En Colonia Carlos Pellegrini se realiza una campaña informativa sobre las consecuencias de las arroceras en la reserva. Especialistas en ambiente y contaminación disertaron sobre los efectos de usar herbicidas.
Colonia Carlos Pellegrini, entrada principal a los Esteros del Iberá fue el epicentro de concientización sobre los efectos de las arroceras en la reserva. El sábado, durante todo el día, especialistas en materia de medio ambiente y contaminación por plaguiciddas dieron charlas a la comunidad detallando la problemática ambiental relacionada con el uso de agroquímicos, la incidencia de estos tóxicos en la salud de los trabajadores, la población y el ambiente.
Los invitados fueron el químico Eduardo Lorenzatti, quien pertenece al Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química del Conicet. Es especialista en temas de Medio Ambiente y Contaminantes Ambientales, participó además en numerosos estudios de residuos de plaguicidas agrícolas, tanto en plantas como en seres humanos.
La segunda en disertar fue la doctora Lilian Corra preside la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente (Aamma), miembro de la International Society of Doctors for the Environment (Isde) y de International Network on Children’s Health, Environment and Safety (Inches) y recientemente coordinó un grupo de investigación sobre la problemática de los agroquímicos junto con el Ministerio de Salud de la Nación en comunidades vulnerables de Misiones, sobre todo tabacaleras. La campaña de educación ambiental es impulsada por la Asociación Ambientalista “Esteros Hesai”, la Cámara de Turismo del Iberá, la Asociación de Guías y la Comunidad de Pellegrini.
La voz de los profesionales
La gente se mostró interesada en las charlas y muchas familias asistieron al salón municipal para conocer un poco más sobre el tema.
Lorenzatti comenzó con una explicación didáctica sobre los efectos de las sustancias químicas agresivas para el cuerpo y cómo las usa el hombre. Destacó que una de las herramientas a usar es la eduación, “conocer para buscar elequilibrio”, remarcó.
Agregó ademas, que el manejo de la información respecto de estos temas debe ser “responsable” en los medios, porque “datos alarmistas podrían provocar pánico en la población y si se informa de esta manera todas las campañas que hagamos, no van a a servir”, manifestó.
Costo ambiental
Tanto en el caso de Colonia Carlos Pellegrini como en cualquier parte de la Argentina, el “costo ambiental” lo pagaría la población, porque deberá soportar por años los efectos residuales de los agrotóxicos que se eliminan al ambiente. A esto se agrega la falta de controles por parte de los organismos encargados, “que existan leyes no significa que existan controles”, manifestó Lorenzetti.
“El control estricto de la venta de plaguicidas, sería una de las formas de aplicación responsable. Es obligación del productor del herbicida, hacerse cargo de las explicaciones de uso, posibles consecuencias y hasta de la destrucción de los envases con los que se entregan, ya que este plástico debe ser eliminado porque no debería tener ningun otro uso. Numerosos estudios comprueban que los envases de plaguicidas utilizados en comederos de animales, como contenedores de agua usada para regar las plantas, bañarse o beberla, resultaron altamente tóxicos por el poder residual. Es decir que el agente continúa activo después de mucho tiempo y el daño es letal, por ello es fundamental el conocimiento y la protección a la hora de manipular estos venenos”, señaló el químico Lorenzetti.
Gabriela Benitez para La República
Lunes, 2 de junio de 2008