La final del tradicional certamen de tenis entre Argentina y España se jugará a partir de las 13, en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata. Luego, Del Potro enfrentará a Feliciano López.
En tanto, el partido de dobles, que será el sábado a las 14, tendrá como protagonistas a los argentinos Agustín Calleri y José Acasuso y a los españoles Feliciano López y Fernando Verdasco, aunque los capitanes de ambos equipos pueden cambiar a los tenistas hasta una hora antes de comenzar el partido.
El domingo se jugarán el cuarto y quinto punto de la serie. A las 12 abrirán la jornada Del Potro ante Ferrer y luego Nalbandian enfrentará a Feliciano López.
Por reglamento el primer día de la serie se deben enfrentar el single uno de un país contra el segundo del otro y viceversa, por lo tanto, se sabía que Nalbandian iba a jugar el primer día con Ferrer.
Y el sorteo salió a pedir del equipo argentino, que bregaba porque el cordobés, número dos de la Argentina, juegue en el primer turno. La preferencia se debe a que al jugar en el primer partido de la jornada, Nalbandian gozará de más horas de descanso para una eventual participación en el punto de dobles, todo lo contrario a lo que le ocurre a España, ya que López -uno de los dos doblistas- se medirá en el segundo turno con Del Potro.
Desde que Rafael Nadal, el número uno del mundo, decidió bajarse de la final de Copa Davis, Ferrer, actualmente en el puesto 12, tomó la posta de su compatriota y hoy intentará prolongar su racha positiva ante Nalbandian, a quien venció seis veces en nueve oportunidades.
Sin embargo, el argentino, once del ranking mundial, supera a Ferrer en los enfrentamientos sobre canchas rápidas (3 a 2), justamente la superficie sobre la cuál se llevará a cabo la serie, y en la que el cordobés se siente más cómodo.
La serie ante España no sólo será la primera final de la Argentina en la historia como local y consecuentemente el encuentro de Copa Davis más trascendente de todos los tiempos, sino que constituirá el primer cotejo de esa competencia en el país que no se jugará sobre polvo de ladrillo.
Si bien los tenistas argentinos a lo largo de la historia prefirieron el anaranjado polvo de ladrillo, la mejor adaptación de Nalbandian y Del Potro a las canchas rápidas y bajo techo, y los cuatro títulos de Rafael Nadal en Roland Garros, hicieron que tanto Alberto Mancini como los jugadores eligieran una superficie veloz.
Al igual que Nalbandian, Del Potro, noveno del ranking mundial, se mueve con mucha facilidad en las canchas duras y hoy buscará prolongar su gran momento frente a López (31 del mundo), un zurdo muy talentoso pero algo inestable.
Tanto en un partido como en el otro, la clave pasa por tratar de ganar el primer set y así vencer psicológicamente a un rival que llega golpeado por la ausencia de Nadal y que ve al equipo argentino como amplio favorito.
Además la importancia de no ceder sets radica en que Nalbandian decae mucho en los partidos largos -en la semifinal contra Rusia perdió el cuarto punto frente a Nicolay Davydenko regalando el cuarto set por 6-0-y que Del Potro llega un tanto averiado por un malestar muy fuerte en las uñas de los dedos gordos de ambos pies.
Todos los encuentros de la serie se jugarán en el estadio cerrado Islas Malvinas, en cuyo interior se instaló especialmente para esta ocasión una carpeta rápida que luce una azul interior en el sector de la cancha y un celeste suave fuera de las líneas reglamentarias.
Más allá de las cuestiones estratégicas de un lado y el otro, hoy se acabarán las especulaciones y Nalbandian y Del Potro saldrán a la cancha a hacer historia para intentar quedarse con uno de los trofeos más preciados del tenis, que a la Argentina ya se le negó en dos oportunidades, ambas como visitante.
Y ahora buscará romper ese maleficio jugando en Mar del Plata, tierra natal de Guillermo Vilas, el tenista argentino más grande de todos los tiempos.
Viernes, 21 de noviembre de 2008