En Avellaneda, el Rojo le ganó a Goiás y sumó su 16º título internacional en los penales (5-3). Antes, había triunfado 3-1 con los goles de Julián Velázquez y Facundo Parra, por dos. En un choque electrizante, el Diablo recuperó su mejor historia después de 15 años.
Independiente levantó su 16º título internacional.
Volvió el Rey de Copas. Jugó el partido más importante de sus últimos 15 años y, con el corazón, se reencontró con su pasado más dulce. Independiente cambió la historia de la final de la Copa Sudamericana a puro empeño. En Avellaneda, gritó campeón en los penales después de 120 minutos infartantes. Allì, le ganó 3-1 a Goiás, aguantó el tiempo suplementario y se llenó de gloria desde los doce pasos.
Obligado a encontrar una rápida ventaja, el Diablo comenzó con todo. Con un movedizo Patito Rodríguez y el empuje de Mareque, puso contra las cuerdas al elenco brasileño que resistió el embate hasta el cuarto de hora. Pero, de a poco, los conducidos por Antonio Mohamed dejaron en claro que ya no tendrían que añorar la Supercopa de 1995.
A los ´12, el Rojo dilapidó una chance de pelota parada. En una jugada de pizarrón, Patito le pifió a la bola, le quedó servida a Tuzzio, pero el central también le erró y respiró Goiás. Tres minutos más tarde, Fredes apareció en el área, buscó el arco, pero su tiro se desvió en un defensor brasileño. Y las emociones no tardarían en llegar.
La remontada. Después de un largo rebote del arquero Harlei, Julián Velázquez empujó la pelota debajo del arco y le puso argumentos a la ilusión de Independiente. Pero tres minutos más tarde Rafael Moura empató con un cabezazo y dejó todo como al comienzo. Pero los del Turco fueron por más y, con algo de suerte -esa que necesitan los campeones-, Parra festejó otra conquista en la Sudamericana.
Lejos de estancarse, el Diablo apostó a ganador y se chocó con su justo premio a los ´34. El ex Chacarita peleó, cayó en el área y, desde el piso, alcanzó a meter la pierna para establecer el 3-1 en una noche plagada de emociones. Y el elenco de Avellaneda estuvo a tiro de cerrar un primer tiempo de ensueño cuando Cabrera cruzó un remate que se fue besando el palo derecho.
En el complemento, la tónica no cambió. De arranque, Parra desenfundó un latigazo, pero Harlei desactivó la bomba y envió la pelota al corner. Y la actitud ofensiva del Rojo no cesó, siguió en la búsqueda de otra diferencia y también sufrió los ataques de Goiás. Pero allí se hizo fuerte Hilario Navarro para poner la faja de clausura a su arco y mantener en pie la ilusión.
Con el correr de los minutos, Independiente sintió el desgaste y bajó un cambio en el último cuarto de hora de una final infartante. En ese lapso, Moura incomodó a la defensa del Diablo a puro empeño mientras que Mohamed buscó respuestas en el banco: mandó a Gracián y Martín Gómez a la cancha para renovar las esperanzas.
Sin embargo, el partido estuvo para cualquiera. El Rojo fue con más fuerza que juego y el elenco brasileño apeló a su entereza física. Y, con el tiempo cumplido, Moura tuvo la Copa en sus pies. Después de un largo lateral, quedó solo frente al uno, pero definió afuera y ya nada cambió en tiempo reglamentario.
Dramático. Con el triunfo por dos tantos, fueron al alargue. En el tiempo extra, Felipe paralizó los corazones locales con un remate que se fue apenas desviado. Y la tensión continuó. El duelo no dio tregua y el Rojo ya evidenciaba notorias muestras de cansancio.
En el segundo tiempo complementario, los de Mohamed aguantaron con lo que pudieron. Otra vez Moura generó peligro con un centro inatajable para Hilario Navarro. Pero el palo salvó al extenuado equipo local. Y el suspenso se instaló hasta el final. Independiente jugó con el corazón, pero ya sin piernas y aguantó la embestida para creer en la definición desde los doce pasos.
Y allí infló el pecho. Ante una multitud, afinó la puntería, gritó bien fuerte cada uno de los penales y esperó su momento. Y entonces Felipe rompió el palo y le dio al Roja la chance que tanto soñó. Eduardo Tuzzio tomó la pelota y clavó un derechazo al ángulo. Allí, comenzó la fiesta. Allí, Independiente conquistó su 16ª título internacional. Se desahogó. Y gritó campeón.
Formaciones:
Independiente: Hilario Navarro; Eduardo Tuzzio, Carlos Matheu, Julián Velázquez, Lucas Mareque; Nicolás Cabrera, Hernán Fredes, Roberto Battión; Nicolás Martínez, Patricio Rodríguez; Facundo Parra. Director técnico: Antonio Mohamed.
Goiás: Harlei; Douglas, Rafael Toloi, Ernando, Marcao; Wellington Saci, Carlos Alberto, Amaral, Marcelo Costa; Otacilio Neto y Rafael Moura. Director técnico: Artur Neto. Arbitro: Oscar Ruiz (Colombia).
Cancha: Libertadores de América. Árbitro: Oscar Ruiz (Colombia).
Jueves, 9 de diciembre de 2010