Si en un hombre la erección es indispensable para tener un orgasmo, en el caso de las mujeres existen tres fases de cumplimiento obligatorio. Para que puedas experimentar un orgasmo, es indispensable que haya deseo, excitación y humedad en la zona de los órganos genitales.

Así que vamos a ponernos manos a la obra para que se cumplan las tres llaves que abren las puertas del paraíso femenino.

El estrés, el agotamiento, las preocupaciones, las enfermedades, la rutina... son factores que limitan el deseo sexual femenino. Para reavivar la pasión y hacer que la libido fluya de nuevo, es importante que exista una comunicación con la pareja, retomar los preliminares como una forma de ir calentando los motores y sobre todo romper con la monotonía sexual.

Prueba un cambio de escenario, atrévete a experimentar posturas nuevas, renueva tu fondo de armario más íntimo...

Los preliminares, los mimos, las caricias... son indispensables para ir excitando. Getty Images
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Excitación máxima

Al igual que los hombres, las mujeres también necesitamos tener una erección para poder llegar al orgasmo. Por mucho deseo que haya, es indispensable que el clítoris esté en estado de excitación. Es decir, que haya un mayor flujo de sangre hacia la pelvis que permita la congestión de la vagina, útero y clítoris. De esta manera, se permite una penetración más placentera, más sencilla y sin dolor.

Deja que explore las zonas más erógenas de tu anatomía. Tú te pondrás como una moto.



Miércoles, 12 de agosto de 2009