El suizo Roger Federer derrotó hoy al estadounidense Andy Roddick y se clasificó para la final del Abierto de tenis de Australia, donde el domingo podría igualar el récord de 14 torneos de Grand Slam del estadounidense Pete Sampras.
Federer, número dos del mundo, se impuso a Roddick por 6-2, 7-5 y 7-5, y se enfrentará por su cuarto título en Australia con el ganador del duelo que disputan mañana los españoles Rafael Nadal y Fernando Verdasco.
El suizo, que el año pasado perdió el número uno a manos de Nadal tras más de cuatro años en lo más alto, hace tiempo que compite por entrar en la historia.
Con cada torneo del Grand Slam, su nombre va añadiéndose a más rubros en los libros de estadísticas. Hoy alcanzó su final número 18 en un grande, con lo que iguala ya la marca de Sampras y se pone a sólo una del estadounidense Ivan Lendl.
Ante Roddick, que ha perdido 16 de sus 18 partidos con Federer, el suizo jugó su decimonovena semifinal de Grand Slam consecutiva. Y en los últimos 18 torneos o bien ganó el título o bien perdió contra el a la postre campeón.
A sus 27 años, Federer jugará el domingo por acercarse un paso más a la categoría definitiva de mejor tenista de la historia.
Roddick había ganado a Federer el último partido que disputaron, el año pasado en Miami. Sin embargo, la temporada 2009 parece haber empezado de forma completamente diferente para el suizo.
En 2008, una mononucleosis tiró ya por tierra en la primera etapa su anhelo de lograr el Grand Slam: ganar los cuatro grandes en el mismo año. Federer perdió en semifinales de Australia y no recuperó el estado físico hasta bien entrada la temporada.
Después llegaron las derrotas ante Nadal en las finales de Roland Garros y Wimbledon, y la pérdida del número uno. El título en el US Open pareció poco para un hombre que había ganado al menos dos títulos del Grand Slam en los cuatro años anteriores.
En 2009, sin embargo, el suizo parece en perfecto estado físico. En octavos tuvo un atisbo de duda ante el checo Tomas Berdych, que le obligó a levantar dos sets en contra, pero en su siguiente duelo, sin signo alguno de fatiga, trituró al argentino Juan Martín del Potro por 6-3, 6-0 y 6-0.
Hoy tampoco dio opción al bombardero Roddick. El número dos tuvo 13 bolas de break y aprovechó cuatro. El norteamericano no convirtió ninguna de las tres que tuvo. En poco más de dos horas todo acabó. Sólo Nadal parece a la altura de un Federer de vuelta a su mejor versión.
Jueves, 29 de enero de 2009