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Cultura
La lectura de cuentos puede sanar el alma
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Lunes, 24 de noviembre de 2008

Lejos del ruido y las tareas cotidianas, Cortázar invita a través de sus cuentos a pasear por mundos imaginarios y ponerse en la piel de sus personajes. En su libro Bestiario, por ejemplo, describe escenarios cotidianos de Buenos Aires donde la magia y el terror conviven en un día cualquiera. Vale la pena hacerse un tiempo para la lectura, viajar por nuevos lugares y hasta vivenciar un efecto terapéutico.

En Rosario se organizan encuentros de reflexión grupal basados en la lectura de textos cuyo objetivo es pensar acerca de la propia vida. Se hacen en el Centro de Análisis Existencial "Viktor Frankl" (Santiago 1149, planta baja, departamento 1).

Frankl fue el fundador de la logoterapia, una escuela de integración filosófica y psicológica, y considera que la sanación es posible a través de la lectura. Un enfoque que llama terapia literaria o literapia.

Si bien la propuesta está dirigida al público en general, se pensó especialmente para quienes no quieren una psicoterapia ni tampoco un curso de capacitación pero sí necesitan reflexionar acerca de sus experiencias para clarificar el sentido de su vida.

"Ponen en palabras su mundo interno y comparten el momento con otros", comentó la psicóloga Cecilia Saint Girons, una de las coordinadoras de los encuentros.

Vivenciar el relato

Otra de las coordinadoras es la psicóloga Virginia Castro, quien explicó: "Seleccionamos un cuento, lo leemos y realizamos una pequeña reseña acerca del cuento y el autor. Luego se realiza una reflexión acerca de qué sentimientos despertó el cuento y se busca vivenciar el relato desde la experiencia de cada uno: ponerse en el lugar de algún personaje o de determinada situación. La intención es que a partir de esta vivencia la persona pueda ser iluminada con un nuevo sentido, pueda cambiar una actitud, repensar algo", agregó Castro.

La actividad comenzó en el 2006 con lecturas de libros de logoterapia (por ejemplo, "El hombre en busca de sentido" de Viktor Frankl), que se repitió en el 2007. Con un antecedente en Uruguay que lleva por nombre "Cuentos que curan" este año empezaron a trabajar con textos de autores destacados como Julio Cortázar, Mario Benedetti, Ray Bradbury, Anton Chejov y Jorge Luis Borges.

Quienes se acercan a los encuentros tienen distintas edades, hay hombres y mujeres, algunos participan más que otros pero todos se van satisfechos por haberse dedicado un tiempo. Suelen decir "me hizo re bien".

Si bien este año las coordinadoras usan cuentos para motivar la reflexión, también transmiten conceptos de logoterapia.

"Las lecturas son estímulos que disparan la descripción de conceptos. Muchas veces tenemos síntomas producidos por conceptos mal entendidos o falta de éstos. Se expresa la confusión y luego se puede clarificar. La interpretación del cuento permite comprender algunos aspectos de la persona y llevarla a tener una actitud diferente", agregó el psicólogo Raúl Alberto Sutich, uno de los coordinadores generales del centro junto con Saint Girons.

Y ejemplificó el caso de un hombre a quien un texto lo llevó a repensar su idea acerca del respeto hacia la mujer y se dio cuenta de que estaba equivocado, ya que creía que manifestar sus necesidades era no respetarla.

La logoterapia

Etimológicamente logoterapia deriva de "logos": sentido, y "terapia": curación, es decir la curación deviene al encontrar el sentido al vivir. Es una psicoterapia centrada en el sentido. La logoterapia es una escuela de integración filosófica y psicológica, fundada por Viktor Frankl. Se la considera la tercera escuela vienesa de psicoterapia, las dos primeras son el psicoanálisis de Sigmund Freud y la psicología individual de Alfred Adler.

Su objetivo es crear un marco terapéutico existencial que dé sentido a su existencia basándose en la propia libertad y responsabilidad.

Despierta a la persona en su rol de protagonista de su propia historia, de su felicidad, de sus logros y en su rol de constructor de su persona dado que el hombre es un ser llamado a elegir un proyecto de vida en conformidad con su propio ser.

Tres caminos

Concibe al ser humano como un ser integral: biológico, psicológico y espiritual. Frankl sugería tres caminos para encontrar sentido:

Los valores creativos: crear una obra de arte, escribir un texto, trabajar, todo aquello que uno plasme en el mundo externo a partir de su mundo interno.

Los valores vivenciales o de experiencia: experimentar un atardecer, un bello paisaje, un viaje, el valor vivencial por excelencia es el amor (ya sea el materno, de pareja, de amistad).

Los valores de actitud: aquellos que se despliegan en las situaciones límite, que no se pueden modificar, como la muerte, el sufrimiento, la enfermedad, la vejez y las catástrofes. Por ejemplo ante una catástrofe aparece el valor de la solidaridad.

Según contaron los psicólogos, saber con claridad el sentido de la vida genera felicidad, lleva a que la persona viva su existencia en paz y con alegría.

El sentido lo debe encontrar cada persona y a través de un trabajo interior. Frankl encontró el suyo ayudando a otros en esta búsqueda, algo similar les pasa a los psicólogos que llevan adelante actividades en el centro de logoterapia de Rosario.

Quien todavía no tiene claro su proyecto de vida podrá lanzarse a la aventura de conocerse mejor a sí mismo y lograr tener una vida más elegida.


Lunes, 24 de noviembre de 2008

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