La Federación Alemana reconoció un récord nacional de salto de altura logrado en 1936 por la atleta Gretel Bergmann, que fue denegado por el régimen nazi porque la saltadora, que aún vive en Nueva York, era judía.
Bergmann logró batir la plusmarca alemana saltando el listón a 1,60 metros, pero que lo consiguiera una mujer de su raza no sentó nada bien al régimen antisemita alemán.
Rápidamente movió los hilos para que semejante proeza de manos de un judío quedara borrada de la historia del deporte alemán, según el diario español AS.
El efecto fue inmediato. El gobierno de Hitler negó el récord de Bergmann y, no contento con eso, le impidió competir en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
Martes, 24 de noviembre de 2009