El seleccionado olímpico argentino de fútbol masculino, con Lionel Messi entre sus titulares, comenzará a defender la medalla de oro obtenida en Atenas 2004, enfrentando a Costa de Marfil, en lo que será su debut en los Juegos de Beijing 2008.
El partido se jugará en la ciudad de Shangai, a partir de las 8:45 de Argentina (19:45 hora local), en un estadio Olímpico cuyas localidades se agotaron hace ya un tiempo largo, donde el árbitro será el alemán Wolfgang Stark.
Luego de un día movido, por el tema Messi, el entrenador del seleccionado argentino, Sergio Batista, confirmó el equipo con el astro del Barcelona entre los titulares y ninguna sorpresa, ya que los otros diez serán los mismos que se venían manejando en la ciudad de Shangai.
Después de tanto esperar llegó el momento de jugar y este seleccionado que dirige Sergio Batista es uno de los que más está entusiasmado en la previa, por la calidad y cantidad de buenos futbolistas que posee en el plantel.
Más allá de todos los nombres hay uno que sobresale: Lionel Messi, quien trasciende fronteras y se podría hablar de una "Messi-manía" también en China, más allá de todo lo que pasó ayer.
Es que el astro del Barcelona de España es uno de los últimos bastiones que le quedan al buen fútbol, ese del atrevimiento, de la gambeta, de la picardía y también de la efectividad, porque Messi -por lo general- se muestra implacable cuando tiene chance de convertir goles.
Pero este equipo argentino no es sólo Messi, porque también está Juan Román Riquelme, quien si bien no quiere y no tiene buena relación con el chico del Barcelona -más allá de las desmentidas-, está claro que su inteligencia le permite dejar de lado cualquier diferencia cuando está dentro de la cancha.
Además, Riquelme ya demostró que no juega para él nunca, sino basta con ver lo que hizo en Boca en la época de Carlos Bianchi, cuando se cansó de servirle goles a Martín Palermo y a Guillermo Barros Schelotto, con quienes en esa época tenía un pésimo vínculo.
Y si a la dupla que formarán Messi y Riquelme se le suman delanteros de la talla de Sergio Agüero y el atrevido Ezequiel Lavezzi las razones para entusiasmarse sobran.
Además, los cuatro hombres más adelantados del equipo argentino tienen la ventaja que detrás de ellos se ubicarán dos volantes centrales de gran jerarquía como Javier Mascherano y Fernando Gago.
La ventaja de tener a los ex River y Boca en esa posición del campo es que no sólo aseguran recuperación de pelota, sino también una buena distribución y precisión a la hora de habilitar a un compañero.
En tanto, la defensa de este equipo de Batista pareciera ser una incógnita, pero tiene en Pablo Zabaleta un hombre de experiencia por el sector derecho, en Luciano Monzón buena proyección por la izquierda, un central con mucha categoría como Nicolás Pareja y firmeza en Ezequiel Garay.
Quizá, teniendo en cuenta los antecedentes y la inseguridad que mostró en el partido ante Japón, lo más flojo del equipo argentino pase por el ex arquero de Independiente Oscar Ustari, quien desde que se fue del equipo de Avellaneda no tuvo continuidad y cuando le tocó jugar no lo hizo bien.
En tanto, se sabe que Costa de Marfil presentará un esquema táctico similar al que utilizó ante Argentina en el Mundial de Alemania, apostando a la fortaleza física y a la contra, si puede agarrar en algún momento mal parado al equipo de Batista.
De todos modos, más allá de lo que presenten los africanos, si el equipo argentino tiene una buena tarde no debería tener problemas en dar su primer paso en la defensa de la medalla de oro conseguida en Atenas hace cuatro años, y que todos sueñan con repetir en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Jueves, 7 de agosto de 2008