Paso de los Libres (4-4-23): Rodolfo Martínez Llano no es un dirigente político, nunca lo fue, y, claro está, nunca lo será; sencillamente porque no dirige a nadie, no tiene votos ni seguidores, es apenas un empresario multimillonario que participa en política, y para ello no ahorra esfuerzos en ejercer las peores prácticas para lograr sus cometidos.
Por Gabriel Link –
En el pasado supo comprar lugares en las listas legislativas, mientras tanto construía un espacio de poder basado, no en presencia territorial, sino en la “apropiación” de jueces, fiscales, y medios de comunicación. Así, desde hace varios años ya ni siquiera necesita poner plata para obtener espacios de poder, ahora extorsiona con sus medios y sus operadores judiciales para lograr sus cometidos.
Tapar o hacer tapa
ML suele tener éxito, muchos políticos capitalinos ceden a sus “aprietes” por miedo a la exposición pública, Martínez Llano es una suerte de Antonio Stiuso de la política correntina, tiene carpetas para cada uno de sus adversarios citadinos, y a la hora de negociar todos saben que pueden quedar a merced de esas “carpetas”, que bien pueden terminar en la tapa de El Libertador, o bien pueden terminar en los juzgados de sus amigos.
Y lo hace como si estuviera limpio, porque esos mismos jueces que podría utilizar para manchar a otros le sirven a él para tapar sus fechorías, que son muchas, aunque poco conocidas. Rodolfo pertenece a una vieja casta política capitalina en la que la corrupción se negocia, “hoy por ti, mañana por mi”. Sin ir más lejos, hace solo unos días fue mencionado en un juicio en Chaco como presunto “contacto”, entre narcos y jueces.
Ayer Rodolfo cometió una de sus clásicas torpezas periodísticas, dedicó toda la contratapa del diario del domingo para denostar a un intendente del interior que, según la nota, ya no tiene poder dentro del partido. Al leerla, lo primero que uno se pregunta es ¿si Ascúa ya no tiene poder para qué ML le dedica la contratapa del domingo?
Viejo error de político viejo ese de “ningunear” al que uno no quiere, sin importar la valía que tenga. A Rodolfo Martínez Llano le hace falta un baño de actualización periodística tanto como uno de ética política.
Durante una de mis varias charlas privadas con el querido Fabián Ríos hubo una sola pregunta que nunca me supo/pudo/quiso responder, ¿por qué, en lugar de expulsarlo del partido, le siguen permitiendo a Martínez Llano sentarse en la mesa de negociaciones cada dos años?.
Es una pregunta que muchos nos hacemos desde hace años. ML hizo todo lo que pudo en contra del PJ cada vez que no le dieron todo lo que pidió; desde los clásicos “escraches” mediáticos hasta la judicialización de las decisiones tomadas por el partido. Hace más de dos décadas teje acuerdos con el Gobierno radical, basados en pauta y negocios; y JAMÁS utilizó su diario contra el supuesto adversario político con la crueldad con que SIEMPRE atacó a sus “compañeros”, cada vez que necesitó dirimir cuestiones internas.
Así opera…
Hoy, una vez más, el motivo de la contratapa dominguera tiene todo que ver con la interna, Rodolfo pretende para su sobrina, la senadora Carolina Martínez Llano, el lugar en la lista de senadores que, aparentemente Zabaleta ya le habría otorgado a Ascúa, reconociendo el peso específico que hoy tiene su figura en la contienda provincial. Un peso específico que nunca tendrá ML, sencillamente porque no tiene contacto con el pueblo peronista.
Cosas que no se compran
Por eso lo ataca, porque Tincho tiene todo lo que su dinero no puede comprar, elecciones ganadas (con su apellido encabezando lista) por el voto popular, buen nombre, incidencia en el territorio y protagonismo genuino.
Al igual que la mayoría de las plumas capitalinas, la prolija pluma de Rodolfo es cobarde, porque jamás firma con su nombre las notas en las que destila su odio hacia la dirigencia peronista; o bien utiliza un seudónimo o bien “suelta” las notas sin firma, a modo de editorial del diario que le pertenece.
Nada dice que Rodolfo Martínez Llano vaya a cambiar sus métodos extorsivos, por eso, resulta imprescindible, que la normalización del partido traiga consigo su rápida expulsión. Sobran los motivos.
Ejemplo que lo define
En la mencionada contratapa ML menciona a Angel Pardo como “ejemplo” del político que Tincho no es, y que bueno que no lo sea, porque lo que Rodolfo no menciona es que las discusiones de Pardo se dirimían a los tiros, o con una pistola arriba de la mesa de “debate” político; y tampoco menciona la nota que Ángel Pardo avergonzó a todo el pueblo libreño por haber sido uno de los senadores que cobró 300.000 dólares para votar la “Ley Banelco”, que no era otra cosa que la peor traición al pueblo peronista: la flexibilización laboral de los radicales para quitarles derechos a los trabajadores. Lo bien que hace Tincho al no seguir el ejemplo de Pardo, quien a lo largo de su vida política construyó una imagen tan oscura como la de Martínez Llano, y por eso jamás logró ser intendente de nuestra ciudad, porque una lista con su apellido jamás hubiera ganado una elección.
Ascúa sí lo logró, y tras gobernar de manera destacada durante cuatro años se impuso cómodamente al “imbatible” aparato radical para reelegirse por un nuevo período. Hoy es el intendente de la ciudad más importante gobernada por el peronismo correntino, y como tal es uno de los personajes más destacados del PJ provincial, le guste o no a Rodolfo Martínez Llano.
Ascúa ganó las tres elecciones en las que participó, como decía más arriba, siempre con su apellido en lo más alto de la boleta; Martínez Llano, como Pardo, nunca ganó una, y forma parte de esa rancia caterva de políticos gordos que pierden y pierden todas las elecciones de la capital, pero pretende desde su diario decirles a los demás lo que deben hacer, adjetivando los “cuando” y los “como”, y ejerciendo “de facto” una autoridad que el pueblo nunca le otorgó.
Y, al poder que otorgan las urnas, ninguna contratapa del Libertador lo puede refutar!
Martes, 4 de abril de 2023