Un turista alemán contó cómo hizo para ingresar a la cancha de Boca el domingo para ver el Superclásico y así no perderse una fiesta de la que se habla en todo el mundo.

En un imperdible testimonio brindado al diario deportivo Olé, contó: "Llegué con un amigo chileno y a una cuadra del estadio un barra nos ofreció ingresar. Nos pidió 300 pesos a cada uno".

"Le pagamos, pero no nos dio ningún comprobante y nos dijo que esperáramos en fila, que él nos haría ingresar. Estuvimos una hora así", agregó.

Y describió: "Cuando había 100 en hilera, casi todos extranjeros, trajeron una bandera para que la cargáramos. Esperamos 30 minutos más hasta que nos dijo que camináramos. Ahí la Policía miró para otro lado".

"Llegamos y pasamos directo por los molinetes, que no se trabaron. Subimos todos con la bandera hasta la tercera bandeja. Desde ahí vimos el partido", continuó.

Y luego, sigue Olé, mientras el hombre cenaba en un restaurante de San Telmo, lo llamó el mismo barra para preguntarle si la había pasado bien y aclararle que lo esperaba en el próximo Boca-River.

Miércoles, 22 de abril de 2009