Unos 2.000 cadáveres fueron encontrados hoy sobre la costa de la provincia de Miyagi en el noreste del territorio tres días después del sismo de 8,9 grados en la escala de Richter que sacudió al país. Los últimos cálculos de las autoridades sostienen que las víctimas llegarían a 10 mil.
Cerca de mil cuerpos aparecieron en la península de Ojika y otros mil, en la ciudad de Minamisanriku en esa provincia, según informó la agencia de noticias Kyodo.
En esta última comunidad costera, las autoridades todavía no han podido localizar desde el viernes a unas 9.500 personas, la mitad de su población. Miyagi, que tiene una población de 2,3 millones de habitantes, es la provincia más afectada por el terremoto.
Sin embargo, algunos medios creen que es posible que muchos de estos desaparecidos huyeran a tiempo a la vecina localidad de Tome, también en Miyagi.
La policía japonesa confirmó hoy la muerte de 5 mil personas y los últimos cálculos que ha hecho estiman la cifra final de víctimas en al menos 10 mil.
Unos 100 mil militares al mando del operativo de salvamento siguen peinando la zona en busca de víctimas atrapadas bajo los escombros o arrastradas mar adentro por el tsunami. Las cuadrillas trabajan con motosierras y picos tratando de desenterrar los cuerpos y hallar sobrevivientes.
Millones de personas pasaron una tercera noche sin agua, alimentos ni calefacción bajo temperaturas heladas.
La doble tragedia del viernes –terremoto y tsunami- causan penurias inimaginables para la población del país más rico de Asia, que no ha visto este tipo de sufrimiento desde la Segunda Guerra Mundial. En muchos lugares no hay agua potable, ni electricidad y conseguir combustible es toda una odisea.
"La población está sobreviviendo con escasa comida y agua. Las cosas simplemente no están llegando", explicó Hajime Sato, un funcionario de la provincia de Iwate, otra de las zonas muy afectadas por el desastre.
"Hemos pedido reiteradamente al gobierno ayuda, pero el gobierno está abrumado con la magnitud de los daños y la enorme demanda de alimentos y de agua"", agregó.
"Esta es la peor crisis que afecta a Japón desde que terminó la guerra hace 65 años"", reconoció ayer el primer ministro Naoto Kan.
A tres días del sismo, en muchas ciudades como Sendai continúan apareciendo cuerpos sobre las playas y la labor de los equipos de rescate se ve dificultada por las constantes réplicas y la magnitud de la devastación causada por el terremoto, el mayor de la historia de Japón.
La Agencia Meteorológica advirtió anoche que hay un 70 por ciento de probabilidades de que hasta este miércoles ocurran réplicas de hasta 7 grados. Esta mañana se produjo una de 6,3 en la escala de Richter.
Más de 400.000 habitantes han sido evacuados por el desastre y varias embajadas han pedido a sus ciudadanos que no viajen a Japón.
Lunes, 14 de marzo de 2011