Corrientes (3-6-17): Las Inundaciones en Corrientes están socavando las miserias y dejando al descubierto más precariedades que tiene nuestra provincia. A la denuncia contra el gobernador por repartir comida con gusanos a los inundados, se suma ahora el drama de las poblaciones que quedaron aisladas por la falta de mantenimiento de rutas y puentes.

Primero fue Iribí Cuá, entre Corrientes y Posadas y ahora se derrumbó el puente del río Batel, sobre ruta 123, principal vía hacía Paso de los Libres y Uruguayana. Y la alternativa, el desvío por ruta provincial 24, trajo más problemas que soluciones. Los cientos de automovilistas y transportistas que deben atravesarla se quejan por el pésimo estado del camino. De los 150 km de distancia extra, 120 están llenos de baches.

Y esto es un dato objetivo y a la vez peligroso ya que Corrientes ostenta desde años, una de las cifras más elevadas en materia de siniestros viales en el país.

Lo que motiva la mayor parte de los accidentes es justamente el mal estado de los cominos. Y es que en los 12 años de gobierno de Ricardo Colombi (más 4 de su primo Arturo) la inversión en rutas fue prácticamente nula.

SOLO PROMESAS

Justamente este año el gobernador prometió reasfaltar la ruta 24 que une Mariano I.Losa-Solari, (departamento Mercedes) con Goya. Pero ese anuncio se repite cada cuatro años, al igual que el posible arreglo de la ruta 126, de Curuzú a Sauce, la ruta 40 hacia Colonia Carlos Pellegrini y tantas otras.

Ya lo denunciamos antes, y el clima nos dio la razón. Muchas rutas se encuentran en pésimo estado, y sin embargo, son vitales para el transporte de carga y el tránsito en general. Las rutas nacionales tampoco son la excepción. El peor ejemplo es justamente la ruta 119 en el tramo que une Curuzú-Mercedes y la zona de puentes sobre el río batel, justamente el sector que cedió hoy.

Sábado, 3 de junio de 2017