(11-6-16): Argentina llevaba con dificultad el trámite del partido a pesar del gol tempranero de Otamendi, pero el ingreso de Messi cambió todo y llovieron los goles.
Lionel Messi voló en Chicago por encima del propio seleccionado argentino al concretar su ansiado retorno al equipo con una memorable actuación que lo llevó a convertir tres goles en apenas media hora en cancha para coronar la clasificación del conjunto albiceleste a los cuartos de final tras vencer por 5 a 0 a Panamá, por la segunda fecha del Grupo D de la Copa América Centenario.
Nada de lo que pasó antes de su ingreso a los 15 minutos del segundo tiempo importó más que la anhelada vuelta a la selección nacional de su venerado capitán, el único futbolista de este certamen que genera atracción a un público estadounidense ajeno a estas cuestiones del fútbol convencional.
Se hizo desear el retorno, pero cuando a los 15 minutos del segundo tiempo relevó a Augusto Fernández estalló el Soldier Field, y él retribuyó tantos halagos con una sincronización cronológica impecable, anotando tres goles, uno cada 10 minutos, a los 23, 33 y 43 de un segundo período que seguramente se recordará como un hito más, pero de los más notables de su carrera.
Definiendo de cara al arquero, con un espléndido zurdazo de tiro libre o sacándose dos rivales de encima para clavar el balón contra el palo izquierdo. Todo el repertorio de Messi para justificar ya mismo esta Copa América Centenario y ´salvar´ desde donde él solo sabe hacerlo, la cancha, a los propios organizadores.
Messi y 21 más, la síntesis exacta de un partido que eclipsó a propios y extraños, quedándose también a un paso de hacer más historia, porque estas conquistas lo llevaron a las 53 anotaciones en el seleccionado argentino, una menos que Gabriel Batistuta, el máximo goleador de la historia con la camiseta albiceleste.
Sábado, 11 de junio de 2016