Un tema recurrente en el sexo es el del tamaño del pene, y sabemos que preocupa bastante a más de un varón. A consulta suelen acudir hombres que se sienten angustiados al pensar que su pene es pequeño. En la gran mayoría de casos, su preocupación se debe más a una percepción subjetiva que a la realidad. También hemos atendido a varones que, debido a las grandes dimensiones de su miembro, tienen problemas reales porque pueden causar daño fácilmente a su pareja a la hora del coito. Tuvimos un paciente joven que sufría porque no encontraba preservativos lo suficientemente grandes, por ejemplo.
M. A. Martín
Aparte de las cuestiones prácticas, el erotismo de las relaciones sexuales conjuga una serie de factores. Por un lado y de forma bastante fundamental, se encuentra el autoconcepto y la autoestima de cada persona. La cuestión del tamaño y la apariencia de los genitales suele ser de importancia para la mayoría de la gente. Esto no quiere decir que se convierta necesariamente en algo negativo o que tenga que limitar la vida sexual. De hecho, hemos tenido la oportunidad de conocer a muchísimas personas que sacan el mayor provecho posible de sus relaciones sexuales. Ello, independientemente del tamaño que tienen sus genitales o de las dimensiones de las distintas partes de su cuerpo, simplemente tienen un sano autoconcepto y una buena autoestima.
Es cierto que el tamaño del pene, de los labios de la vagina, de las caderas o de los senos femeninos, por poner algunos ejemplos, suelen actuar como señales y resultan estimulantes. El efecto psicológico de ver y tocar alguna de estas partes tiene un notable poder de excitación. Y muy probablemente es por esta misma razón que tiende a dársele tanta importancia a su tamaño. Huelga decir que para gustos colores, y que habrá personas que prefieran ver y tocar dichas partes erógenas de dimensiones mucho más discretas.
Asimismo, una persona que realiza una felación a un hombre con un pene de dimensiones considerables puede catapultar sus fantasías eróticas y experimentar un gran placer. Lo mismo ocurre con algunos varones que ansían tocar, lamer, mordisquear... unos grandes pechos femeninos. Recordemos que los sentidos de la vista y el tacto son importantes en el proceso de excitación, pero cada persona cuenta con sus propios códigos y a veces son otros sentidos los que más se activan.
En el coito sólo un porcentaje pequeño de varones tienen que preocuparse objetivamente por el tamaño del pene. No son muy comunes los casos de "micropenes". Teniendo en cuenta que se considera micropene el que no alcanza los siete centímetros en erección, a partir de esas medidas un miembro puede penetrar la vagina o el ano sin mayores contratiempos. Ciertamente también hay penes que, por su longitud o grosor, pueden suponer un problema a la hora de la penetración. Teniendo en cuenta estas consideraciones, es recomendable potenciar el placer variando los ángulos de penetración y cambiando las posturas. Algunas de éstas permiten que la penetración sea más profunda, o menos, según interese. Se puede tomar en cuenta que hay ángulos de penetración que consiguen estimular los puntos deseables. Si la pareja encuentra sus puntos de estimulación en el coito, será más fácil derivar placer y llegar al orgasmo. En efecto, conociendo estos puntos de estimulación, también es posible demorar el orgasmo y prolongar así las relaciones sexuales.
Martes, 26 de mayo de 2009