Rosario (27-4-25): En una reunión de las alimenticias de Copal se blanqueó un dólar a 1300 pesos para cubrirse de la volatilidad. La Mesa de Enlace, sentada sobre 18 mil millones de billetes verdes de la soja, no quiere vender y espera hasta los 1400 pesos. La bizarra reunión en la que los enviados de Caputo les rogaron que suelten los granos y les dijeron que Argentina será como Japón.
Por Leandro Renou
Más allá del intento oficial de instalación pública de un dólar con un precio cercano a los 1000 pesos, el poder económico ya maneja su propia divisa "Blue", a un valor bastante más elevado al que el Gobierno de Javier Milei apunta. Según supo Página 12, en dos rees que se dieron esta semana, una de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal) y otra de los productores e industriales del agro, se blanqueó que la planificación de gestión, operaciones y precios se está haciendo en base un dólar que estiman, en el corto plazo, costará 1300 y 1400 pesos, respectivamente.
Esa situación, además, quedó en evidencia en dos hechos: la tensión de precios post devaluación entre el Gobierno y las empresas del consumo masivo; y la especulación del campo con los granos de la soja por vender. Todo con el Ejecutivo y Hacienda forzando un dólar a 1000 pesos para tratar de evitar una disparada inflacionaria. Días atrás, en la sede de la Copal, donde se agrupan los gigantes de la alimentación, los fabricantes de bebidas sin alcohol, derivados de panificados, productores de cerveza y firmas de lácteos y quesos dialogaron sobre el nuevo escenario cambiario.
"¿Cuál es el dólar de referencia en la banda de flotación?", preguntó uno de los ceos. El consenso fue que no lo saben, pero que "el negocio cierra con un dólar en torno a los 1300 pesos". En esa mesa, un gerente de comercialización de una firma nacional grande admitió que cuando el crawling peg (las microdevaluaciones mensuales previas al cepo) era del 1 por ciento, "nosotros le sumábamos un punto más para calcular costos y precios". Es decir, ya veían que el dólar estaba atrasado. Un tercero, en tanto, volcó a la conversación una pregunta lógica: "si el dólar se va a 1000 pesos y el Gobierno tiene que empezar a comprar, ¿quién le va a vender a 1000 pesos si antes del cepo el financiero estaba en 1400 y ahora la flotación ya mostró que, en el mejor de los casos, vale 1200 pesos?". Atendible, el argumento.
Eso hizo, por caso, que las grandes firmas del aceite se sostengan en listas de precios del 9 por ciento enviadas a los supermercados. O que Coca Cola haya subido 20 por ciento por fuera de los híper. O bien las subas de más del 5 por ciento de Ayudín, que ya había aumentado pre salida del cepo. Quizás el Gobierno debería observar qué pasó con Sc Johnson, o con la misma Unilever, que le vendió al ministro Luis Caputo una baja en las listas y subió precios en los barrios. Los libertarios, cultores del libre mercado, se metieron sólos en una carrera con obstáculos contra los campeones mundiales de la disciplina.
Unas horas después de la reunión antes mencionada, el INDEC mostró con una estadística que es insustentable el valor de la divisa que pretende el Gobierno, aún contando la cualidad histórica de remarcación preventiva que tienen los privados. La balanza turística creció 100 por ciento en la cantidad de viajantes que fueron al exterior, contra una caída del 20 por ciento en el ingreso de extranjeros. El dato es previo a la salida del cepo, es decir, para una parte de la población ya era barato un dólar a 1400 pesos. Hoy es más barato, o más peligroso para el futuro. Mientras, los alimentos son más caros en dólares que hasta comparados con las latitudes más extremas.
Una bolsa con 18 mil millones de dólares
Tanto en los rubros agro industriales como entre los productores del campo, el valor del dólar que se menciona es 1400 pesos. Hoy, el sector está sentado arriba de 18 mil millones de dólares de la soja, 4000 de los cuales podrían venderse en el próximo mes y media. En síntesis, un breve análisis muestra que el atraso cambiario que generó el tándem Milei-Caputo los llevó al Fondo Monetario (FMI), cuando el agro tenía en sus manos, a una tasa menor, en menos tiempo y de manera más directa, casi los mismos dólares que los que tomó el Gobierno hipotecando el futuro con más deuda externa.
¿Qué pasará, entonces, con los 14 mil millones de dólares de soja sin vender? "No salen del silo antes de que suba el dólar o se bajen las retenciones", puntualizó un productor pampeano en los grupos de Whatsapp del agro Gurú Agro y Gurú Ganadero. En ese chat está, entre otros, Santiago del Solar Dorrego, ex funcionario de Agricultura en los años de Mauricio Macri, que baja línea para que el campo no mueva nada hasta que haya una mejora cambiaria. En esa misma línea está Pablo Torello, ex diputado del PRO y dueño de campos, quien suele intervenir en esos grupos y hasta es picante con el Gobierno en X.
Los apóstoles del "dólar fake"
En este marco, como adelantó este diario, Caputo mandó a los apóstoles del dólar "fake" a Rosario este viernes. Federico Furiase, Martín Vauthier y Felipe Núñez, tres jovenes entusiastas que ladean al ministro -y que, como él, involucionaron del macrismo conservador y temeroso de buenos modales a niveles de radicalización libertaria pocas veces vistos-, se llegaron hasta el primer remate de soja en la Bolsa de Cereales a predicar que el Gobierno busca un dólar a 1000 pesos y que, de todos modos, el campo debe soltar los granos aún a un valor que no les conviene. Es el eslógan que les venden a todos los sectores económicos.
Lo que pasó allí es inédito. Los popes de la Mesa de Enlace, entre ellos el titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, escucharon a los enviados de Caputo decirles, en un silencio absoluto, que la baja de retenciones es transitoria y que "si alguna vez podemos, las bajaremos de manera definitiva". Pero a la vez les sostuvieron que el dólar a 1000 pesos es imprescindible porque "Toto quiere bajar la inflación como sea". Mientras los interlocutores se acomodaban en las sillas, los osados jóvenes del ministro expresaron que "este modelo sólo anda con apreciación cambiaria", y volvieron sobre un argumento que Milei usa en rees privadas. Que en Argentina pasará, con el peso, lo mismo que pasó con el yen en el Japón de la posguerra. Es decir, un proceso de revalorización de la moneda local que no sólo duró poco, sino que terminó en años posteriores de un país sin crecimiento.
La ficción comunicacional siguió cuando Furiase les avisó que "no esperen una devaluación". Hubo sonrisas contenidas de parte del agro, que ya sabe que no sólo hubo una devaluación de al menos 10 por ciento, sino que la pulseada es por llevar la divisa a 1400 pesos. El mensaje final fue en la misma línea que lo anterior. Les dijeron que "vendan ahora que pueden ganar, el dólar va a seguir bajando". Los silos, al costado de las rutas, parecen hacer un análisis contrario.
Domingo, 27 de abril de 2025