Por Sebastian Abrevaya
Los senadores discutirán a partir de las 12.30 si cambian el Código Civil para ampliar los derechos civiles. Se prevé una votación muy reñida. El oficialismo, que apoya la iniciativa, se mostró optimista. Las posiciones cortan transversalmente los bloques.
Después de un extenso debate en la Comisión de Legislación General, que incluyó recorridas por el interior del país, grandes manifestaciones a favor y en contra y fuertes cruces entre el Gobierno y la Iglesia Católica, el Senado definirá hoy si convierte en ley el matrimonio de personas del mismo sexo. Durante la reunión de Labor Parlamentaria de ayer, los presidentes de los bloques acordaron dar quórum para tratar en primer término el dictamen de mayoría, que plantea el rechazo total a la media sanción de Diputados y, si este no es aprobado, luego se votará el dictamen de minoría, que acompaña la iniciativa sancionada en la Cámara baja. Los opositores al matrimonio homosexual reclamaron el tratamiento del dictamen de unión civil, que fue declarado inválido por el senador José Pampuro, a cargo de la presidencia del cuerpo.
La sesión arrancará al mediodía, un poco más temprano de lo habitual, pero más tarde que en debates de fuerte impacto público como el de las retenciones móviles o la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Como es tradición en estos casos, no estará permitido el ingreso a las plateas de invitados de ninguno de los sectores, ya sea a favor o en contra.
Ayer por la tarde, previamente a la reunión de presidentes de bloque, Pampuro firmó una resolución en la que hizo lugar a la impugnación presentada por el jefe de la bancada del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, respecto de la inconstitucionalidad del dictamen emitido por la Comisión de Legislación General. El presidente provisional del cuerpo entendió que el despacho de unión civil es “inválido por ser contrario a lo dispuesto en el artículo 81 de la Constitución nacional”. Dicho artículo establece que ningún proyecto que sea desechado totalmente por una de las cámaras podrá repetirse en las sesiones del aquel año. “Armaron un artilugio para considerar el proyecto de la senadora Bortolozzi como si fuera un dictamen nuevo. Pero en realidad lo que quieren hacer es cambiar la cámara de origen y eso no se puede”, aseguró Pichetto, defendiendo la actitud de Pampuro.
El vicepresidente Julio Cobos había adelantado –cuando todavía no estaba a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Cristina Fernández– que el planteo iba a ser resuelto en la reunión de Labor Parlamentaria. Sin embargo, cuando Pampuro ocupó el cargo decidió aceptar la impugnación. Esta medida fue criticada por senadores del peronismo disidente que reclamaron que la cuestión fuera resuelta en el recinto. A pesar de que los opositores Luis Juez y Rubén Giustiniani avalaron también la impugnación, el PJ disidente insistía en discutirla en el recinto en caso de que triunfe el rechazo a la media sanción. El jefe del bloque radical, Gerardo Morales, remarcó que primero se debatirá la ley de matrimonio homosexual y que luego, “si corresponde, vendrá el debate sobre la resolución que acaba de tomar el presidente provisional”. “En esa instancia el cuerpo resolverá si se debate la unión civil o no”, aclaró Morales.
De todas maneras, el Frente para la Victoria adelantó que no garantizará el quórum para ese eventual momento y que, en sintonía con lo que plantean las organizaciones de la comunidad homosexual, no permitirá que se apruebe la unión civil. Más allá de la discusión sobre las facultades de Pampuro para aceptar la impugnación, con la definición política del FpV prácticamente se extinguen las chances de que la unión civil consiga los votos. “Yo confío en que vamos a tener el numero necesario para aprobar el matrimonio, y si hay rechazo se tratará el año que viene”, sostuvo Pichetto. En el oficialismo insisten, además, en que si la oposición realmente hubiera querido aprobar la unión civil hubiera llevado ese proyecto como dictamen de mayoría y no el rechazo total a la media sanción.
Finalmente, los radicales que habían amagado con presentar modificaciones a la media sanción para que esto permitiera volver la iniciativa a la Cámara baja redujeron su propuesta a una serie de modificaciones que plantearían a la hora de que se trate la discusión en particular, en caso de ser aprobada la ley de matrimonio en general. En las conversaciones que mantuvieron con el oficialismo, Pichetto había descartado la posibilidad de bajarse del dictamen proveniente de Diputados para acompañar las iniciativas de la UCR, que significaban un retroceso respecto de la media sanción.
En este contexto, en la sesión de hoy será tratado primero el dictamen de mayoría, que consiste en el rechazo del proyecto que viene con media sanción de la Cámara de Diputados. Y si es rechazado, será el turno del dictamen de minoría, con seis firmas, que aconseja su aceptación. Después de un punteo de los votos de cada fuerza realizado en las distintas reuniones de bloque, tanto en el oficialismo como unos pocos senadores del radicalismo y otras fuerzas más chicas se mostraban confiados en la aprobación del matrimonio de personas del mismo sexo. Sin embargo, aclaraban que el escenario es “de mucha paridad” y que habrá que esperar al momento de la votación.
“Esto se va a definir por los ausentes”, insistían anoche altas fuentes del Senado. A los 72 senadores que integran el cuerpo hay que restarles como mínimo cuatro: las senadores Marina Riofrío (San Juan) y Ada Iturrez (Santiago del Estero), que acompañan a la Presidenta de viaje en China, el ex presidente Carlos Menem y el misionero Luis Viana, que está de licencia. Como el proyecto no debe aprobarse con mayorías especiales, los cálculos deberán hacerse entonces sobre 68 senadores.
Fuentes parlamentarias planteaban un escenario en el que el FpV alcanza entre 20 y 22 votos a favor. La UCR tiene 5 de 18. Los siete senadores de bloques pequeños están todos a favor y el PJ disidente sólo aporta el voto de la senadora Roxana Latorre. De esta manera, el sí llega a tener entre de 33 a 35 avales, mientras que el no tendría entre 33 y 34. Faltaba decidir el formoseño José Mayans. Pero más allá de los cálculos, como en los grandes temas debatidos por el Congreso, el resultado sólo se sabrá a la hora de votar, ni un minuto antes.
Miércoles, 14 de julio de 2010