguirá profundizándolos.
La impronta dejada por “el tuerto”, “el pingüino”, como se lo llamaba, queda plasmada en todos los logros sociales efectuados en su gobierno y en el de su esposa, enumerar los mismos sería largo y repetitivo, pero basta solamente algo para definir su paso por esta vida terrenal, “la Argentina se encuentra de pie, no mas arrodillada”, puso a los argentinos, a los peronistas parados ante el poder de las corporaciones, del dinero, del atropello, “nos insertamos en el mundo” no como pretendían algunos, sino con una presencia y un reconocimiento como nunca tuvo nuestro país desde el derrocamiento de Perón, en su poco tiempo al frente de la UNASUR logró colocar a la unidad latinoamericana por sobre los intentos desestabilizadores de las corporaciones y como nunca en el contexto mundial se entendió a América del Sur como un todo y no como partes de un rompecabezas, demostró en esa nueva faceta la profesionalidad de estadista, siendo considerado como un ícono dentro de nuestra región y el mundo.
El mejor homenaje que podemos hacer para mantener viva su memoria es seguir en la lucha, acompañando el modelo económico de inclusión social que la Presidenta Cristina seguirá llevando adelante con el acompañamiento de todo un pueblo.
La vista se me vuelve a nublar, las imágenes se vuelven a agolpar, murió Néstor Kirchner, pero nació un ícono de lucha que marca el norte que debemos seguir, y hacia ahí seguiremos siempre de pie, nunca de rodillas. Ya se nubló todo el teclado, no se puede escribir más.
Miércoles, 27 de octubre de 2010