Corrientes (9-5-16): Los pacientes deambulan por años para conocer qué es lo que padecen. Desde la Asociación Civil Hipertensión Pulmonar Argentina (HIPUA) acentuaron la migración que se observa desde toda la región hacia Corrientes para ser tratados a tiempo.
En 2004 fue diagnosticada con la enfermedad pero ese diagnóstico fue tardío porque se pasó tres años recorriendo médicos. “Fui subdiagnosticada, me trataron por muchos años como paciente asmática o me decían que estaba fuera de estado porque acabada de ser madre. Soy psicóloga e intentaron decirme que sufría ataques de pánico, diagnóstico que descarté de inmediato pero que mucha gente acepta y es tratada con medicamentos para eso”, indico a época.
En el año 2006 recibió su primer tratamiento y combino en el 2010 otra terapia. Hoy realiza tres terapias para poder hacer acciones básicas como caminar, salir a comprar, levantarse y poder ayudar a su familia.
De acuerdo a las estadísticas internacionales tendríamos que encontrar entre 2 mil y 2.500 pacientes con HPTEC en Argentina pero la Asociación Civil Hipertensión Pulmonar Argentina (HIPUA) lleva registrados como pacientes activos (es decir, pacientes vivos) no más de 450 personas. “Esto se convierte en una preocupación muy seria entre nosotros porque vemos que se concentran en los centros más poblados como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza Santa Fe pero en el resto del país tenemos grandes baches (en Formosa, Catamarca, San Luis por ejemplo) sabemos que hay pacientes que emigran hacia Buenos Aires porque no saben qué tienen”, explicó Nancy a la hora de brindar un panorama sobre esta enfermedad poco frecuente.
Corrientes se convirtió en un lugar por excelencia para la atención, diagnóstico y tratamiento de pacientes por Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica dado que en el Instituto de Cardiología se realiza todo tipo de estudios y seguimientos a las personas que padecen la enfermedad.
“En Corrientes tenemos al doctor Eduardo Perna y a María Lorena Coronel, que son de excelencia y referentes para la asociación. Observamos que hay migración hacia Corrientes porque es un centro de referencia y trabajan de manera muy ética, para aplaudir”, comentó a este medio la presidente de la Asociación Civil Hipertensión Pulmonar Argentina en el Taller Latinoamericano de Hipertensión Pulmonar realizado en Buenos Aires en la Fundación Favaloro, centro de excelencia cardiovascular internacional organizado por la mencionada entidad, Bayer y la Sociedad Latina de Hipertensión Pulmonar.
¿Qué es la HPTEC?
La Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica (HPTEC) es una enfermedad rara, grave, progresiva y potencialmente mortal, que resulta difícil de diagnosticar porque sus síntomas son inespecíficos y pueden atribuirse a otras enfermedades pulmonares o cardíacas más frecuentes. La HPTEC ocurre cuando trombos fibrosos restringen el flujo sanguíneo a los pulmones, lo cual causa un aumento gradual de la presión en las arterias pulmonares con la consiguiente sobrecarga del lado derecho del corazón. A pesar de que se desconoce la prevalencia exacta, se calcula que esta enfermedad afecta a entre 8 y 40 personas por cada millón.
Gracias a los avances científicos, actualmente la HPTEC es potencialmente curable mediante una cirugía llamada endarterectomía pulmonar (PEA), que consiste en remover el material tromboembólico de las arterias que van del corazón a los pulmones. La Agencia de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos, (FDA por sus siglas en inglés), así como la Agencia Europea de Medicinas (EMA por sus siglas en inglés), entre otras agencias regulatorias, aprobaron recientemente el uso de un nuevo medicamento que mejora los síntomas y calidad de vida de los pacientes que la presentan.
Consecuencia social
El síntoma principal es la falta de aire, se instala de forma muy sutil y esporádica pero a ese síntoma empiezan a sumarse otros más como fatiga, cansancio, debilidad. “Cualquier cosa te cansa y lo peor es que los entornos familiares no te entienden. Creen que la mujer es una ‘vaga que no quiere hacer las tareas de la casa’ y empiezan los conflictos, explicó Nancy.
A esos síntomas se suma además una tos sin sentido, una tos seca, los edemas en las piernas. Los síncopes y desmayos cuando está muy avanzado.
Es por ello que desde HIPUA hace dos años se trasladan a distintas provincias para concientizar y fortalecer la presencia del médico del interior.
Certificado de discapacidad visceral
Cuando HIPUA se formó en el año 2009 había muy pocas terapias para la Hipertensión Pulmonar y como son drogas de altísimo costo nadie accedía a los pocos tratamientos que había. Entre 2009 y 2012 HIPUA interpuso 172 recursos de amparo favorables pero esto, no sólo fue favorable para los pacientes dado que además el 70% estaba fuera del sistema de salud” (es decir no contaba con una obra social). De esos 172 hoy en día viven 153, algunos están muy bien, otros en cambio están en lista de espera para un trasplante pero nunca ninguno de ellos pasó más por la asociación. “Con esto está demostrado que hay que pensar en el futuro y sobre todo en las personas que no están dentro del sistema de salud”, aseveró.
