Bs. As. (21-7-24): Las inconsistencias cada vez más evidentes en la tarea del ministro de Economía, Luis Caputo, y el daño agravado que esto provoca en la confianza del sistema financiero son datos que no pasan desapercibidos. En estos días lo pusieron en relieve Cristina Fernández de Kirchner, Domingo Cavallo, Teodoro “Teddy” Karagozian y Martín Guzmán, entre otras figuras con poco en común.
La vice mueve fichas bajo la hipótesis de que la experiencia Caputo en algún momento se va a agotar y ella podrá presentarse como garante del orden público y de las concesiones.
Por Nicolás Lantos
También tomó nota Victoria Villarruel. Primera en la línea sucesoria, la vicepresidenta comenzó a mover fichas para contar con apoyo político y un plan económico en caso de que el experimento de Javier y Karina Milei colapse. En Casa Rosada tomaron nota y la pusieron en la mira. Las fuerzas del cielo se partieron en las redes sociales. El enfrentamiento seguirá escalando.
Villarruel tiene un proyecto político propio, autónomo y representa, a fin de cuentas, una amenaza para los Milei desde la campaña, sino antes. Ya entonces mostraba señales de independencia que causaban desconfianza en la hermana de su compañero de fórmula, siempre muy celosa de otras mujeres. Ahora son dos polos de poder en disputa. En esa pelea se cifra, acaso, el destino de este país.
La hipótesis sobre la que trabaja la vice, algo extendida en el círculo rojo, es que tarde o temprano la experiencia de Caputo se va a agotar, no sin antes pegar un cimbronazo. El reemplazo será Federico Sturzenegger o alguien de su equipo, que acelerará y profundizará un ajuste ortodoxo, postergando la salida de la recesión y causando una crisis social que va a manifestarse con violencia en las calles.
Allí es donde ella imagina una proyección como salida institucional, garante del orden público y de las concesiones realizadas por este gobierno en el DNU 70/23, la generosa ley de bases y el subsiguiente proceso de reforma y desregulación. Para prepararse de cara a un escenario así, recibió a dos importantes economistas del sistema, de esos que suenan en los Prode cada vez que hay recambio en el área.
Desde el Senado, Villarruel teje lazos con todos los bloques de legisladores y con varios gobernadores. Subterráneamente construye vínculos con sindicalistas y con empresarios. Su proyección contempla acuerdos amplios que van desde Mauricio Macri hasta sectores del peronismo. Si llegara el momento de asumir el Poder Ejecutivo quiere tener respaldo y quiere tener un plan.
Encuentra terreno fértil para crecer en el norte grande, territorio en disputa que tiene un padrón de tamaño similar al conurbano bonaerense. Allí Milei sumó muchos votos, pero ahora pegan más fuerte las políticas de austeridad. Villarruel visita con más frecuencia de lo que se sabe. Este fin de semana, Catamarca: Fiesta del Poncho, reunión con el gobernador Raúl Jalil y dos días de agenda privada.
Todavía no va a confrontar abiertamente con los Milei pero las señales están allí para quien quiera verlas. Su faltazo al Pacto de Mayo celebrado el 9 de Julio, en Tucumán, aduciendo un estado gripal, es doblemente significativo si al día siguiente participa del desfile militar. La resistencia que opone al tratamiento del pliego del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema también debe atenderse.
El último episodio de rebeldía de la vicepresidenta fue postear en sus redes sociales una diatriba nacionalista en supuesta defensa de Enzo Fernández, tras el escandalete que se armó durante los festejos por la Copa América por una canción de naturaleza paródica y letra racista, y las quejas posteriores por parte de la Federación Francesa de Fútbol respecto a esa conducta.
En su posteo, la vicepresidenta, que todos los 12 de octubre celebra el día de la Hispanidad, apuntó contra la naturaleza colonialista y la hipocresía de los franceses: “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas”, escribió y dejó fijado en la posición más visible de su perfil.
No es un mensaje muy diferente al que replicó el propio Milei en su cuenta, a partir de un posteo de un usuario anónimo que utilizó un tono más exaltado para decir algo similar: “Decir que Messi tiene que pedir disculpas a unos europeos colonizadores por una canción que encima dice la verdad es ir totalmente en contra de la ideología del Javo”. Pero Karina decidió que suene el escarmiento.
