Las poses sexuales en las que la mujer queda arriba figuran en el top ranking masculino (y en el nuestro también, por supuesto). ¿Querés saber por qué? Enterate de todo en esta nota y después no dejes de comprobarlo en tu cama.
LO QUE LA HACE FABULOSA ES QUE...
Estás sentada en el lugar del conductor
Cuando te ubicás sobre tu chico durante una relación, tus músculos PC (esos que fruncís para no hacer pis o cuando hacés ejercicios Kegels) automáticamente se tensan, volviendo todo el encuentro mucho más placentero para los dos. Según Diana Resnicoff, sexóloga clínica y titular de www.e-sexualidad.com, “al aumentar la fricción en la zona el encuentro se vulve mas intenso para los dos. Pero, además, al quedar totalmente a cargo de cuestiones tales como el ángulo, ritmo e intensidad de la penetración, ella es quien de verdad ejerce el máximo control”. En este sentido, un buen comienzo pasa por permitirle entrar en vos... pero sólo un poquito, como para que le quede claro quién lleva la batuta esta vez. ¿La razón? La mayoría de las mujeres experimentamos las sensaciones más fuertes sólo en el primer tercio de la vagina. No tiene demasiado sentido avanzar hacia las profundidades inmediatamente. Aprovechá para darte el gusto y hacele sentir todo tu poder. Cuando llegue el momento de pasar a algo más intenso, pedile que se siente y ubicate sobre él, con tus dos piernas rodeando su cadera y tus dos brazos cruzados a la altura de su nuca. Esta pose, además de resultar inquietantemente íntima, permite una penetración de máximo contacto e hiperplacentera: al dejarlos cara a cara, pueden besarse y mimarse como más y mejor se les ocurra.
LO QUE LA HACE FABULOSA ES QUE...
Él tiene libre acceso a tus puntos hot
Para llegar al orgasmo, las mujeres necesitamos, por lo general, estimulación adecuada y continua en , al menos , una de nuestras dos principales zonas erógenas: el clítoris y el Punto G. Y, ciertamente, la de la mujer arriba es una de esas posturas que garantizan una explosión orgásmica. “No por casualidad esta postura es la favorita de las mujeres: saben que sí o sí alcanzan el orgasmo. Pero, para eso, el varón debe estar acostado boca arriba y ella prácticamente sentada sobre él, en una pose que permita que el clítoris se roce todo el tiempo contra el hueso del pubis”, detalla la sexóloga Celia Laniado. En esta posición, además, él puede jugar a gusto con tus lolas, tu cola “e incluso con el área del perineo (la franja que va desde tu vagina hasta el ano), que produce sensaciones muy gozosas y excitantes, sobre todo porque no estamos habituadas a ellas”, explica la especialista. Para obtener estimulación clitoridiana extra cuando estés en el asiento de la conductora, pedile que se acueste boca arriba y luego acostate sobre él de modo tal que las pelvis queden alineadas y tus piernas colocadas por afuera de las suyas. Podés poner tus manos sobre sus hombros y moverte hacia arriba y hacia abajo. De esta forma, tu clítoris se rozará de lleno contra su hueso púbico y eso, en fin... ya sabrás en qué termina. ¿O no?
LO QUE LA HACE FABULOSA ES QUE...
Él puede darte una gran mano
Cuando quedás del lado de arriba, tu chico puede manipular tu clítoris cual relojero suizo, probando estímulos y “cositas” varias. Pero, además, el hecho de quedar así de expuesta lo autoriza a recorrer todo tu territorio sin ninguna clase de restricción: lolas, pancita, cuello... Si él tiene la habilidad de estimular esas áreas durante la penetración, el Gran Oooh está prácticamente a la vuelta de la esquina. Podés, por ejemplo, pedirle que deslice sus manos desde tus clavículas hasta el ombligo, bajando muy lentamente y con un ritmo sensual (haciendo paradas intermedias donde más le guste). “Lo bueno de esta pose es que, además, el hombre puede maniobrar a la mujer con mucha mayor facilidad, ya sea tomándola por la cadera o por la cintura. Y, a pedido de su compañera, también estimulará las áreas que a ella le resulten más placenteras”, precisa Laniado. Por tu parte, vos podés devolverle las atenciones dibujando con tus dedos y uñas redondeles y espirales sobre su torso. Sí o sí, detenete al llegar al ombligo. Te garantizamos que una sensación electrizante recorrerá el resto del camino hasta su ya sabés qué.
LO QUE LA HACE FABULOSA ES QUE...
No se va a olvidar de esa escena nunca más
“Si bien no todos los hombres se enloquecen con una postura en la que la mujer asume un rol tan activo, mirar les gusta... y mucho. Por eso terminan diciendo que sí”, asegura Resnicoff. Para brindarle un recuerdo óptico que no podrá olvidar muy fácilmente, hacé lo siguiente: trepate a su pubis y echate sobre él hasta que lo sientas bien ubicado dentro de vos. Después, elevate hasta los 45 grados de modo tal que pueda pispear tu escote saltarín en plena acción (apoyá tus manos en su pecho o bien a los costados para no caerte). Si además de esto te tocás en tus zonas críticas, vas a ver cómo de sus ojos comienzan a brotar ya no chispitas, sino verdaderas llamaradas. Después, podés galopar o bien imprimirle a todo el asunto un movimiento circular. Si estás en tu día “freak”, dale la espalda, echate hacia adelante y lográ que terminen haciendo un inesperado perrito. Seguro que esa visión pasará a formar parte del álbum mental de las imágenes más sexies y estimulantes que vio en su vida.
Viernes, 3 de julio de 2009