La presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó hace instantes al Metro Toronto Convention Centre, donde se llevará a cabo la cumbre del G-20. La primera reunión plenaria se extenderá hasta las 11 de nuestro país y abordará como tema central la discusión acerca de los mecanismos para afrontar la crisis financiera internacional.
Se espera que el debate se centre en las diferencias que plantean algunos países como Estados unidos y Argentina, como ser el rechazo al ajuste, y la posición de la eurozona.
La jefa de Estado iniciará su participación en el encuentro junto al resto de los líderes mundiales, con discusiones que estarán centradas en los mecanismos para combatir los efectos de la debacle financiera mundial.
En ese marco, Cristina planteará una fuerte defensa de las políticas anticrisis basadas en una política de estímulos, la dignificación del trabajo y el rechazo a los ajustes.
La Presidenta tiene previsto explicar la experiencia argentina basada en una fuerte participación del Estado y la vigencia de medidas contracíclicas, haciendo hincapié en la seguridad de las fuentes de trabajo.
Ayer, en conferencia de prensa con los medios argentinos, Fernández de Kirchner dijo que "la discusión del G-20 estará centrada en las distintas recetas para enfrentar la crisis y mientras los Estados Unidos plantearán el no al ajuste como medida paliativa, Europa hará lo contrario repitiendo viejas recetas".
"Nosotros estamos más cerca da la posición de los Estados Unidos y además plantearemos la necesaria reformulación de los organismos multilaterales, como el FMI o la ONU, que necesitan un cambio de políticas en serio porque han quedado muy anticuados y deben aggiornarse", dijo ante los medios la Presidenta.
En otro orden, Argentina expondrá su posición para la regulación de los paraísos fiscales y la necesidad de establecer nuevas reglas económicas como la regulación de los fondos globales.
La reunión de la cuarta cumbre del G20 se dará en un marco de estrictas medidas de seguridad que han dejado a Toronto en un estado de virtual militarización y donde las medidas de prevención y control se reproducen en cada esquina de la ciudad.
Durante el día de ayer se produjeron, sin embargo, una serie de graves incidentes entre la policía local y manifestantes globalifóbicos que protestaron en las principales arterias de la ciudad, quemaron dos patrulleros y rompieron vidrieras de los comercios ubicaos en las principales avenidas de Toronto.
El cariz que tomaron los acontecimientos obligó además a que la delegación española que encabeza el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero fuera cambiada de hotel ante la "falta de garantías" para la seguridad de la comitiva.
De hecho, Zapatero debió dirigirse al hotel Westin Harbour Castle, donde también se aloja desde el viernes Cristina y que cuenta con estrictísimas medidas de seguridad.
Domingo, 27 de junio de 2010