Artista incomparable. Creador de innumerables composiciones que se han transformado en clásicos de la música chamamecera. Su talento dejó un inmenso legado y su nombre es casi sinónimo de Corrientes.
Este año se van a cumplir 35 años de la partida de don Mario del Tránsito Cocomarola, El Taita del Chamamé. Se fue un 19 de septiembre de 1974, fecha que se estableció luego como Día del Chamamé, en honor a su talento y legado, que está cercano a las 400 composiciones. Pero, la historia de este legendario exponente de la música correntina, comenzó un día como hoy, del año 1918, en el Paraje El Albardón, departamento San Cosme. Por eso, este recuerdo de su vida, a modo de homenaje.
Su enorme legado, se mantiene vivo, no sólo a través de las cientos de canciones a las que le puso melodía, sino también, en sus herederos. Su hijo Coquimarola, y ahora su nieto Gabriel, desanda los caminos de la música chamamecera llevando al escenario sus inmortales composiciones y haciendo honor a la herencia de sus sangre. Su hija Isabel, es la que lleva adelante la fundación que lleva su nombre.
Hijo de inmigrante
Como tantos hombres que han sobresalido en la historia del país y la provincia, Tránsito llevaba en sus venas sangre venida de otras lejanas tierras. Fue el cuarto hijo del matrimonio de Felipe Cocomarola, un inmigrante italiano, que llegó al país desde Capri, y de María Vicenta Aquino.
Se encontró con la música siendo un niño, ya que como juguete más preciado, tenía un pequeño acordeón que su padre había traído de su tierra.
Cuando Tránsito tenía 13 años comenzó su carrera profesional. Fue cuando murió su padre que decidió dedicarse de lleno a la música. Empezó tocando en lugares nocturnos, pero como aún era menor, tenía que disfrazarse para aparentar ser mayor, porque la presencia de menores estaba prohibida.
Los inicios
En sus primeros años, Tránsito integró distintos grupos. Un día, un ejecutivo de la grabadora “Odeón” descubrió su talento y lo invitó, junto con su grupo de entonces, a grabar por primera vez. La canción que eligió fue la que luego se convirtió en uno de sus clásicos: Laguna Totora.
Desde esa primera grabación, su camino por la música y los escenarios no se detuvo y fue alcanzando cada vez más notoriedad.
En cuanto a sus composiciones, fue incorporando nuevas propuestas, cuyas métricas y ritmos se escuchaban diferentes a las de los chamamés más tradicionales.
Dentro de sus casi 400 canciones, se encuentran grandes clásicos de la música chamamecera, incluido el tema que es considerado el himno de Corrientes: Kilómetro 11. Pero también se destacan, por mencionar sólo algunos, Puente Pexoa, Rincón dichoso y Retorno.
Cuatro décadas
En la década del treinta y cuarenta, don Tránsito integró varios conjuntos, entre ellos, Los hijos de Corrientes, Trío Típico Correntino, Los Kunumí y el Trío Taragüí.
Su primer disco, grabado en el año 1942, fue el puntapié inicial de una larga carrera como solista, que se prolongaría entonces, hasta el año de su muerte.
A lo largo de más de cuatro décadas de carrera, don Tránsito tocó junto con las grandes figuras chamameceras. Entre ellas: Roque L. González, Juan Ayala, Antonio Niz, el dúo Verón-Palacios, el dúo Vera-Lucero, el Trío Lisardo Cáceres-Evaristo Reyes-Hipólito Argentino Vargas. También acompañó a cantantes destacados: Gregorio Molina, Julio Godoy, Luis Soloaga, Ireneo Ramírez, Carlos Ramírez, Elpidio Verón Miño, Juan Ojeda y Alfredo Alejandro Almeida.
Tras una complicación durante una operación de vesícula, Don Mario del Tránsito, falleció el 19 de septiembre de 1974.
Sábado, 15 de agosto de 2009