Corrientes (29-5-16): En los expedientes que se robaron está la clave para develar el caso. ¿Qué secreto inconfesable cobijan los expedientes referidos a la fallida obra de la Ruta provincial Nº 40, que desaparecieron misteriosamente de las oficinas de la Dirección de Vialidad Provincial? ¿A quién incomoda la información que esos documentos pueden revelar? ¿Será que Lázaro Báez, el contratista que cobró por un trabajo que nunca hizo, mandó a robar las carpetas o fue la acción deliberada de algún funcionario correntino preocupado por borrar su huella, y tal vez la de otro más gordo, impresa en un delito calificado?
POR LUIS SOSA
En los expedientes está la clave. Por eso los investigadores que trabajan en la causa que se constituyó a raíz de una denuncia penal que tiene como principal imputado al gobernador Horacio Ricardo Colombi, consideran que el hallazgo de esos papeles resulta esencial para avanzar con el caso que experimentó un giro impensado cuando se percataron del robo en Vialidad.
Abrieron el abanico de interrogantes, más allá de las líneas investigativas de rutina, al descubrir que la documentación había desaparecido. Esas carpetas contenían la matriz del proyecto y su evolución: copias de los decretos de licitación, los pliegos, las actas de adjudicación y luego de contratación, también las sucesivas reformulaciones del proyecto y consecuentemente la readecuación del presupuesto. Los certificados de obras, esencial para librar los pagos, entre otros papeles que hacen a la parte técnica del trabajo.
Dicen que se los llevaron en varias cajas en una madrugada a principio de mayo, unos días antes de que se produjera el allanamiento que ordenó la Justicia. Alertada por la “desaparición” en Vialidad, la pesquisa siguió luego en el Ministerio de Obras Públicas y días más tarde en el Ministerio de Hacienda. De Obras Públicas se llevaron una copia del acta de inicio de obra de la Ruta 40, que originalmente está dividida en dos partes. Una parte se concretó, la hizo la firma JCR SA; y la otra, que correspondía al empresario kirchnerista Lázaro Báez, quedó sólo en papeles. No obstante la sospecha que ahora anida en la causa judicial es que el proyecto de la ruta al Iberá podría haber dado lugar a una maniobra de desvío de fondos hacia otro destino, quizás para otras obras.
Un hombre que conoce muy bien el manejo de la DPV le dijo a este diario que la reformulación del proyecto es la forma usual de calibrar los plazos y el presupuesto, por eso la carpeta de la licitación es esencial. Allí se especifican las características y condiciones del trabajo. Todo eso lo hizo, desde el principio, la Dirección Provincial de Vialidad que cumplía un rol determinante. Armó el proyecto, lo reformuló y luego emitió los certificados de obras (ver recuadro). La pavimentación de la Ruta 40 comenzó con un presupuesto de $94 millones en 2006 y terminó con un contrato de $333 millones en 2012.
Las readecuaciones del proyecto vial se hicieron entre los años 2010 y 2011 con Ricardo Colombi en el Poder Ejecutivo. Al tiempo que se introducían cambios, era ostensible la paralización de la obra, aunque seguían librándose los pagos. Continuó así hasta el 2013.
Un ex funcionario de Vialidad Provincial convalidó la presunción de que el sobreprecio fue a parar a la obra pública paralela y sugirió revisar los proyectos de envergadura que se hicieron durante ese período y que no pasaron por el proceso licitatorio de rigor. “Habría que buscar alguna obra en las cercanías (de la Ruta 40)”, apuntó, como si estuviera un dato escondido.
El más notorio de todos los emprendimientos que encaró la gestión Colombi en esa zona fue la remodelación del aeropuerto de la ciudad de Mercedes que comenzó a ejecutarse en marzo de 2011 y terminó a mediados de 2012. La obra significó una inversión millonaria, con “recursos propios”, según dijeron.
Hasta donde este diario pudo averiguar no hubo licitación pública y las crónicas oficiales nunca consignaron la empresa encargada de realizar el trabajo.
El 29 de julio de 2012 se hizo la inauguración y Colombi, que encabezó el acto, habló de un desembolso de más de 2 millones y medio de pesos. Ningún otro funcionario, de los muchos que asistieron, dio precisiones sobre el trabajo. En las Cuentas de Inversión no hay rastros del gasto mencionado, solamente en el Balance del año 2012 se le imputa a la Secretaría General de la Gobernación (Carlos Vignolo) el desembolso de $895.379,04 como “Refacción aeropuerto Mercedes”. Hacia atrás (2011) ni adelante (2013) hay más referencia de inversión en el aeropuerto de Mercedes.
Entre los 2,5 millones que dijo Colombi y los 800 mil que muestra la Cuenta de Inversión hay una distancia.
Los que saben en Vialidad Provincial, saben que la reformulación del proyecto de la Ruta 40, al Iberá, consistió en la incorporación de trabajos extras más allá de la pavimentación del camino. Anécdota: una parte del acceso al aeropuerto de Mercedes, que se llama justamente “Iberá”, fue reasfaltado a nuevo. Las obras de remodelación de la estación aérea en el pueblo del Gobernador habrían implicado un gasto muy superior al que se declaró públicamente.
