La Presidenta completó así la ofensiva oficialista para que la Comisión bicameral que debe analizar la situación del presidente del Central se pronuncie lo antes posible. Cuando esa comisión dé su dictamen, la mandataria podrá despedirlo.
El dictamen que espera el Gobierno forzado por la Justicia es el de una Comisión Bicameral que debe emitir una "opinión consultiva" sobre si corresponde o no despedir a Redrado. Esa comisión comenzará a sesionar mañana, aunque lo hará con tres de sus cinco miembros: estarán el vicepresidente Julio Cobos; y los titulares de las comisiones de Presupuesto, Gustavo Marconato, y de Finanzas, Alfonso Prat Gay, de la Cámara de Diputados; los ausentes serán sus pares del Senado, que todavía no fueron designados.
Antes de que empiecen a reunirse Cobos, el kirchnerista Marconato y Prat Gay, de la Coalición Cívica, la Presidenta les pidió hoy que el trámite sea "lo más breve y rápido posible" con el fin de darle "un cierre institucional" al conflicto por la remoción de Redrado del Banco Central.
Fernández de Kirchner se encargó de resaltar, además, que el dictamen de esa comisión "no es vinculante", lo que quiere decir que el Ejecutivo puede hacer caso omiso a la opinión del Congreso si no está de acuerdo. Y el Gobierno ya dejó en claro que echará a Redrado sin importar qué diga la Comisión bicameral.
Ya ayer, Marconatto había revelado que para el kirchnerismo "lo ideal" sería que la comisión se expida mañana mismo, tras su primera reunión. Hoy esa postura fue respaldada por Miguel Pichetto, jefe de la bancada K en el Senado y una de las espadas del oficialismo: menos apurado, él pidió que la opinión de la bicameral salga "esta semana". Y luego llegó el pedido de Cristina.
Hasta ahora, Cobos se limitó a cumplir con llamar a la bicameral para que empiece a sesionar mañana, mientras que Prat Gay anticipó que pretende que, como mínimo, la comisión escuche a Redrado, a alguien del Gobierno (probablemente al ministro de Economía Amado Boudou) y un director del Central antes de dar su dictamen.
El conflicto por la situación de Redrado arrancó el 7 de enero. Ese día, la Presidenta firmó un decreto de necesidad y urgencia con el que lo echó del Central. El funcionario resistió judicialmente su despido porque no se había hecho la consulta al Legislativo. Así obtuvo un fallo de primera instancia que le dio la razón y lo repuso en el cargo. Mientras apelaba esa decisión, el Gobierno llamó entonces a la bicameral, que quedó constituida a medias y que se reunirá desde mañana. Mientras, la Cámara avaló el fallo que defendió a Redrado, aunque dejó todo en manos del "juego político de los poderes legislativo y Ejecutivo" con un fallo que fue interpretado de dos formas contrapuestas: para el Gobierno, dejó a Redrado "suspendido", por lo que el Ejecutivo hizo asumir a Miguel Angel Pesce temporalmente al frente del BCRA; para Redrado, la decisión de la Cámara lo ratificó en el cargo, por eso fue ayer al Banco y como no la Policía le impidió entrar por "órdenes superiores" hizo una nueva denuncia judicial.
Martes, 26 de enero de 2010