Nueva Yesey (26-6-16): Apenas un año después de la derrota por penales en el Estadio Nacional de Santiago, la Copa América Centenario le otorgó a la Selección de Gerardo Martino la chance rápida de una redención para cortar el maleficio que persigue a la Albiceleste ininterrumpidamente desde 1993. A partir de las 21, en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, jugará de nuevo la Gran Final ante Chile.
El combinado del Tata llega al partido decisivo con un nivel sólido, repleto de goleadas en el camino: inició con un triunfo disputado ante la Roja, pero luego despachó con facilidad a Panamá, Bolivia, Venezuela y Estados Unidos para postularse como amplio favorito. Pero también cargará las mayores presiones por las dos definiciones perdidas en 2014 (frente a Alemania en el Mundial) y 2015.
En medio del escándalo de la AFA que alimentó el malestar de la delegación y que Lionel Messi se encargó de exhibir públicamente, el equipo nacional buscará el título que necesita una generación de grandes cracks para ganarse un merecido reconocimiento del pueblo futbolero. Si lo consiguen, Argentina alcanzará a Uruguay como el cuadro más ganador de todos los tiempos, con un total de 15 vueltas olímpicas.
La preparación para este juego no fue sencilla para el entrenador, a raíz de las lesiones que acusaron varios protagonistas importantes. Los únicos descartados de antemano fueron Augusto Fernández (desgarro en la cara posterior del muslo derecho) y Ezequiel Lavezzi (fractura del radio del brazo izquierdo), aunque también trabajaron de manera diferenciada Ángel Di María, Marcos Rojo, Nicolás Gaitán y Javier Pastore.
De acuerdo a lo visto en la práctica de ayer, Rojo estará sin problemas en el lateral y Di María hará lo mismo porque se movió con normalidad con los titulares. Entonces, lo más probable es que reemplace al Pocho y relegue al banco a Gaitán. Por su parte, Lucas Biglia volverá a ser de la partida en el lugar que dejó vacante Augusto. Después, los mismos intérpretes, con el ´10´ en todo su esplendor y con el récord de goles en su poder, aunque anoche surgieron rumores de dolencias de Éver Banega.
En la vereda opuesta aparecerá el campeón defensor, último verdugo de la Albiceleste, que empezó entre dudas hacia el trabajo de Juan Antonio Pizzi y paulatinamente encontró su rendimiento más esperado, fundamentalmente con el histórico 7-0 a México y la victoria 2-0 ante Colombia en la Semifinal.
En contrapartida de lo sucedido con Argentina, podrá alinear su formación ideal debido a que Arturo Vidal purgó ante los cafeteros la fecha de suspensión por la acumulación de dos tarjetas amarillas y a que Marcelo Díaz evolucionó de la sobrecarga muscular que lo tuvo a maltraer. Así ingresarán en los lugares de Pedro Pablo Hernández y Francisco Silva.
El árbitro será el brasileño Heber Lopes, que ya impartió justicia en el enfrentamiento entre argentinos y chilenos válido por las Eliminatorias Sudamericanas, este mismo año. En aquella oportunidad el éxito fue de la Selección de Martino, por 2-1 para enderezar el rumbo a Rusia 2018.
Vale destacar que en caso de igualdad al cabo de los 90´reglamentarios se forzará un suplementario de media hora, con dos períodos de 15′ cada uno (en los que se podrá apelar a un cuarto cambio como novedad). De persistir la paridad, llegaría el turno de escribir el desenlace con los penales.
Domingo, 26 de junio de 2016