En vísperas de un viaje a Francia para presenciar la inauguración de los Juegos Olímpicos, con la perspectiva de una bilateral con el primer ministro Emmanuel Macron, decidió sobreactuar distancia. Sin que se entere la todavía canciller Diana Mondino, quien goza de cargo y sueldo pero ya no de atribuciones ni tareas, Karina gestionó un llamado y una visita a la embajada que llegó rápidamente a los titulares.
No debería pasar por alto el detalle que destacó Jon Heguier en El Destape: ante la consulta respecto a en condición de qué la secretaria general de la Presidencia acudía a una cita ante una representación extranjera, en la Casa Rosada le contestaron que fue “en condición de presidente”. El mensaje es claro: la desautorización a la vicepresidenta surge del más alto nivel.
Fue un gesto pensado más para la agenda local que para la diplomacia, ejecutado por la flamante jefa de Gabinete de Cancillería, Ursula Basset, que intervino la gestión de Mondino y responde directamente a Karina. Horas más tarde fue reforzado por el vocero, Manuel Adorni, y por el propio presidente, en una entrevista con Alejandro Fantino. Todos los cañones contra Villarruel.
La interna llegó a las redes, donde una parte de las cuentas que usualmente amplifican la agenda oficial decidió tomar partido por la vice. “A Villarruel la votamos, a Karina no” era el mensaje que se viralizó tanto que la cuenta que se le atribuye al propio Santiago Caputo tuvo que salir a bajar línea de madrugada y terminó amenazando de muerte a uno de los influencers que milita a su propio gobierno.
El tándem de Karina y Caputo sigue ocupando espacios en el gobierno. Además de la nueva estructura para la SIDE, donde se dará cobijo a varias capas geológicas de servicios de inteligencia, y del desembarco en Cancillería, se preparan para avanzar sobre algunas de las áreas que dependen del ministerio de Capital Humano que encabeza (es una forma de decir) Sandra Pettovello.
Son espacios que van a utilizarse el año que viene en la campaña electoral. El más importante es ANSES, que viene con caja y capilaridad territorial. Aunque en voz alta el gobierno apunta al objetivo improbable de alcanzar una mayoría en las elecciones, puertas adentro la meta es otra: el monopolio del voto de derecha. Que todos se alineen con Milei, tal como consiguió Trump en Estados Unidos.
Otro frente de esa interna tomó temperatura en los últimos días. Tiene que ver con las Fuerzas Armadas, que acumulan motivos de malestar. En primer lugar, desde diciembre se interrumpió el proceso de jerarquización salarial que había comenzado el gobierno del Frente de Todos. En segundo lugar porque horas después del desfile de 9 de julio les informaron que va a privatizarse la obra social IOSFA.
Sobre ese clima se montaron un reducido grupo de criminales condenados por delitos de lesa humanidad para volver a presionar al gobierno con la esperanza de que Milei acepte firmar el indulto que prepara el Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra. Para contener ese reclamo es que hubo seis diputados, muy cercanos Villarruel, que les hicieron una visita a principios de mes en el penal de Ezeiza.
Interpelado por otros legisladores oficialistas, el organizador de la excursión, el entrerriano Beltrán Benedit, publicó un texto en un grupo de whatsapp donde asegura que los condenados por delitos de lesa humanidad no son represores sino “excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista”, que “los cargos son inventados” por jueces que adscriben al “terrorismo marxista”.
La secuencia, que despertó repudio de todos los otros bloques y de parte de la propia bancada oficialista, también salpica a Karina porque sus dos principales alfiles en el Congreso, el presidente de la cámara de Diputados, Martín Menem, y el titular el bloque de la Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, tuvieron que dar el visto bueno para que la visita se realizara en una camioneta que pertenece al cuerpo.
Quizás por eso no hubo, desde el gobierno, ni siquiera una aclaración o una desautorización de los legisladores que participaron de esa visita a la cárcel. La laxitud contrastó especialmente con la dureza que mostraron, simultáneamente, con un asesor económico o con el ex subsecretario de Deportes, expulsado por pedir que Lionel Messi se disculpe en el corranlabolagate.
Es posible que los ecos de ese episodio persigan a Javier y Karina Milei en su nueva travesía transatlántica. Sucede que entre los militares que fueron reivindicados sobresale por su infamia Alfredo Astiz, condenado, entre otros crímenes aberrantes, por la desaparición de las ciudadanas francesas Alice Domon y Leonie Duquet. Es seguro que las novedades no pasaron desapercibidas en París.
Domingo, 21 de julio de 2024