En 1816, luego del camino iniciado por la Revolución de Mayo en 1810, el país proclamó en un Congreso en Tucumán la existencia de una nación libre e independiente de la Corona Española, inaugurando el largo proceso de unificación nacional. Los actos a realizarce en Tucumán y una reseña histórica de los acontecimientos que desembocaron en la declaración de nuestra independencia.
Luego de la Revolución del 25 de mayo de 1810, el camino hacia la independencia nacional estaba trazado: la ruptura de los lazos coloniales con España en 1810 no hicieron más que cristalizar un movimiento liberador que venía buscando, desde 1806, mayor participación política y económica de los criollos.
Este año, la conmemoración de la Independencia se realiza en el gran año del Bicentenario Argentino, en donde se celebran los 200 años de la Revolución de Mayo de 1810, aquella que abrió el camino hacia la emancipación. Es por ello que los festejos prometen ser inolvidables, en Tucumán como sede central.
Las actividades comenzarán el jueves 8, a las 19 horas, con una Velada de Gala, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional con Miguel Ángel Estrella. En tanto, a la medianoche, sonará el Himno Nacional Argentino ejecutado desde la histórica Casa de Tucumán, que culminará con un show de fuegos artificiales.
El 9 de julio, a las 13 hs., la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, participará de un recorrido por la Casa Histórica de esa provincia.
A las 14 hs., se llevará a cabo el Desfile de la Independencia, sobre la avenida Soldati (Parque 9 de Julio). Será un espectáculo histórico, cultural, de integración y federal.
A las 19 hs., en el escenario de la Plaza Independencia, se efectuará el homenaje a Mercedes Sosa, quien cumpliría 75 años. La anfitriona será Teresa Parodi quien invitará al escenario a reconocidos artistas: Ana Prada, Víctor Heredia, Marcela Morelo, Liliana Herrero, Marian Farías Gómez, Gladys “la bomba tucumana”, Juan Quinteros y Luna Monti, Lucho Hoyos, Coqui Sosa, Chiqui Ledesma, Verónica Condomi y Tania Libertad.
En tanto, a las 22 hs., los argentinos podrán disfrutar de un recital de Charly García.
El 10 de julio, finalizarán los festejos con más espectáculos musicales en el escenario de la Plaza Independencia, con la presencia del Chaqueño Palavecino, Gladys “la bomba tucumana”, Luciano Pereyra, Daniel Argañaraz, Koki y Pajarín Saavedra y Arbolito, además de artistas locales invitados.
A la abultada agenda por los actos centrales del viernes, se suman las actividades previas entre las que figura el Acto Anual de Homenaje a los Próceres de la Independencia, este martes 6 de julio a las 10, a cargo del Consejo de Rectores y la obra “Latidos de libertad”, el jueves 8 a las 23. Además, esa noche, se realizará la ceremonia de relevo de los puestos de guardia de honor del museo e importantes artistas entonarán el Himno Nacional.
Luego de la visita presidencial del mediodía, el museo de la Casa Histórica de Tucumán abrirá nuevamente sus puertas a los visitantes, aproximadamente a las 15. A partir del 10, los horarios se extenderán, todos los días, de 9 a 19. La entrada general tiene un valor de $5, jubilados $2 y niños menores de 12 años ingresan sin cargo. Mientras que el espectáculo de Luz y Sonido, con una entrada general de $10 y de $5 para jubilados y niños, se proyectará todos los días a las 20.
Un atractivo imperdible que se repondrá, a partir del 10, es la obra "La trama secreta del Congreso", una creación colectiva entre el grupo Los Intérpretes y Atilio Gómez. A modo de visita guiada teatralizada, los actores realizarán un recorrido por la historia convirtiendo a los visitantes en activos viajeros en el tiempo. La pieza aborda las costumbres de la época y los distintos problemas y discusiones entre Aráoz, el alcalde de Tucumán, y otros
Cronología del 9 de Julio
En 1810, América del Sur estaba dividida en dos bandos: los revolucionarios y, por otro lado, los leales al Consejo de Regencia, llamados “realistas”. Los revolucionarios buscaban más autonomía dentro del sistema colonial hasta que volviera el rey y muy pocos se inclinaban por la independencia al principio. Por eso las juntas se hicieron en nombre de Fernando VII, el rey preso.
