El punto G que se encuentra a tres centímetros del exterior de la vagina, es una zona erógena extremadamente sensible al placer erótico, segrega una sustancia inodora y blanquecina parecida a la que produce la próstata masculina y experimenta en sus tejidos una erección similar a la del glande masculino.
Esta sustancia blanquecina es fácil de diferenciarla del líquido que lubrica la vagina debido a que esta se expulsa a chorro y en cantidades superiores. Se establece que hasta un 40% de las mujeres experimentan este tipo de liberación de fluidos.
Aunque el punto G tiene el mismo origen embriológico que el clítoris, solo es posible percibirla cuando la mujer se encuentra en estado de excitación debido a que es en ese momento cuando se produce una hinchazón que ayuda a facilitar su ubicación, una estimulación correcta producirá un orgasmo mas rápido, de efectos prolongados y mayor número de repetición.
Ubicar el punto G requiere de ciertas prácticas sexuales que muchas veces son reprimidas debido a la represión social, como se ha demostrado que no todas las mujeres poseen este punto, la mejor forma de ubicarlo es a través de la masturbación explorando con los dedos la pared anterior de la vagina y ejerciendo presión sobre ella hasta ubicar una protuberancia que se hinchara y producirá un liquido inodoro.
POSTURAS PARA UNA MEJOR ESTIMULACIÓN:
Cuando la vagina queda en posición vertical al suelo y la mujer se recarga sobre manos y rodillas, en esta posición la gravedad beneficia a la vaso dilatación, el pene presiona la pared frontal de la vagina y se produce un mayor aporte sanguíneo a la zona.
La expulsión de líquido que se da luego de la excitación de esta zona es parecido a la función de orinar. Es muy importante que la mujer conozca su sexualidad, que comunique las sensaciones placenteras a su pareja, así podrá conocer esta otra forma de alcanzar el orgasmo.
El beneficio del ejercicio:
Para dar fortaleza al músculo pubococcigeno que ayudará a la estimulación del punto G, se debe realizar ejercicios diarios de 10 contracciones de los músculos vaginales, contrayendo el esfinger uretral, este ejercicio se lo realiza a cualquier hora y lugar.
En el momento en que la mujer se encuentre en la etapa del coito podrá ejercitar a su voluntad el tono muscular de la vagina, esto ayudará a sostener mejor al pene y por ende obtener mayor placer durante el sexo.
Jueves, 6 de agosto de 2009