Bs. As. (9-9-24): El portavoz del presidente Javier Milei, Manuel Adorni, encabeza una de las estructuras más voluminosas y expandidas del Poder Ejecutivo. Bajo su dirección, existen siete direcciones generales que coordinan distintas áreas clave para la difusión y manejo de la imagen presidencial. Estas direcciones incluyen: Transmisiones Presidenciales, Actividades Presidenciales, Vocería y Comunicación Directa, Comunicación Digital de la Presidencia de la Nación, Planeamiento y Seguimiento, Contenidos Audiovisuales e Imagen Institucional de Gobierno, y Publicidad Oficial.
El portavoz gestó una gigante estructura que incluye casi una veintena de reparticiones y más de 100 empleados. El millonario presupuesto en comunicación que contrasta con el Plan Motosierra.
Además, bajo el mando de estas direcciones generales, se despliegan catorce direcciones simples que abarcan un amplio rango de funciones específicas. Estas son: Producción y Difusión de Actos de Gobierno, Realización Audiovisual de la Presidencia de la Nación, Innovación y Nuevas Tecnologías, Comunicación de la Vocería, Operativa de Comunicación Digital de Presidencia de la Nación, Campañas, Información Pública y Enlace, Creativa, Redacción, Comunicación e Imagen Institucional, Producción Audiovisual, Planificación de Medios, Planificación Digital, y Supervisión Operativa.
La mini "empresa" de Adorni
Esta estructura, que se asemeja a una pequeña empresa por su tamaño y complejidad operativa, requiere una inversión mensual significativa. Se estima que la vocería de Adorni tiene un costo aproximado de 300 millones de pesos al mes, lo que equivale a un total de 3600 millones de pesos al año. Este monto incluye la contratación de 101 personas, distribuidas en diferentes cargos, desde directores y coordinadores hasta 29 asesores. El costo mensual destinado a recursos humanos alcanza los 132.500.000 pesos, cifra que podría incrementarse si se incluyen pagos por horas extras y otras unidades retributivas adicionales.
El despliegue de esta estructura adquiere especial relevancia en el marco de un ajuste feroz que afecta de manera directa a sectores vulnerables como jubilados y docentes. Mientras estos colectivos enfrentan recortes en sus ingresos y recursos, la magnitud del gasto destinado a la vocería presidencial contrasta de forma notable con la prédica de la motosierra que Milei desplegó durante la campaña y Adorni sostiene en sus conferencias matinales. El presupuesto asignado a sostener esta maquinaria comunicacional parece estar desalineado con las demandas de austeridad que el gobierno impone a la fuerza sobre quienes perciben salarios y pensiones modestas.
La importancia que el Gobierno le otorga a la comunicación institucional, representada por la estructura bajo el mando de Adorni, choca con la realidad de miles de trabajadores pauperizaos que ven cómo sus ingresos se deterioran frente a un ajuste económico implacable. El contraste expresa el sistema de prioridades gubernamentales en la asignación de los recursos públicos en un contexto de crisis generalizada.
Lunes, 9 de septiembre de 2024