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Política
La estrategia de Ricardo para volver en el 2019 es que Valdés (de ganar ECO) renuncie dentro de dos años
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Lunes, 31 de julio de 2017

Corrientes (31-7-17): Gustavo (Valdés) por dos años, fue el acuerdo rubricado dentro de la mesa chica del gobierno entre la llamada cooperativa universitaria liderada por Carlos Vignolo y Sergio Flinta, con el gobernador Ricardo Colombi. El primer paso se cumplió con la intendencia de Eduardo Tassano. Ahora viene el segundo. El límite al mandato del ituzaingueño terminó por calmar las agitadas aguas en la interna radical.
Foto: Como una curiosidad el afiche de campaña estaría blanqueando la intención de Ricardo de seguir en el poder.


Valdés de ganar las elecciones del próximo 8 de octubre, solo estará en el sillón de Ferré por 730 días (dos años), en realidad un poco menos, porque renunciaría antes junto a su vicegobernador quien hasta el viernes era Gustavo Canteros. El líder de Proyecto Corrientes se repetiría en el binomio. Su nueva postulación también tendría una razón: es el único de los potables compañeros de fórmula de Valdés que no puede ser reelecto. Tiene ese impedimento constitucional. La estrategia fue muy pensada y totalmente aceitada para que no ocurra nada extraño como sucedió más de una década atrás con Arturo Colombi.

Aquella vez el primo se retobó y se cortó solo ocasionando un sismo en la construcción del poder eterno del radicalismo. Ahora se tomaron todos los recaudos necesarios.

La idea de unificar los mandatos con los de la nación sería el principal argumento de esta “falacia republicana”, que no sería otra, la de provocar el regreso del inoxidable Ricardo Colombi al control de la provincia y al círculo de negocios gestados con el dinero del erario público. Esta vez, el retorno sería por seis años, como revela el borrador de una futura reforma de la Constitución de Corrientes que determinaría que los mandatarios administren por ese lapso el gobierno, aunque ya sin el beneficio de la reelección. La triquiñuela tiene el respaldo del gobierno nacional en la figura de Marcos Peña. El jefe de gabinete de Mauricio Macri decidió adoptar políticamente al Mono Vignolo.

Flinta sería el garante del acuerdo. El titular de la Unión Cívica Radical (UCR) de Corrientes asumiría en las próximas semanas la secretaria general de la gobernación en lugar de Carlos Vignolo, quien como se sabe, se hará cargo del Plan Belgrano teniendo rango de Ministro de la nación.

El conocido Checho le haría marca personal a Valdés por si las moscas. Es el otro funcionario del Ejecutivo obligado a refrendar cada uno de los Decretos de la gestión de gobierno. Elemental mi querido Watson.

En principio el Checho Flinta pediría licencia en su actual cargo de senador de la provincia. Su mandato vence el próximo 10 de diciembre. De ganar Valdés, continuaría en esa función por dos años hasta que el ituzaingueño dimita en su corto periodo como jefe del Ejecutivo correntino, el que solamente duraría hasta el 2019.

LA SUCESIÓN

Cuando se inscriban los candidatos de la alianza ECO-Cambiemos, Flinta figuraría como tercero en la lista de postulantes a la cámara alta. Este año y para siempre, tras la modificación de los números de legisladores en el parlamento provincial, se renovarán cinco escaños en el Senado. El oficialismo apunta a conseguir tres del quinteto de bancas en juego. Ahora como en el 2015, todos los candidatos de ECO-Cambiemos volverán a ser radicales. Ricardo Colombi no quiere sufrir otra Nora Nazar, quien fue electa integrando la lista oficialista en el 2013, pero una vez en su poltrona legislativa, la panuista tuvo una postura zigzagueante. Será el mercedeño el que encabece la grilla del Frente gubernamental secundado por Alejandra Seward (esto ya se dijo) más el anunciado Flinta, quien de ser elegido jurará por cuarta vez como senador, pero inmediatamente pediría licencia para no despegarse de Valdés.

