De esta manera, concluyen los 20 años de gobiernos de centro-izquierda, desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet. El sector político concreta su primer triunfo en las urnas desde 1958 cuando ganó Jorge Alessandri. "Es bueno el cambio para Chile: es como abrir la ventana para que entre el aire fresco", dijo el jefe de Estado electo.
El empresario derechista Sebastián Piñera es el próximo presidente de Chile tras el reconocimiento de la derrota de su rival, el oficialista Eduardo Frei, quebrando 20 años de gobiernos de centro-izquierda, en el poder desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
El primer resultado oficial señaló que Piñera obtuvo 51,9 por ciento de los votos contra 48,1, tras lo cual el ex presidente Frei reconoció la derrota y le deseó suerte a su rival.
"Quiero felicitar a Sebastián Piñera; la mayoría de los chilenos le ha dado la confianza para que conduzca los destinos del país por los próximos cuatro años", dijo Frei en su comando de campaña, flanqueado por su esposa Marta Larraechea.
"Espero que prevalezca el diálogo, la búsqueda de acuerdo y se mantengan las conquistas sociales que tanto nos ha costado recuperar y que se ha transformado en un símbolo de nuestra relación con el mundo", agregó.
Poco antes el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, reconoció en una declaración en el palacio presidencial que el oficialismo había perdido la elección y que la derecha regresaba al poder.
"El país hoy día quiere un cambio, ha virado hacia la derecha, y a nosotros nos queda desearle lo mejor al próximo gobierno", dijo Pérez Yoma, en declaraciones a la prensa desde el Palacio Presidencial de La Moneda.
En la primera reacción del comando de Piñera, su vocero, Rodrigo Hinzpeter, señaló que "estamos muy contentos, muy satisfechos", y comprometió al nuevo gobierno a un trabajo para un Chile "más justo y más alegre".
Con la victoria de Piñera -un empresario millonario de 60 años- la derecha vuelve al poder en Chile por primera vez desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990 y concreta su primer triunfo en las urnas desde 1958 cuando ganó Jorge Alessandri.
Igualmente significa el fin de 20 años en el poder de la Concertación Democrática, la coalición de cuatro partidos de centro izquierda que gobierna Chile desde el fin de la dictadura de Pinochet.
Juan Carlos Latorre, presidente de la Democracia Cristiana -uno de los cuatro partidos- también reconoció la victoria de Piñera.
De manera paradójica la derrota de la Concertación se da cuando la presidenta en ejercicio, Michelle Bachelet, tiene una popularidad del 80 por ciento, que no pudo endosarle a su candidato, el ex presidente Frei, quien gobernó el país entre 1994 y 2000.
Los chilenos elegían sobre la continuidad propugnada por Frei, o el cambio que pretende Piñera.
"Es bueno el cambio para Chile: es como abrir la ventana para que entre el aire fresco", dijo este domingo Piñera en la mañana.
"Es bueno un cambio tras 20 años, vamos a hacer las cosas mucho mejor", agregó.
Piñera, quien había sido derrotado hace cuatro años por la actual presidente, logró dar a la derecha un aire nuevo, alejándolo de esa cercanía con la dictadura de Pinochet, que tanto acompañó a esa tendencia política y que le llevó a cuatro derrotas electorales consecutivas.
De cualquier manera, Piñera ha anunciado que no descartará llevar a su gobierno a funcionarios que trabajaron en la dictadura.
"La verdad es que el hecho de haber trabajado para un gobierno, incluyendo el gobierno militar no es pecado, ni es delito; lo que es pecado son los que cometieron delitos, por ejemplo los que atropellaron los derechos humanos", dijo recientemente.
Las preocupaciones que se generan en torno suyo se refieren a que sus intereses económicos -muchos de ellos en sectores estratégicos como la aeronáutica o la televisión- generen incompatibilidades con su presidencia.
Domingo, 17 de enero de 2010