Mientras la oposición y el oficialismo se sacaban chispas sobre la edad de aplicación del Código de Responsabilidad Juvenil, Cristina Fernández sostuvo que las definiciones de una política de seguridad no pasan por la edad sino por políticas inclusivas.

En medio de la polémica sobre si la edad de punibilidad de los adolescentes debe iniciarse a los 16 o a los 14 años, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que “discutir la edad es desviar el problema. Lo importante es que la edad no es una política de seguridad”. CFK sostuvo que la decisión quedará en manos del Congreso, donde un proyecto con media sanción en el Senado aguarda ser llevado al recinto en Diputados, con modificaciones (ver aparte). La Presidenta sostuvo que la política “de este gobierno es dar oportunidades para todos”. El discurso de CFK fue realizado durante la tarde de ayer, en el acto de inauguración de la nueva sede de la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Allí aseguró que “la posibilidad de acceder a los bienes básicos es lo que asegura que una sociedad pueda crecer más y mejor”. La posición oficial del gobierno nacional se inserta de ese modo en el debate sobre el futuro Código de Responsabilidad Juvenil nacional, cambiando el eje de la discusión: ya no sobre la edad, una discusión a la que llamó “estéril”, sino sobre las políticas de seguridad que deben aplicarse: “La verdadera política de seguridad –dijo– pasa por tener buenas instituciones policiales y buenos jueces”.

El debate, cíclico por otra parte, se desató en esta ocasión la semana pasada, luego de que en Tolosa, La Plata, dos adolescentes, al menos uno de 15 años, asaltaran a un vecino, Fabián Esquivel, de 40 años, quien murió baleado. El chico de 15 años fue detenido y el juez del fuero juvenil 2 platense, Fabián Cacivio, ordenó que la Justicia de Familia se hiciera cargo del caso, tal como lo indica la ley del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil bonaerense. La suposición de que la transferencia de fueros implica la libertad disparó el reclamo airado desde la oposición, al que se sumaron algunos representantes del oficialismo, que no siempre mantuvieron la misma posición (ver aparte).

En ese marco es que ayer se produjo la intervención presidencial, desviando del eje el debate por la edad, uno de los caballitos de batalla del manodurismo. Pidió en su discurso “no encerrarse en debates estériles y no encarar los problemas que tenemos con el facilismo, sino con eficacia”. Y completó claramente la posición del Gobierno: “La posibilidad de acceder a los bienes básicos es lo que asegura que una sociedad pueda crecer más y mejor”.

No lo dijo en cualquier lado sino en el marco de la inauguración de una nueva sede de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en Florencio Varela, como una apuesta a la educación gratuita como uno de los instrumentos de base en una sociedad que pretende ser igualitaria. “Inclusión social y medidas de seguridad indirecta, como el acto que estamos protagonizando esta tarde en una Universidad de Florencio Varela, que antes era una ciudad dormitorio, eso es lo que estamos haciendo”, agregó CFK.

La Presidenta insistió en que “lo importante es que sepamos que esto no es una política de seguridad, en todo caso es un instrumento de adecuación a los tiempos que corren”. Se refería al proyecto que se encuentra en Diputados y que llegó con media sanción del Senado. En Diputados, las comisiones de Familia, Presupuesto y Hacienda, y Legislación Penal analizaron el proyecto votado por unanimidad en el Senado, que crea el Código de Responsabilidad Penal Juvenil. Aprobaron prácticamente todo el texto a excepción de las edades de aplicación: el Senado aplicaba la ley penal a adolescentes de entre 14 y 17 años inclusive, y las comisiones de Diputados aprobaron en un dictamen por mayoría la aplicación a edades de entre 16 y 17 años inclusive. Erróneamente, la información “facilista” supone que el proyecto del Senado castigará a adolescentes como el del caso de Tolosa. El proyecto de media sanción no sólo no castiga sino que ordena que la prisión es la última posibilidad que tiene el juez, no la primera, aun en caso de homicidio. El de Diputados aplica el mismo criterio, pero aplicable desde los 16 años. Antes, como dispuso el juez Cacivio, queda bajo la esfera de un juez de Familia. No en la calle.

A esto se refirió CFK cuando señaló que “se instala desde los medios, con algún oportunismo electoral, y son debates que no nos deben enfrentar, debates que no nos deben dividir en falsas antinomias y en diferencias que realmente ya fueron superadas por el tiempo”.

Y agregó que “yo creo que están las políticas directas de seguridad con una buena policía, no una policía buena, una buena policía que no transa con los delincuentes, que no tiene zonas liberadas, y con jueces también que cuando esa buena policía aprehende a un delincuente no lo larga a los 15 minutos creando una sensación de impunidad e inseguridad en la sociedad”, sostuvo apuntando hacia algunos jueces, un detalle al que ya se refirió durante su gobierno como en el anterior, del ex presidente Néstor Kirchner, mensaje que en otras ocasiones provocó no pocas reacciones judiciales.

También agregó que el proyecto que ya lleva media sanción trata “un derecho penal juvenil diferente en un marco de contención y de adecuación a los tiempos que corren”. Y ejemplificó con los índices de homicidios de Brasil, donde la edad de aplicación de la ley penal parte de los 12 años, y la tasa de homicidios es de 32 cada 100 mil habitantes, mientras que en Argentina la tasa es sensiblemente menor, 6 por cada 100 mil, y sin embargo la edad de aplicación es desde los 16 años. “Puede parecer lógico bajar la edad de 16 a 14 –razonó CFK–, pero esto (la incidencia en los índices) demuestra que el problema no pasa por la edad.”

Por Horacio Cecchi- http://horaciocecchi.wordpress.com

Martes, 25 de enero de 2011