La elección de Colombi como integrante del Senado tiene un claro objetivo: la sustitución de autoridades gubernamentales. Si hay cierta desconfianza en la construcción de la estrategia, el gran Ricardo ocuparía la vicepresidencia 1º del cuerpo, lugar clave en la sucesión si se cumple con lo acordado: las renuncias de Valdés y Canteros promediando el 2019. Y así el gobierno provisorio recaería en la figura del mercedeño, el tercero al mando de la provincia. Absolutamente todo calculado.

Asimismo no todo es color de rosas, existe un impedimento constitucional. La dimisión de Gustavo (Valdés) y (Gustavo Canteros) no determina que se haya cumplido el periodo de mandato de cuatro años como gobernantes, necesario para habilitar a Ricardo a ser elegido nuevamente jefe del Ejecutivo provincial (elección mediante), tras dos periodos consecutivos al frente de la Rosada correntina (2009-2013/2013-2017). Será el momento donde la justicia dependiente del poder político cumpla con sus servicios, sobre todo el Superior Tribunal si aparecen (seguro aparecerán) planteos judiciales. Si el conflicto se trasladase a la Corte Suprema, el gobierno de Macri se hará cargo de ordenar que se desestime.
Por la cabeza del actual titular del Poder Ejecutivo, ni de ningún pope del radicalismo pasa ni siquiera la idea de perder las elecciones el próximo 8 de octubre. La derrota no forma parte de su pensamiento ni vocabulario.

Ese segundo domingo del décimo mes de 2017, aquellos correntinos que irán a las urnas a votar a Gustavo Valdés, en su mayoría no sabrán que estarán eligiendo a un posible gobernador que no terminará su mandato, y que mientras dure en ejercicio, lo hará a modo de transición para el orquestado retorno de Ricardo Colombi y su Unicato.

La advertencia

Ricardo Colombi en su discurso de presentación de Gustavo Valdés como candidato del oficialismo habló de un proyecto a “seis años”. No fue casualidad, sino una advertencia que estuvo obligado a decirla como parte del acuerdo con los “gordos” del radicalismo. La cooperativa le exigió que blanquee públicamente aunque entrelíneas el acuerdo para calmar a la tropa, sobretodo a la liga de intendentes que respaldaba la postulación de Eduardo Peteco Vischi para sucederlo. Por ahora se muestra obediente.

Qué es un Unicato?

En la historia de la República Argentina, Unicato es el nombre con el cual se designa al sistema de influencias políticas basado en las canonjías (privilegios), prebendas y castigos que, desde los órganos del poder constitucional, tiene por finalidad reunir en la figura institucional del presidente de la República, la calidad de jefe indiscutible y único del partido gobernante, sin necesidad de declaración expresa y formal.

El término unicato no es reconocido por el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Se trata de un concepto que suele emplearse en Argentina con referencia al abuso de poder que ejerce una autoridad. La noción fue acuñada durante la presidencia de Miguel Ángel Juárez Celman (1886-1890). Cualquier similitud con el gobierno de Ricardo Colombi es pura coincidencia.

Vignolo el ajedrecista

Marco Peña considera a Carlos Vignolo un tremendo ajedrecista de la política. Para el gobierno nacional el responsable del triunfo de Eduardo Tassano en la capital correntina fue el Mono, y no Ricardo Colombi. En Balcarce 50 la tienen clara. Desde agosto Vignolo compartirá la mesa chica en Buenos Aires junto a nada menos que Jaime Durán Barba, el gurú electoral de Mauricio Macri. El ecuatoriano le tiene respeto. Varias semanas antes del 4 de junio Vignolo en una reunión en el Hotel Panamericano le mostró como se llegaba a al victoria de Tassano, y cumplió. Ahora trabajará para ubicar al próximo vicepresidente de la nación, que sería un correntino. Aunque usted no lo crea.


Lunes, 31 de julio de 2017

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