El 4 de junio de 1946, Juan Domingo Perón prestó juramento como Presidente de la Nación en el Congreso, sin la presencia de los representantes de la oposición que, despechados por el triunfo de las fuerzas populares, no asistieron a la ceremonia demostrando su desprecio por el voto mayoritario.
El discurso inaugural del vencedor en los comicios ya delineaba los caminos de una revolución en marcha al declarar que había llegado a la más alta magistratura "por el consenso de voluntades que repudian la presión ajena, por el asentimiento de cuantos anhelan que la justicia prevalezca sobre el interés".
En su mensaje figuraban estas palabras: "Me siento el presidente de todos los argentinos, de mis amigos y de mis adversarios, de quienes me han acompañado y de quienes me han combatido".El general Juan Domingo Perón fue electo presidente de la República Argentina en 1946, 1951 y 1973. En todos los casos llegó a tan alto cargo por medio de elecciones democráticas.
Fue fundador y jefe político del Movimiento Justicialista que aún hoy, a 39 años de su muerte, continúa siendo la fuerza política mayoritaria de la República Argentina.
Perón dejó escritas múltiples obras (La Comunidad Organizada, Conducción Política y Modelo Argentino para un Proyecto Nacional, entre otras), donde expresa su filosofía y doctrina política, y que continúan siendo textos de consulta en el plano académico, aplicados a la vida política argentina y continental.
Como oficial joven ocupó diversos destinos militares dentro del país mientras fue ascendiendo en su carrera. Teniendo el grado de Capitán redactó trabajos sobre Moral Militar, Higiene Militar, Campañas del Alto Perú, El Frente Oriental de la Guerra Mundial de 1914. Estudios Estratégicos", que fueron adoptados como textos de estudio en las academias del Ejército. En 1930 ya era miembro del Estado Mayor del Ejército y Profesor Titular de "Historia Militar" en la Escuela Superior de Guerra.
Continuó publicando textos militares y también redactó un estudio sobre el idioma de los indios araucanos, originarios de la región patagónica, bajo el título Toponimia Patagónica de Etimología Araucana (1935). En 1936, con el grado de Mayor del Ejército, fue nombrado Agregado Militar en la Embajada Argentina en la República de Chile. Ese año ascendió al grado de Teniente Coronel. En 1937 publicó el estudio La Idea Estratégica y la Idea Operativa de San Martín en la Campaña de los Andes.
En 1939 integró la Misión de estudios en el extranjero que el Ejército Argentino envió a Europa, con residencia en Italia. Se especializó en Infantería de Montaña (alpinismo y esquí). Regresó a principios de 1940, luego de recorrer España, Alemania, Hungría, Francia, Yugoslavia y Albania. Fue destinado al Centro de Instrucción de Montaña (Mendoza) y en 1941 ascendió al grado de Coronel.
A partir de 1943 su vida militar comenzó a converger hacia la política, que lo iba a absorber totalmente hasta su muerte.
El 4 de junio de 1943, Perón participó en la Revolución militar que terminó un proceso de fraude y corrupción política, iniciado con el golpe militar de 1930, que había desplazado del poder al Presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, perteneciente al partido Unión Cívica Radical. Perón tenía el grado de Coronel y formaba parte de un grupo de oficiales organizados denominada GOU (Grupo Oficiales Unidos) que sostenía un pensamiento nacionalista y de recuperación ética.
Perón comenzó ocupando cargos menores. En octubre de 1943, solicitó desempeñarse en el Departamento Nacional del Trabajo, un modesto organismo dedicado a los asuntos laborales y sindicales.
El joven coronel inició, desde este lugar, su contacto con la clase trabajadora argentina, adentrándose en sus problemas y necesidades. Convirtió al modesto organismo en Secretaría de Trabajo y Previsión, amplió sus facultades y asumió su nueva titularidad el 10 de diciembre de 1943. Desde allí impulsó la organización de los trabajadores en sindicatos, transmitiéndole al movimiento obrero una visión reivindicatoria y nacional del trabajo y promovió una legislación protectora inspirada en los principios de justicia social, difundidos, entre otras fuentes, por las Encíclicas papales.
A principios de 1944 conoció a María Eva Duarte que sería su esposa y a quién la historia ha inmortalizado con el nombre de Evita.
