Ciudad del Vaticano, 13 de junio. El Papa Benedicto XVI y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pasearon este jueves por los Jardines del Vaticano, luego de sostener un encuentro privado de 31 minutos en la Torre de San Juan de la Sede Apostólica.
El obispo de Roma ofreció al mandatario atenciones sin precedentes al romper el protocolo tradicional para recambiar la
fastuosa ceremonia de bienvenida que recibió el 16 de abril pasado en la Casa Blanca, al inicio de su viaje apostólico a la Unión Americana.
Poco antes de las 11:00 horas local (9:00 GMT), en medio de un fuerte operativo de seguridad que incluyó agentes antiterroristas, Bush llegó acompañado por su esposa Laura y la embajadora de su país ante la Santa Sede, Mary Ann Glendon, hasta la entrada de la torre redonda.
Allí fue recibido por Ratzinger, al bajar del vehículo el presidente lo saludó amistosamente y dijo varias veces "es un honor"; después el Pontífice saludó a las mujeres que lo acompañaban y todos se sacaron fotografías en la entrada del edificio.
Poco después se dirigieron al ascensor hasta el primer piso, en un estudio donde ambos sostuvieron la conversación privada frente a un gran escritorio. Al finalizar se pasó a los saludos de cortesía, intercambio de regalos y otras imágenes de recuerdo.
El presidente donó a su anfitrión una fotografía autografiada con su firma tallada en el marco, en la misma aparece él, su mujer y el mismo Papa; además regaló un álbum con fotografías del viaje apostólico a Estados Unidos de abril.
Benedicto XVI, por su parte, le donó una fotografía autografiada en la que aparece con Bush en la Casa Blanca, cuatro libros sobre la Basílica de San Pedro, mientras a los miembros de la delegación entregó medallas y rosarios del pontificado.
Al finalizar ambos pasearon a través de varias calles internas de los Jardines Vaticanos hasta llegar a la Gruta de Lourdes, una réplica exacta a la que existe en Francia y que se encuentra a poco más de 300 metros de la Torre de San Juan.
Al llegar a la explanada de la Gruta un detalle curioso se dio cuando el Papa y Bush, junto a su esposa, se sentaron en grandes sillas de jardín de madera estilo italiano, lo cual rompió completamente con el protocolo y dio un estilo "familiar" al momento.
Allí el coro de la Capilla Musical Pontificia "Sixtina", dirigida por el maestro Giuseppe Liberto, ejecutó las melodías
"Exultate Deo" y "Alma Redemptoris Mater" y, en ese mismo lugar, se despidieron para concluir el encuentro.
Se trata de la séptima vez que George W. Bush se reúne con un Papa, lo hizo en tres ocasiones con Juan Pablo II (2001, 2002 y 2004) mientras el resto de las ocasiones con Benedicto XVI (9 de junio de 2007, 15 y 16 de abril de 2008 y 13 de junio de 2008).
Viernes, 13 de junio de 2008