Un asunto que históricamente surgió asociado al del polémico punto G —del que hablábamos hace pocos días— es el de la eyaculación femenina. Tratándose de una estructura en el interior de la vagina, el punto G resulta polémico y esquivo a su detección. En cambio, la eyaculación femenina es un hecho claro para las mujeres que la experimentan.
Por M. PÉREZ, J. J. BORRÁS Y X. ZUBIETA
Un asunto que históricamente surgió asociado al del polémico punto G —del que hablábamos hace pocos días— es el de la eyaculación femenina. Tratándose de una estructura en el interior de la vagina, el punto G resulta polémico y esquivo a su detección. En cambio, la eyaculación femenina es un hecho claro para las mujeres que la experimentan. No obstante, los investigadores se han dividido entre los que consideran que se trata de un fluido eyectado como consecuencia de cierto grado de incontinencia urinaria (Kinsey, 1953; Masters and Johnson, 1988; Bohlen, 1982; Kaplan, 1983; Goldberg et al., 1983; Alzate, 1985; etc.) y los que aprecian que, durante la respuesta sexual de la mujer, se produce la emisión de un fluido distinto a la lubricación vaginal (Grafenberg, 1950; Sevely & Bennet, 1978; Belzer et al., 1981; Addiego et al.; 1981; Sensabaugh & Kahane, 1982; Belzer et al., 1984; Zaviavic et al., 1984; Stifer, 1987; etcétera.)
M. A. Martín
Como terapeutas sexuales, escuchamos las experiencias de mujeres sobre su eyaculación. La característica común es la inquietud sobre la normalidad o no del hecho, y muchas veces una angustiosa duda sobre su posible incontinencia al, literalmente, "mojar la cama" en el momento de orgasmar. Ilustra la situación el relato que nos hizo una mujer que nos planteaba sus dudas en una consulta online:
Soy una mujer de 29 años, casada, y tengo hace mucho tiempo una gran duda, que he hablado a veces con algunas amigas, pero a ninguna le pasaba eso y no sé si es o no normal. La cuestión es que, durante el acto sexual, hay momentos (que para mí son de máximo placer) en los que yo vierto un liquido (no sé si es orina, flujo o qué es), la cosa es que las sábanas se llegan hasta a mojar. Mi pareja me dice que él nota como un fluido que me sale, pero a él no le desagrada, le gusta. Además, así sabe también cuándo es que a mí más me gusta. No sé si es como si yo, vulgarmente hablando, me "corriera". No es que me preocupe, porque yo disfruto del sexo, pero sí me intriga bastante y me gustaría saber si es normal o soy algo rara, porque creo que a nadie le pasa eso. A mí me han contado que lo normal es lubricar y cuanto más mejor, pero a nadie le pasa que lubrique tanto hasta el punto de llegar a mojar y todo…
La eyaculación femenina no está suficientemente estudiada. Investigaciones que se han centrado en dicho fenómeno le atribuyen frecuencias dispares: 10% (Whipple & Perry, 1981); 14% (Bullough et al., 1984); 40% (Darling, Davidson and Conway Welch, 1990) y 6% (Kratochvil, 1994). En 1982, Alice Khan Ladas, Beverly Whipple y John D. Perry, al publicar su famoso libro sobre el punto G, describieron a las "mujeres G" como orgásmicas con el coito, y con frecuencia multiorgásmicas y eyaculadoras. No disponemos de datos para poder asegurar que la eyaculación sea un fenómeno exclusivo de mujeres con punto G; es más, si bien el punto G necesita más investigación, la eyaculación femenina, como decimos, sí que es un hecho que venimos constatando en la clínica.
Algunas mujeres refieren su temor por llegar a "orinarse" si orgasman por estimulación directa del clítoris, cosa que no les ocurre si el orgasmo es coital. Contradicen así que se trata de mujeres G. Lo más frecuente entre las mujeres que experimentan la emisión de fluido es que éste se produzca asociada al orgasmo, con independencia de que éste se alcance durante el coito o por estimulación del clítoris. Asimismo suelen comentar que la cantidad de emisión es intensa cuando han pasado mucho tiempo sin orgasmar, pero conforme incrementan frecuencia de orgasmos, va disminuyendo la emisión hasta prácticamente desaparecer.
Las hipótesis más plausibles planteadas hasta la fecha suponen que algunas mujeres disponen —genéticamente— de estructuras de drenaje vulvares más desarrolladas y activas. Son similares a las glándulas prostáticas masculinas y están constituidas por las glándulas uretrales (que drenan a la uretra), las glándulas parauretrales (que drenan alrededor del meato uretral) y las glándulas de Skene (yuxtauretrales) que drenan por debajo del meato urinario. En conjunto constituyen lo que en ocasiones se ha denominado como próstata femenina. Desde este punto de vista, la llamada próstata femenina es activa durante el orgasmo, emitiendo más o menos cantidad de fluido a la uretra. Tal es así que las variaciones apreciadas por las mujeres, desde las que no eyaculan hasta las que "mojan la cama", dependen de la cantidad eliminada la exterior y la apreciación subjetiva del mismo.
Aunque no sea percibida como eyaculación, probablemente la emisión de fluido asociada a la excitación y orgasmo de la mujer es un fenómeno bastante generalizado, por lo que muchas pueden tranquilizarse y despejar mitos sobre "superhembras" eyaculadoras. Y ésta es nuestra recomendación para cualquier mujer que la experimente: relájate y disfruta, no tienes un problema, tienes una peculiaridad que incluso puede suponer una facilidad para el disfrute del placer sexual…
Jueves, 21 de mayo de 2009