Paso de los Libres (11-6-17): Durante toda la semana se ha escrito y hablado demasiado sobre las elecciones del pasado domingo en la capital correntina y las responsabilidades de la derrota del PJ y aliados ante el candidato del gobierno provincial, muchas en un tono interesado, otras desde la indignación y frustración, otros pocos, por suerte, desde el “autobombo” de decir “yo lo dije” y muy pocos desde la mayor objetividad posible que produjo este hecho profundamente subjetivo para quienes estaban/mos involucrados directamente en el trabajo eleccionario. Con profunda humildad y total convencimiento voy a tratar de opinar razonablemente de lo ocurrido el domingo pasado, ya con el ánimo calmado y despojado de la frustración y bronca que produjo la derrota de Fabián Ríos.
Por Carlos A. Pérego


En primer lugar es dable aclarar el hecho del respeto al resultado electoral que dio el triunfo a Eduardo Tassano y rescatar que la voluntad popular se expresa en democracia solamente mediante el voto y por ello los resultados son inapelables, las consecuencias, bueno, se verán con el correr de los años, en democracia los errores duran inexorablemente 4 años hasta poder revertirlos.

Me causaba sorpresa leer y escuchar a muy pocas horas de terminado el sufragio y evidenciados los resultados opiniones de las más variadas, todas tendientes a buscar responsables y responsabilidades, cuando por cierto ni siquiera había bajado la adrenalina del momento de la espera de los resultados, sin siquiera tomarse el tiempo para efectuar un análisis mínimo de lo ocurrido. Muchos de los opinantes lo hacían desde la frustración y la bronca, lo que es entendible, pero lo llamativo fueron las opiniones de dirigentes, políticos y periodistas que contando con mucha más información que el común de los militantes salieron a enrostrar culpas de manera irresponsable e interesada en muchos de ellos.

El hecho de la derrota de Fabián Ríos, derrota que no era esperada ni por propios y extraños, tiene indefectiblemente diversas causas, en primer lugar la actitud de Sonia López al competir, por segunda vez -ya lo había hecho en el 2013-, contra Fabián a sabiendas que, sin posibilidad alguna siquiera de colocar un concejal, le hacía el caldo gordo a Ricardo Colombi lo que finalmente ocurrió. Es la eterna historia de la izquierda argentina que bajo el argumento perimido de un purismo político ¿? y de no “resignar banderas” siempre terminan siendo funcionales a la derecha y perjudicando a quienes dicen defender, a los más necesitados, el caso más próximo es el del actual diputado Del Caño llamando a votar en blanco en la segunda vuelta presidencial, hecho que posibilitó el triunfo de Macri, ahora Sonia López lo emuló y posibilitó, en gran medida, el triunfo de Tassano. Sería bueno saber si la dirigente del PC se pondrá en la puerta de la municipalidad de Corrientes el 10 de diciembre a pedir disculpas a los miles de compañeros que serán echados por la nueva administración. Clara y definitivamente la actitud de Sonia López y un pequeño grupo de agrupaciones que se dicen kirchneristas, para quienes “la Patria debería ser el Otro”, fue estrictamente por intereses personales.

Quedarse solamente en el hecho de que con los votos de Sonia López se podría haber ganado, es un simplimismo, hubieron otras cuestiones que incidieron en el resultado final, un resultado inesperado hasta por los propios radicales quienes no se animaron a expresar su triunfo hasta tener el 70% de las mesas escrutadas y luego de que Fabián Ríos admitiera la derrota, la paparruchada de Ricardo diciendo que sabían de triunfo de Tassano por 4 puntos una semana atrás queda para el anecdotario de sus bravuconadas habituales, el hecho concreto es que hasta entrada la tarde la única encuesta a boca de urna daba ganador a Ríos, a tal punto era el convencimiento del radicalismo de que Fabián estaba ganando que en las primeras horas de la tarde mediante mensajes de Whatsapp, provenientes del bunker radical, se pedía a los militantes que salgan a trabajar con todo lo que tenían, que por cierto era muchísimo, para revertir el resultado. Todo esto demuestra que el resultado era una incógnita para la UCR.

La intendencia de Fabián Ríos será recordada sin dudas como una de las mejores de la historia de la ciudad de Vera, el trabajo junto a la gente, en el centro, en los barrios, con obras de infraestructura, Santa Catalina, la pavimentación de mil cuadras, pero no bastó para luchar con otro de los factores que contribuyeron a que se perdiera, el clima, un mes de lluvia casi ininterrumpida impidieron que las obras siguieran y los barrios periféricos, en donde el PJ siempre ganaba, se convirtieron en un literal chiquero y el malestar de los vecinos que hacían 15 días que no podían transitar por sus calles se tradujo en que en casi todas las escuelas de los circuitos afines no se lograran los resultados esperados y en contraposición en las escuelas del centro donde siempre se perdía por 30 o 40 puntos en esta oportunidad dicho porcentaje bajó a menos de la mitad, lo que demuestra un sustancial apoyo a la gestión de Ríos.

