San Roque:
La tranquilidad propia de cualquier acto religioso de pueblo se rompió por algunos instantes en San Roque, en la misa del pasado jueves, en la festividad en homenaje a San Roque de Montpellier. En su alocución, el presbítero Juan Manuel Blanco, no dudó en reclamarle al gobernador Ricardo Colombi (presente con su comitiva) por una antigua y esperada obra: la construcción de la casa parroquial.
Es que el mercedeño, tiempo atrás, había respondido positivamente al pedido del religioso, y hasta le prometió celeridad en las obras. “No se preocupe, yo me ocupo”, le habría dicho -palabras más, palabras menos- el Primer Mandatario, y entonces el cura quedó tranquilo.
Pero eso fue hasta el pasado jueves, cuando rompiendo la formalidad que muchos buscan cumplir a rajatabla, no tuvo empacho en recordarle a Colombi por la promesa incumplida.
El Gobernador, perplejo por la queja pública, miró para arriba como deseando que al cura rebelde le hayan destinado otra misa. Claro que su enojo quedó en evidencia, y su seriedad casi inalterable se transformó en malhumor evidente.
Dicen que, tras los actos, le reprochó al intendente Raúl Pelozo y al viceintendente Daniel Bruno por tan atrevida queja.
Lunes, 20 de agosto de 2012