Por su desempeño en la Secretaría de Trabajo y Previsión comenzó a crecer la popularidad de Perón en la clase trabajadora, lo cual despertó desconfianza en muchos de los mandos del Ejército, que mantenían una concepción conservadora y elitista de la sociedad argentina. A tal punto llegó esta situación que, pese a estar desempeñando en 1945 los cargos de Vicepresidente y Ministro de Guerra, el Coronel Perón fue obligado a renunciar a todas sus funciones el 10 de octubre de ese año. El día 13 fue llevado detenido a la Isla Martín García (situada en el Río de La Plata, frente a la ciudad de Buenos Aires).
Una vez conocida por los trabajadores la noticia de la detención de Perón, se declaró una huelga general espontánea en todo el país. Contingentes obreros comenzaron a marchar hacia la Casa de Gobierno, en la ciudad de Buenos Aires, cubriendo la Plaza de Mayo con una multitud que reclamaba su libertad.
Fue el 17 de octubre de 1945. Al anochecer de ese día y ante la presión popular, Perón fue puesto en libertad y convocado por los propios gobernantes militares a hablar a la multitud para calmarla. Perón así lo hizo, pidió su retiro del Ejército y convertido en ex-militar se lanzó a la vida política. Tenía 50 años de edad. Ese mismo mes de octubre contrajo matrimonio con Eva Perón.
El gobierno militar, debilitado por los acontecimientos, convocó a elecciones presidenciales para el 24 de febrero de 1946. Perón, con apenas cuatro meses de tiempo, presentó su candidatura con la fórmula Perón-Quijano y organizó sus bases políticas de apoyo que fueron los trabajadores, sectores independientes y desprendimientos progresistas de los partidos tradicionales como la Unión Cívica Radical, el Partido Conservador y el Partido Socialista, expresándoles al pueblo argentino: “En el cuarto oscuro somos libres, nadie nos está mirando”. Su adversario fue un frente político denominado "Unión Democrática", conformado por los sectores más conservadores de la sociedad en alianza con la izquierda internacionalista, como el Partido Comunista, y apoyado abiertamente por el embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, señor Spruille Braden. La disyuntiva fue "Braden o Perón".
Perón triunfó en las elecciones con el 52 por ciento de los votos y asumió la Presidencia de la Nación el 4 de junio de 1946. Ya en el Gobierno fundó el Movimiento Peronista. Comenzó una gestión de fuerte preocupación nacional y social, y de cambios en la vieja estructura conservadora de nuestro País.
Una revolución se hace para implantar la justicia entre los hombres, en la medida de las posibilidades de la época. Esa justicia se establece para que todos tengan iguales posibilidades y se les respeten iguales derechos. En síntesis, para vivir mejor y crear juntos una comunidad más humana: ésa es la Patria grande y el Pueblo feliz del Justicialismo.
El peronismo no se asentó en nuestra Patria para dar explicaciones racionales a los satisfechos, sino para atender, antes que nada, las necesidades básicas de los necesitados. Así, al reconocerlos en lo más hondo de su condición humana, los hizo participar de los bienes de una civilización que ellos creaban. Los liberó de la esclavitud de sus privaciones, y les reconoció el derecho a ser felices. Por eso, los dignificó y su adoctrinamiento no fue más que ése: los hizo artífices de su propio destino. Cuando un ser humano llega a esa situación, ya está en posesión de los medios que le permiten ser una persona y no un animal de trabajo.
La persistente lealtad de esos trabajadores desde el llano, a la par que el antiperonismo se hacía cada vez más minoritario y sin otra propuesta que “no ser”, fue creando las condiciones para el adoctrinamiento del otro gran sector social de nuestro Pueblo: la clase media.
También ella se adoctrinó en los hechos y no en las palabras, en la evidencia de no tener futuro en un país que, sometido a un proyecto que trataba de obviar la realidad, no se realizaba y trababa la realización de todos. Entre la sociedad que caducó en 1943 y la que nació en 1945, por fin, nuestro Pueblo elegía, no ya mayoritariamente sino abrumadoramente, el futuro. Estaban creadas las condiciones para que Perón, con un proyecto para toda la Nación, condujera a la toma del poder. Hoy el desafío sigue siendo el mismo, los jóvenes ante todo tendrán el desafío del ahora y el futuro de continuar con la lucha para lograr una Argentina mas justa para todos, y una vida con dignidad y justicia para los hombres y mujeres que habiten éste bendito suelo argentino.
Agrupación: Arturo Jauretche: 4 de Junio de 2009
Jueves, 4 de junio de 2009