"Bienvenida. Francia la quiere y está feliz", dijo el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a Ingrid Betancourt, quién manifestó que lloraba de alegría, al llegar a una base militar cerca de París dos días después de ser liberada tras casi seis años y medio de cautiverio en manos de las FARC.
"La esperábamos desde hace mucho tiempo. Toda Francia está impresionada de cómo vuelve, con esa sonrisa, esa fuerza", dijo el jefe de Estado, que minutos antes la había abrazado, al igual que su esposa, Carla Bruni, al pie de la escalerilla del avión oficial en el que viajo desde Bogotá la ex cautiva de la guerrilla colombiana.
"Le debo todo a Francia", señaló Betancourt mirando a Sarkozy, al que tomó la mano y dijo que había luchado mucho por ella, antes de recalcar que la "extraordinaria" operación del Ejército colombiano que permitió su liberación también es "fruto de vuestra lucha".
Sarkozy y su esposa abrazaron a Betancourt al pie de la escalerilla del avión, y los tres charlaron muy animados, riendo y sin que los micrófonos pudieran captar sus palabras.
La ex candidata a la Presidencia de Colombia, de 46 años, fue liberada el pasado miércoles, junto a otros catorce rehenes, tres de ellos estadounidenses.
Desde su llegada al Elíseo hace 14 meses, Sarkozy había multiplicado las iniciativas para lograr la liberación de Betancourt, aunque al final fue el Ejército colombiano el que lo consiguió, y que ha supuesto un triunfo para el jefe de Estado colombiano, Álvaro Uribe.
Después de la ceremonia de bienvenida en Villacoublay, Sarkozy y su esposa ofrecerán una recepción en el Elíseo para Betancourt, sus familiares, los miembros de los comités de apoyo que lucharon por su liberación, y personalidades políticas y del mundo del espectáculo.
Mañana, Ingrid Betancourt se someterá a una serie de exámenes médicos en un hospital militar de París.
Viernes, 4 de julio de 2008