¿Con el dinero destinado a la Ruta 40 hicieron el aeropuerto de Mercedes? Y si es así, ¿qué empresa participó de la maniobra? Con estos datos sobre el tapete cobra más sentido la inquietud del Juzgado Federal Nº 2 por hallar los expedientes que desaparecieron de Vialidad Provincial. Allí está la clave de lo que se hizo, cómo, por qué, y fundamentalmente quién lo hizo.s
CONTEXTO
El presupuesto original para la pavimentación de la Ruta 40 que lleva al Iberá era de 97 millones de pesos a valores de enero de 2007. Sin embargo, cuando se firmó el contrato -en 2008-, el decreto decía 118 millones de pesos. La obra fue adjudicada a dos firmas: una parte pequeña para JCR SA, y la parte más grande a Sucesores de Adelmo Biancalani, la empresa chaqueña controlada por el kirchnerista Lázaro Báez. Los trabajos comenzaron en 2011, tres años después, y para entonces ya se habían hecho sendos replanteos del proyecto con la consecuente readecuación de precios: el contrato pasó a 276 millones de pesos. En 2012, la ruta en la parte que correspondía a la firma chaqueña Sucesores de Adelmo Biancalani seguía sin hacerse, pero el proyecto sufrió otra modificación y el presupuesto subió a 333 millones de pesos. El dinero lo ponía la Nación, pero todos los trámites de aumento se canalizaron a través de la Dirección Provincial de Vialidad.
Pagos a cuenta
Desde 2010 las Cuentas de Inversión del Gobierno correntino consignan fuertes desembolsos para obras de pavimentación de la Ruta Nº40 que, se sabe, salvo un pequeño tramo sigue siendo de tierra. Durante un lustro se pagaron más de 250 millones de pesos para un trabajo que no se hizo.s
El aeropuerto Iberá
Los trabajos en el aeropuerto de Mercedes se iniciaron el 9 de marzo de 2011 y concluyeron un año después. La inauguración se realizó el 29 de julio de 2012. La obra consistió en la refacción a nuevo del edificio de aproximadamente 250m2 de superficie, realizándose cubierta, pisos, cielorrasos, revestimientos, carpinterías, instalaciones, incluyendo equipamiento como procesadora de datos, comunicaciones, seguridad. La pista y calle de rodaje fueron pavimentadas en toda su longitud (1800mts), completándose con un cerco de seguridad, arreglo del sector de estacionamiento, iluminación, instalación de balizamiento, grupo electrógeno de transferencia automática 110 -120 KVA, equipos de comunicación VHF, tres unidades móviles de extinción de incendios tipo SEPC, una terminal de pasajeros que goza de las máximas condiciones de seguridad, modernidad y confortabilidad para los que arriben a Mercedes, con instalaciones para el despacho de equipajes y sala de embarque.
También se reasfaltó la calle de acceso que va desde la ciudad a la terminal aérea. Colombi dijo que se invirtió, por todo concepto, 2,5 millones de pesos. Hasta donde se sabe no hubo licitación y no se conoció a la empresa contratista.
En noviembre de 2012 recibió el primer vuelo comercial, la empresa entrerriana Laer comenzó a operar con salidas semanales hacia Buenos Aires, con escala en Reconquista (Santa Fe). Fuera de eso, el aeropuerto funciona casi como un aeródromo para los aviones privados de los arroceros de la zona.s
El mensaje codificado tras el corte de cintas
El día que se inauguró el aeropuerto de Mercedes, el domingo 29 de julio de 2012, Ricardo Colombi acicateó con un concepto que si bien no era nuevo en su acotado manual de herramientas discursivas, sorprendió por lo extemporáneo. El jefe del Ejecutivo señaló exultante ante el gentío que miraba los aviones turbohélices estacionados en la pista que “nadie se acercó a ayudarnos” y así se hizo la obra.
No era el lugar ni el momento y aunque el reproche se había escuchado antes en varias ocasiones esa vez tuvo una sonoridad que reportaba a un mensaje cifrado, propio de la política tramposa. Llamó la atención que en medio del júbilo que vivían los mercedeños por la reapertura de su aeropuerto el Gobernador se despechara contra alguien, cuya identidad no se divisaba, enrostrándole haber conseguido lo que quería. “No nos regalaron nada desde afuera, fue posible gracias al esfuerzo de todos los correntinos, es decir que a pesar de las discriminaciones y dificultades que nos pone la Nación, este aeropuerto pudo hacerse igual, por eso tenemos que estar orgullosos”, dijo Colombi. Fue entonces que resaltó que “el aeropuerto se hizo posible gracias a fondos provinciales. No se acercó nadie para ayudarnos y su inversión supera los dos millones y medio de pesos”.
En las Cuentas de Inversión que la Contaduría de la Provincia envió al Tribunal de Cuentas se hace dificultoso encontrar la imputación de los gastos para refaccionar el aeropuerto de Mercedes, solamente aparece un gasto de poco más de 800 mil pesos declarado por la Secretaría General de la Gobernación en 2012.
La obra, hasta donde se sabe, no se licitó y tampoco trascendió el nombre de la empresa contratista. En la ciudad de Mercedes corroboraron la versión que este diario obtuvo en las oficinas, de doble mampara, de Vialidad Provincial y que indica que una de las readecuaciones del proyecto de la Ruta Nº 40 estuvo destinada a incorporar la obra de refacción del aeropuerto de Mercedes.
En el pago chico del tres veces mandatario afirman que una de las empresas contratadas para hacer la pavimentación al Iberá se dedicó también a mejorar la estación aérea, redireccionando el esfuerzo y los recursos que tenían destino específico. Si fue así, esto explicaría el incremento superlativo del contrato.
Domingo, 29 de mayo de 2016