Tampoco en esto del clima podemos quedarnos para justificar la derrota también seguramente hubo una estrategia que no fue llevada adelante como correspondía, hubo en algún momento un cierto descontrol en la salida de los vehículos, improvisaciones de último momento, dirigentes que manifestaron tener lo que no tenían, y ello también contribuyó a que Fabián Ríos no renovara su mandato, situación de la que seguramente muchos correntinos luego podían arrepentirse.

Con el diario de lunes todos somos geniales, pero es una verdadera ignominia la de aquellos que salieron a decir “yo se lo dije”, la estrategia de Fabián Ríos de adelantar las elecciones fue brillante, le sacó el centro del ring a Ricardo quien pretendía adelantar las elecciones legislativas con la intención de tener un triunfo que se replique en las elecciones posteriores, la jugada tuvo en principio la contra de un “dirigente” que quería que se votara junto a la de gobernador, pero que a la vista de cómo venían sucediendo los hechos fue cambiando de opinión, ya que el triunfo de Ríos lo pondría en falsa escuadra máxime al ver el apoyo de todo el arco partidario de la provincia que se convocó para ayudar en el acto eleccionario, cientos de compañeros y más de 350 vehículos llegaron desde todos los puntos de la provincia, pero pocos días después en un auto reportaje salió a embanderarse como estratega y criticar la actitud de Ríos de adelantar las elecciones, inclusive a partir del impedimento de la justicia radical de votar con la boleta electrónica (BUE). Como siempre las expresiones del empresario de medios van teñidas de oportunismo.

Hubieron quienes llegaron a titular a la perdida de la elección como “Catastrófica”, cuando por cierto obtener el 47 % de los votos del mayor distrito electoral provincial no es ningún demérito, es una buena elección que no se ganó. Sin dudas que de haber triunfado en la capital el PJ hubiera sido un aporte inestimable electoralmente para Camau quien se colocaría a escasos metros de acceder al sillón de Ferré, pero el haber perdido no implica bajo ningún punto de vista que las posibilidades de Espínola para las elecciones a gobernador estén melladas, solo en algunas mentes maquiavélicas que usufructúan personalmente victorias y derrotas cabe esta posibilidad. El peronismo demostró una unidad monolítica como hace mucho tiempo que no se ve y eso le da la fortaleza necesaria para poder lograr el objetivo de cambiar el modelo de provincia.

Hay también quienes atribuyen la derrota al hecho de que se hicieron alianzas y se colocaron candidatos de otros partidos y no del PJ, pero nada dicen de una medida similar aplicada por Ricardo Colombi de entregar a los concejales para obtener el premio mayor, los dos referentes más importantes de la provincia Fabián Ríos y Ricardo Colombi aplicaron similar estrategia, de distinta forma Fabián tenía una lista única y Ricardo más de 20 colectoras con distintos candidatos, a Colombi le salió bien pero eso no quiere decir que lo armado por Fabián estuviera errado, muchas veces los votos que faltan son más importantes aún que los que uno tiene. Se criticó, desde los mismos sectores que criticaron lo anteriormente expuesto, el hecho de no haber hecho alianza con Sonia López, basta saber nomás las condiciones que pretendía imponer la referente del comunismo correntino. Además se llegó a decir que Fabián Ríos resignó las banderas del kirchnerismo al cambiar de nombre a la alianza (Haciendo Corrientes) y no poner el de Frente para la Victoria, sería bueno saber que piensan esos mismos opinadores de la decisión de Cristina de ir con un frente de distinto nombre.

Claramente que haya perdido Fabián Ríos la reelección de la capital es de una gran tristeza para quien escribe, pero decididamente la vida política de Fabián no está ni por cerca de haber terminado, mal que le pese a algunos, está destinado a ocupar los cargos más relevantes a nivel provincial o nacional, es sin dudas el cuadro político del peronismo más importante y quienes lo apreciamos en serio lo único que podemos pedir es que tenga la suficiente sabiduría para elegir el momento y el lugar más adecuado para seguir HACIENDO la historia de Corrientes. Ahora cabe aunar los esfuerzos para que Camau pueda cambiar la provincia, pero esta ya es otra historia.

Carlos A. Pérego


Domingo, 11 de junio de 2017