Sin embargo, cuando los revolucionarios intentaron sumar a los realistas a su determinación, comenzaron las guerras entre ambos mandos, cuyo resultado sería la independencia de los dominios coloniales en América. España no intervino porque se encontraba ocupada por los franceses y luchando por su propia independencia. La guerra no tuvo un mando único, cada gobierno americano siguió sus propias decisiones.
En el Río de la Plata, la Banda Oriental –lo que hoy es Uruguay- y el Litoral empezaron a defender su autonomía y a desafiar la postura centralista de Buenos Aires. Es por ello que, en la Asamblea de 1813, otro importante antecedente de la independencia, los representantes orientales no fueron aceptados cuando se convocó a un congreso para organizar al Río de la Plata. En la Asamblea, la mayoría revolucionaria era partidaria de declarar la independencia. Sin embargo, no se animaron a dar ese paso, a causa de los acontecimientos que se daban en Europa.
En efecto, en 1814, el rey Fernando VII fue liberado justo después de que Rusia, Austria, Prusia, Suecia, Portugal, España y Gran Bretaña formaran una gran alianza que derrotó a Napoleón. Así, las monarquías absolutistas resultaron grandes ganadores y declararon que cualquier gobierno surgido de una revolución era ilegítimo.
Sin embargo, ya desde 1813 los revolucionarios estaban bien encaminados: Bolívar reconquistó Caracas e instaló la segunda república venezolana; los revolucionarios del Río de la Plata triunfaron en la batalla de Salta sobre los realistas. Y San Martín ya estaba formando el Ejército de los Andes, con el objetivo de liberar los territorios de Chile y Perú.
Por su parte, el enfrentamiento entre Buenos Aires y los seguidores de Artigas, máximo líder de la Banda Oriental, se agudizó: el Litoral y la Banda Oriental formaron la “Liga de los Pueblos Libres” y se separaron del resto de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Por su parte, Paraguay, que había dejado de ser realista, se desvinculó completamente del resto y se mantuvo aislada.
A fines de 1815, la situación de los revolucionarios era desesperada. Venezuela y Colombia fueron reconquistadas por los realistas. Sólo el Río de la Plata seguía en pie, amenazado desde Chile y el Alto Perú. A nivel internacional, la situación era preocupante: Austria, Rusia y Prusia habían formado la Santa Alianza para defender a los absolutismos y apoyaban a Fernando VII en su búsqueda de recuperar su imperio.
En medio de esa gran emergencia, en 1816 las Provincias Unidas decidieron convocar a un nuevo congreso, que se reunió en Tucumán para decidir qué hacer. Todas las provincias de la Liga de los Pueblos Libres (Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe) no lograron participar del encuentro, ya que sus representantes fueron aprisionados por el Directorio unitario instalado en Buenos Aires. Una sola provincia de ideas federalistas pudo hacer llegar a sus representantes: Córdoba. Los territorios de la Patagonia, Comahue y el Gran Chaco se encontraban bajo el dominio de los llamados pueblos originarios. El Congreso se inició el 24 de marzo de 1816 con la presencia de 33 diputados, en una casa en San Miguel de Tucumán, alquilada a Francisca Bazán de Laguna, hoy Monumento Histórico Nacional.
Cabe destacar que, pese a una hegemonía de representantes de todas las provincias partidarias del centralismo porteño, el Congreso expresó en gran parte intenciones federales mantenidas por José de San Martín, Manuel Belgrano y Bernardo de Monteagudo. Luego de acaloradas discusiones, el Congreso del 9 de julio de 1816 proclamó la declaración de independencia argentina respecto de España y de toda otra dominación extranjera.
Viernes, 9 de julio de 2010