La democratización de los medios de comunicación no debe ser presa de una resistencia obsoleta: derribar un tótem de la dictadura es una urgencia del pasado y permitir su vigencia, un atropello a la libertad de expresión.
La democratización de los medios de comunicación no debe ser presa de una resistencia obsoleta: derribar un tótem de la dictadura es una urgencia del pasado y permitir su vigencia, un atropello a la libertad de expresión.
El periodismo es la herramienta por la cual los bienes de la industria cultural no son precisamente utilidades del mercado, sino parte del bien común, compañero de la toma de decisiones de la sociedad. Negar a los trabajadores de prensa la posibilidad de una apertura de las voces, es ponerle un cepo a la honestidad intelectual. Más voces son más fuentes de información, mejores posibilidades de construir un relato informativo. Muchos relatos.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es el punto de partida a un espectro plural y democrático, a un basamento de libertad para el ejercicio de la comunicación social.
Hoy, la presencia dominante de la prédica mercantil en la difusión social hace del periodismo una usina de propaganda, un nicho de la obsecuencia, una afrenta a la libertad de pensamiento y de expresión.
La nueva ley es poner fin al discurso único, ofrece un cambio de mirada, abre la posibilidad de una perspectiva renovada y en especial, a nuevas fuentes de trabajo.
Desde este espacio, de ideas y palabras, de debate y crítica constructiva, comunicamos nuestra adhesión al proyecto oficial de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Porque la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual:
Garantiza un derecho humano universal: el derecho a la información y a la libertad de expresión
Impedirá la formación de monopolios y oligopolios.
Promoverá el pluralismo del espectro y de los servicios de comunicación audiovisual.
Permitirá el acceso a las entidades sin fines de lucro.
Garantizará y promoverá el trabajo local y argentino
Porque esperamos que esta sea la antesala, de una ley provincial que regule la distribución de la pauta publicitaria oficial, para evitar excesos, como los actuales, en una provincia en la que los índices de pobreza son alarmantes.
Que esta pauta publicitaria estatal esté condicionada al trabajo en blanco para los trabajadores de prensa y salarios dignos, de acuerdo a lo establecido en la escala nacional.
Adhieren:
Juan Laprovitta (El Litoral), Patricia Arrúa (Télam), Antonio Martínez Vidal (Radio Metropolitana), Fabián Vega (Radio Metropolitana), Joaquín Arqueros (Epoca), Jacinto Alvarez (Radio Metropolitana), Hernán Alvarez (La República- Agencia NA), Luis Alarcón (El Libertador), Diego Silva (independiente), Marcelo Burchisky (El Libertador), Raúl Acevedo (LT7- Multicanal), Camilo Kawerín (independiente) Susana Gómez (Comunicación Institucional), Juan Aguirre (La Red), Juan Pablo Faccioli (Epoca), Daniel Britez (LT7), Angeles D´Aveta (independiente), Francisco Maldonado (El Litoral), Diego Domínguez (La República), Ina Lomazzi (La República), Carlos Ferreyra (El Libertador), Guillermo González (El Libertador), Silvio Schivalochi (Radio Metropolitana), Juan Pablo Acuña (Epoca), Sebastián Bravo (independiente), Silvestre Fogel (La República), Andrea de los Reyes (todocorrientes.com), Walter Disanti (La República) y siguen las firmas.
Se suma además, la Asociación de Periodistas de Corrientes (APC) y el Centro de Comunicación Comunitaria.
Sábado, 10 de octubre de 2009