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Política - Efemérides
A 74 años del primer triunfo de Juan Domingo Perón. Un triunfo que cambió la vida de los argentinos
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Lunes, 24 de febrero de 2020

(24-2-18): Hace setenta y cuatro años, un 24 de febrero de 1946, ocurrió un hecho inédito en la historia política de los argentinos. Ese día, se produjo el primer triunfo electoral de quien se constituiría a lo largo de casi tres décadas en el meridiano de la vida política nacional: el general Juan Domingo Perón. Inédito, porque su triunfo electoral significó la irrupción política del naciente proletariado industrial (excluido por el sistema partidocrático liberal), y la legitimación por el voto popular del proceso revolucionario que se había iniciado el 4 de junio de 1943, cuando el entonces coronel Perón asumió la conducción de la Secretaría de Trabajo y Previsión de la Nación, y cuyo colofón fue la histórica movilización popular del 17 de octubre de 1945.



Hecho histórico y sin parangón que se convirtió en el punto de inflexión entre dos argentinas: una, la Argentina de la democracia formal viciada por el fraude y el contubernio, y signada por la dependencia neocolonial de la patria del capital extranjero; y la otra, la Argentina de la democracia social, la del ascenso político y social de la clase trabajadora, y de la nacionalización de los resortes estratégicos de la economía nacional, de la planificación de la economía y de la emancipación de los centros de poder del imperialismo de turno. Una Argentina ubicada en las antípodas del liberalismo oligárquico, del cual es hoy su continuidad el neoliberalismo en boga en nuestra Patria y en el resto de nuestra América Latina.

No tendría sentido evocar el triunfo electoral de Perón en los comicios del 24 de febrero de 1946, sin referir a los hechos históricos que llevaron a la confrontación electoral de dos modelos antagónicos de país: el agroexportador dependiente, y el nacionalizante del desarrollo industrial sustitutivo de importaciones. No fue fácil el triunfo electoral del naciente peronismo. Frente a sí, se alzó la totalidad de los epígonos de la partidocracia liberal (Américo y Rodolfo Ghioldi, Nicolás Repetto, Antonio Santamarina, Manuel Ordoñez, José Pascual Tamborini y Victorio Codovilla, entre otros), descaradamente liderado por el entonces embajador de Estados Unidos SpruilleBraden (un representante de los intereses de Nelson Rockefeller y de la plutocracia norteamericana), quien haciendo causa común con la prédica del Departamento de Estado norteamericano utilizó para desprestigiar al naciente peronismo el argumento baladí de la supuesta identidad nazi-fascista del entonces coronel Juan Perón. A esa campaña de descrédito se sumaría La Nación de los Mitre y La Prensa de los Gainza Paz, la juventud universitaria de la FUA y hasta la intelligentzia del Grupo Sur. Eran los tiempos en que Jorge Luis Borges, acompañaba a la Sociedad Rural y a la Unión Industrial Argentina diciendo que, no comprendía la demagogia del aguinaldo ("otro soborno fue el aguinaldo curiosa medida económica, según la cual se trabajan doce meses y se pagan trece. Esta ridícula y onerosa medida ha sido decorada con el título de conquista social", Jorge Luis Borges, mayo de 1971). No es nuestro objetivo la evocación nostálgica de un acontecimiento histórico sino, demostrar que, no existe conciliación política alguna entre pueblo y oligarquía, entre la liberación y la dependencia y que, la mentada "grieta" no es sino la resultante de una contradicción dialéctica con raíces históricas, provocada por aquellos que, desde siempre se ha opuesto a la justicia social.

Con dos partidos creados de apuros (el Partido Laborista y la Unión Cívica Radical Junta Renovadora), pero contando con el apoyo masivo de la clase trabajadora sindicalizada y de un sector importante de la clase media, el Gral. Perón se lanzó a la campaña electoral a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, afrontando el desafío del contubernio oligarco-imperialista: la fórmula de la Unión Cívica Radical: Taborini-Mosca, apoyada por la tristemente célebre Unión Democrática (Partido Conservador, Partido Socialista, Partido Demócrata Progresista y otros) y por el Dpto. de Estado norteamericano, cuya injerencia política había seguido los pasos de sus intervenciones lesivas para la soberanía nacional de los Estados latinoamericanos.

El 17 de febrero de 1946, en oportunidad de la proclamación de su candidatura presidencial, el Gral. Perón en un memorable discurso sintetizó lo crucial de una opción política que, no admitía actitudes dubitativas: "En mente de quienes concibieron y gestaron la revolución del 4 de junio estaba fija la idea de la redención social de nuestra Patria.
Este movimiento fue una chispa que el 17 de octubre encendió la hoguera en la que han de crepitar hasta consumirse los restos del feudalismo que aún asoma por tierra americana. Hemos venido a terminar con una moral social que permitía que los trabajadores tuviesen para comer sólo lo que se les diera por voluntad patronal y no por deber impuesto por la justicia distributiva; si, por un designio fatal del destino, triunfaran las fuerzas organizadas de la represión, alentadas y dirigidas por SpruilleBraden, será una realidad terrible para los trabajadores argentinos la situación de angustia, miseria y oprobio que el mencionado ex embajador pretendió imponer, sin éxito, al pueblo cubano. En consecuencia, sepan quienes voten el 24 por la fórmula del contubernio oligárquico que, con ese acto entregan sencillamente, su voto al señor Braden. La disyuntiva, en esta hora trascendental, es ésta: o Braden o Perón. Por eso, glosando la inmortal frase de Roque Sáenz Peña, digo: sepa el pueblo votar".

Sería injusto no recordar, el invalorable aporte que significó para el triunfo electoral del Gral. Perón del 24 de febrero, el respaldo militante y espiritual de esa mujer extraordinaria que se llamó Eva Perón: verbo y mística de la revolución peronista. El 24 de febrero de 1946, la simbiosis política Perón-pueblo trabajador en un comicio cuya libertad fue garantizada por las FF AA, el general Perón obtuvo la mayoría electoral suficiente para que, el Colegio Electoral, lo catapultara por primera vez a la presidencia de la Nación, dando así inicio al único proceso revolucionario que conoció nuestra Patria y cuya matriz ideológica, política y cultural -profundamente enraizadas en nuestro pueblo- se proyecta a la Argentina de nuestros días para dar respuesta a un modelo neoliberal que, de espaldas a los intereses de nuestra Patria y de nuestro pueblo, nos está llevando aceleradamente hacia un pasado oprobioso de dependencia neocolonial y de injusticia social.


Lunes, 24 de febrero de 2020

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