A diferencia de lo que sucede en el resto de los países de Latinoamérica, la Argentina cuenta con leyes de discapacidad, cuando un paciente es diagnosticado con Hipertensión Pulmonar los médicos deben enviar a las personas a tramitar su certificado de discapacidad visceral.
Con o sin obra social
El problema central es llegar a los pacientes que no están diagnosticados porque existe una gran brecha entre los que logran acceder por conocimientos, por el lugar donde viven y los que no, tal vez por el lugar donde se ubican y se encuentran o por la falta de información, reconoció a su tiempo el doctor Roberto Favaloro, jefe del Departamento de Cirugía Cardiovascular, Intratorácico y Trasplante de la Fundación Favaloro, quien además reconoció que es un derecho de todo ciudadano argentino.
Siguiendo con la atención básica para estos pacientes, Nancy recalcó que “a la Hipertensión Pulmonar hay que trabajarla en equipo multidisciplinario porque es compleja, por los menos un neumonólogo y un cardiólogo, hematólogo, nutricionista y se pueden seguir sumando distintos roles” y agregó que las personas con este padecimiento no pueden tener la atención en forma única y aislada.
Un insistente pedido
El sistema hospitalario a veces no favorece mucho esto de trabajar en forma interdisciplinaria y no favorece al intercambio de información. Por ello desde la Asociación Civil Hipertensión Pulmonar Argentina (HIPUA) llamaron a romper con este tipo de estructuras que no hacen nada bien a la salud de los argentinos. “Debemos romper con la estructura y concientizar porque todo depende de la buena voluntad de los médicos de aceptar informarse y realizar un seguimiento cuando ven algo raro”, acotó.
“Pedimos que todos los médicos estén informados. Sobre todo en el médico clínico o pediatra que es el primer lugar donde llega primero una persona que dice: ¿qué me está pasando?, ya no puedo más, esto me resulta intolerable, me está invalidando, me estoy transformando en una persona que no puedo caminar, que no puedo respirar mientras voy caminando y hablando por teléfono, no puedo subir escaleras, no puedo salir a hacer compras, no puedo barrer, no me puedo agachar, no puedo comer. ¿Por qué? Porque estas son todas actividades en la que uno utiliza la respiración y no hay nada más angustiante que te falte el aire. Lo primero que hacemos cuando nacemos es respirar y lo último es justamente una aspiración. Entonces nos conecta con la vida y con la muerte, por eso es tan complicado”, dijo.
Cecilia tiene 34 años y se operó del corazón hace diez. Practicaba todo tipo de deportes, era una persona súper atlética y activa hasta que, con el correr del tiempo, sentía mucho cansancio. “No podía correr ni siquiera caminar”, aseveró a época. La querían operar nuevamente con todo el trastorno que esto significa. Se trasladó a Resistencia - ella es oriunda de La Clotilde, interior del Chaco - porque no sabían qué tenía. Cuando llegó a Corrientes a estudiar (es licenciada en Relaciones Laborales) se acercó al Instituto de Cardiología donde finalmente “dieron en la tecla”.
En aquella oportunidad, después de la operación que tuvo no estaba medicada, se dio una complicación interventricular, lo que provocó que un parche que estaba cerrado, se abriera, y se produjo una oxigenación irregular hacia los pulmones. No se hablaba del tipo de enfermedad con la que la diagnosticaron, dado que se creía que la Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica (HPTEC) se daba sólo en personas mayores de 60 años. Pero le hicieron un cateterismo y dio positivo para HPTEC. Inmediatamente ingresó en un protocolo dispuesto para estos pacientes, que es el Protocolo Griphon.
Los días de humedad son por demás pesados para Cecilia. Además de cansarse, no puede caminar ni una cuadra y simplemente hablar y caminar, no es una posibilidad para ella. Mi vida no es ni será fácil. “Sí o sí antes de levantarme tengo que tomar mi medicación y no puedo ni cepillarme los dientes antes de eso”, dijo.
Los medicamentos que toma son Sildenafil y Espironoloctona. Su calidad de vida es “casi” normal con lo que esa palabra significa. Ella no puede elegir entre tener hijos o no. Los médicos aconsejan a las pacientes jóvenes a tomar sus recaudos porque no es conveniente quedar embarazada por la capacidad respiratoria y pulmonar. “Es la criatura o yo, y prácticamente está descartado en mi vida”, sentenció la joven que, pese a todo no deja de ver el lado positivo: “Lo bueno es que no estoy con respirador, existen muchas otras personas que están peor”.
Al hacer referencia a su enfermedad, señaló que “no se entiende realmente lo que es, porque se confunden los síntomas con el asma. No se cura, yo tengo un tratamiento que apunta a mejorar la calidad de vida. A veces me duele demasiado el pecho”, relató. Para control, todos los días suele hacerse estudios, además de los chequeos anuales.
“En el Hospital Escuela hay un Servicio de Rehabilitación Pulmonar que es para pacientes con EPOC pero también sirve. El médico ya atendió a otros enfermos con Hipertensión Pulmonar”, recomendó.
Lunes, 9 de mayo de 2016