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Sexualidad
La Virginidad
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Sábado, 15 de agosto de 2009

Un tema común entre los jóvenes es el relacionado con la virginidad. Tanto los hombres, como las mujeres a menudo quieren saber qué hacer y cuánto esperar para tener por primera vez relaciones sexuales (es decir, penetración pene-vagina), más adelante aclararemos que los jóvenes actualmente tienen relaciones sexuales y no las consideran como tal.

Para poder dar una respuesta a esto es necesario aclarar que el evento de tener relaciones sexuales por primera vez, sobre todo para el caso de las mujeres, tiene un dignificado social, además del significado propio de las emociones, sensaciones y sentimientos que existen para que una joven decida tener relaciones sexuales.

Este evento en la vida de una persona, esta en medio de los valores familiares, religiosos, sociales, etc., que en muchos de los casos son como frenos que impiden el libre ejercicio del placer de la sexualidad.

Se considera virgen aquellas mujeres quienes no han sido penetradas sexualmente y por lo tanto cuentan con su himen, a pesar de que existen diversos puntos de vista tanto médicos, religiosos y sociales.

Desde la perspectiva social, es virgen aquella mujer que llega al matrimonio sin haber tenido ninguna relación sexual, sin embargo el contexto fisiológico supone que es virgen la mujer que conserva intacto su himen.

A pesar de que las dos tendencias anteriores no son completamente exactas, la existencia del himen se refiere a una delgada membrana elástica que obstruye el paso hacia la vagina y que protege los órganos internos del aparto reproductor femenino. Existen diferentes clases de himen, los cuales pueden ser tan elásticos que incluso se llegan a romper en el momento del alumbramiento. Los hay en forma de rejas, y también muy duros que se quiebran en la adolescencia o infancia al practicar ejercicio o con alguna caída.

Hay mujeres que congénitamente carecen de himen. El himen puede sangrar cuando se desgarra, lo que ocurre durante la penetración en los primeros contactos sexuales o por lesión accidental. Si se ha tomado plena conciencia de perder la virginidad, hay que tomar en cuenta diversos factores que determinarán que la primera vez sea placentera o dificultosa, según las convicciones de quien la experimente.

El experimentar una relación sexual es cuestión de elección personal, para quienes la quieran poner en práctica es importante tener previo conocimiento a lo que se va a enfrentar y a los miedos lógicos de la primera vez. Para muchas mujeres el primer contacto sexual difiere mucho del momento más placentero de su vida o la noche de sus sueños, ya que la penetración se dificulta de sobre manera causando un gran dolor para algunas y sangrado para otras.

Para ello, nada mejor que contar con una pareja de confianza que ayude a ser más placentero el momento. Previo al coito, se pueden poner en práctica juegos que estimulen la relajación de la mente y cuerpo, logrando así una atmósfera idóneo para la penetración.

No sólo la entrada del pene a la vagina es el sexo, esto va más allá de ello, por lo tanto las caricias, los besos y las palabras juegan un papel preponderante en la excitación de ambas partes, que se verá reflejado en el grado de lubricación y así facilitar la penetración, que no siempre tiene por que ser dolorosa.

Desde el punto de vista de algunas religiones, la virginidad es considerada como un tesoro irrefutable que determina la pureza de una mujer, sin embargo los tiempos cambian y actualmente la mujer comienza a conocer más su cuerpo y a descubrir que sus órganos sexuales no sólo fueron hechos para la reproducción, sino también para disfrutar plenamente su sexualidad, ya sea con una pareja o con ella misma.

Y no olvidemos que muchos hombres son también vírgenes en sus años de adolescencia y aún cuando son jóvenes adultos. Los hombres homosexuales, hombres que tienen sexo con hombres u hombres que tienen experiencias de penetración anal con su pareja femenina, pueden también tener una primera experiencia dolorosa, sobre todo si su pareja no es cuidadosa.
Asegurarse de tener suficiente lubricación y darle tiempo al cuerpo para que se estire es lo más importante. Otra vez, los ejercicios de Kegel pueden ayudar a aliviar parte de la incomodidad.

El erotismo debe ser considerado como parte fundamental en la vida del ser humano para un desarrollo sano de la mente y cuerpo, y no como una cuestión pecaminosa y de vergüenza. Si bien es cierto que la virginidad está estrechamente relacionado a un concepto meramente tradicional y religioso, las mujeres no tienen que ser valoradas ni estigmatizadas por el hecho de tener himen o no, pues antes que eso, el valor de un ser humano va más allá de las condiciones sexuales con las que vive.

La virginidad no garantiza el no haber tenido relaciones sexuales, es tiempo de desechar tabúes y miedos que sólo reprimen la sexualidad en los seres humanos y hacen menos satisfactoria la relación entre parejas. Aunque muchos mitos suponen que la virginidad es un sello de garantía de la mujer para el hombre, esto es absolutamente falso, puesto que la mujer no es un artículo que se pueda comprar y después de usado, desecharlo a la basura.

Otra de las creencias populares es que si una mujer sigue siendo virgen es una persona amargada y frustrada, también es absolutamente falso; la decisión de tener relaciones sexuales es una cuestión meramente personal que se hace por convicción.


Sábado, 15 de agosto de 2009

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