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Sexualidad
Por unas eyaculaciones plácidas y pausadas
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Sábado, 30 de mayo de 2009

Uno de los motivos de consulta sexológica más comunes para los varones es la eyaculación precoz. Se podría decir que, junto con la disfunción eréctil, es éste uno de los problemas sexuales que más aquejan a la población masculina en general. Aunque creemos que no existe un perfil único del varón que padece eyaculación precoz, en muchos casos es posible encontrar algunos rasgos en común. Se trata de un problema que muchas veces se produce en varones que han tenido un aprendizaje inadecuado en torno a la masturbación.
Por M. PÉREZ, J. J. BORRÁS Y X. ZUBIETA (SOITU.ES)


A diferencia de las mujeres, una buena cantidad de hombres empieza a masturbarse en la adolescencia. Con frecuencia coinciden dos factores: por un lado, el adolescente tiene las hormonas revolucionadas y, por el otro, carece de información sexual suficiente y adecuada. Por lo tanto, no es difícil imaginar una situación en la que el joven varón se siente muy excitado al tiempo que la posibilidad de masturbarse le produce algún conflicto, como sentimientos de culpa e incomodidad.

Es así como algunos varones se inician en la práctica de la masturbación con mucha aprehensión. Entonces no tienen mucha idea de la sexualidad en general, ya sea masculina o femenina, y sus prioridades en ese momento pueden ser simplemente el mantener la masturbación en secreto. Esto muchas veces puede ocasionar que el joven se masturbe en condiciones desfavorables. En ese momento sus prioridades están claras: conseguir el placer eyaculatorio y evitar que alguien se entere de dicha actividad sexual. En realidad, esto en muchos casos forma los cimientos de la eyaculación precoz como disfunción sexual.

Una parte considerable del problema que experimenta el hombre con eyaculación precoz es la falta de control. Siente que la eyaculación le llega sin que él pueda hacer nada para demorarla, aplazarla o sentir que puede variar su latencia. Se puede decir que para estos varones resulta muy difícil discriminar el "punto de no retorno", es decir, el punto a partir del cual la eyaculación es inminente. Una vez pasado dicho punto, no puede evitarse que llegue la eyaculación en cuestión de instantes.

Además, puede contribuir a la confusión y al caos el grado de ansiedad que pueda estar sintiendo la persona. Imaginemos que si piensa que está realizando algo que no debía y que le pueden sorprender, su grado de ansiedad irá en aumento. En esa fase, no suele haber conciencia de la eyaculación precoz como problema, pero, cuando sí la hay, la anticipación de ésta puede hacer que la ansiedad aumente. Es éste el caso especialmente cuando existe una pareja que puede considerar frustrante esta falta de control en la eyaculación.

No todos los varones que llegan a la consulta sexológica aquejados de eyaculación precoz realmente la padecen. Estamos hablando de una cuestión de tiempo y algunos simplemente desearían poder retardar la eyaculación al máximo. Está claro que si esta situación dificulta o imposibilita la realización del coito debe buscarse la ayuda de un sexólogo. La eyaculación precoz en consulta generalmente es uno de los problemas más sencillos de solucionar.

En cualquier caso, lo más recomendable para el varón es aprender a masturbarse adecuadamente. Es mejor asegurarse de que tenemos tiempo para el placer. Masturbarse es sano y un placer al alcance de la mayoría de personas. Desde la adolescencia es importante que el varón se acostumbre a masturbarse plácida y pausadamente.


Sábado, 30 de mayo de 2009

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