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Salud
El negocio de la salud en Paso de los Libres
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Miércoles, 2 de septiembre de 2009

Por Carlos Pérego
Uno de los graves problemas que tiene esta ciudad es el de la salud y no solo el hecho se centra en la falta de un hospital nuevo que abarque a los casi 60 mil habitantes, sino que el sistema privado, las clínicas privadas, hacen de la salud un comercio inmoral, los enfermos son tratados como clientes y no como pacientes, un ejemplo claro de ello es Clínica Madariaga, la mas antigua existente.


Una de las falencias que tiene Paso de los Libres es el sistema de salud, el Hospital San José, cuyo edificio fue una caballeriza en sus principios, tiene condiciones edilicias sumamente precarias, se construyen salas en donde hay lugar muy lejos de los conceptos de edificación hospitalar, cuenta eso si con una aparatología bastante completa y de última generación, hasta un tomógrafo que esta prestes a funcionar, pero sin dudas es insuficiente para la población de casi 60000 habitantes del departamento, esa falencia se suple con dos clínicas privadas que en forma permanente están con su capacidad completa.

Y ese es el punto mas crítico de la salud de nuestra ciudad, al menos en una de dichas clínicas, Clínica Madariaga, se ve en forma clara como se lucra con la salud de la gente. Un establecimiento privado tiene sin dudas que tener lucro, es un negocio, pero en lo concerniente a la salud el negocio debe darse por el diferencial en la atención, y no hacer el negocio con la salud del paciente, que justamente deja de serlo para convertirse en cliente.

La diferencia entre un establecimiento público y uno privado debe estar dada por el hospedaje en el lugar, piezas limpias con baños adecuados, aire acondicionado y calefacción, televisión, etc., acompañado por una atención diferenciada y eficiente con aparatología de punta, esa es la parte que es el negocio, no la salud del enfermo.

En dicha clínica las quejas son constantes, en el turno noche quedan para atender mas de 20 habitaciones, tan solo dos enfermeras, generalmente a la noche no hay médico de guardia debido a que la administración del establecimiento no pagaría por ello, es decir que a partir de estas anormalidades el negocio ya comienza a hacerse en detrimento de la salud de la gente. Es inconcebible que los ajustes se hagan quitando atención y seguridad al enfermo.

Con respecto a las habitaciones en muchas de ellas el mantenimiento es casi nulo, los baños generalmente tienen pérdidas, llegando en alguna oportunidad a rebalsar los sanitarios y el agua invadir la habitación y como respuesta solamente se obtuvo, en una de los hechos, un trapo de piso y un escurridor para secar el agua.

Dicha clínica tendría varios juicios por mala praxis, al menos dos de ellos por sumas millonarias, y muchas veces dicha mala praxis se debe a la desidia de algún profesional que no observa las indicaciones dejadas por el médico de cabecera y toma decisiones personales que no estarían dentro de los criterios del médicos responsable. Al respecto cabe aclarar que los errores médicos, como dice el refrán, “se tapan con tierra”.

Casos de esta naturaleza abundan pero generalmente la gente no los denuncia por tener el temor a que si llegan a necesitar de nuevo de la clínica lo atiendan mal por la denuncia efectuada y es en ese temor que se apoyarían para seguir llevando dicho negocio en las mismas condiciones.

Pero los problemas no terminan ahí cuando llega el momento de abonar los gastos generalmente se cobra un tubo de oxígeno, aunque no se lo haya usado, a modo de ejemplo en una oportunidad una paciente necesitaba hacerse nebulizaciones, la clínica Madariaga no contaba con un nebulizador, razón por la cual la acompañante trajo un aparato y se realizaron las nebulizaciones, grande fue la sorpresa cuando le quisieron cobrar el oxígeno con el que supuestamente le habrían hecho las mismas. Con respecto a esto se dieron casos que el oxigeno se terminaba de noche y al no estar el encargado de conectar los tubos los pacientes debían quedar hasta que llegara el ordenanza o ir a buscarlo a su casa.

Seguramente al leer esta nota mucha gente verá reflejada en la misma sus penosas vivencias, como cuando se llega con un enfermo en grave estado y el médico a cargo delibera primero si es mas conveniente la orden de la obra social o de la ART, mientras el paciente sigue esperando atención.

Tanto los hospitales y todos los centros de salud adquieren remedios genéricos de laboratorios responsables, ya que los mismos llegan a ser hasta 5 o 6 veces mas económicos, pero también grande fue la sorpresa al corroborar que se facturaban remedios de marca a un valor exageradamente superior al genérico que fue usado y al hacer el reclamo como respuesta solicitaron que se les reintegre el remedio aplicado.

Definitivamente el juramento hipocrático que hacen los médicos de aliviar el dolor de las personas, y que en su mayoría lo tratan de cumplir, se desluce y tergiversa transformándose por las actitudes de algunos de los propietarios del establecimiento en cuestión en un juramento hipócrita, ya que pretenden de otros lo que ellos no cumplen.

Una de las cuestiones que siempre se vivieron en Paso de los Libres es que los mismos profesionales que son propietarios de los establecimientos particulares son los que atienden en el hospital y todos los libreños sabemos que dicha situación llevó en otras administraciones que hubiera una connivencia entre el hospital y la clínica, a modo de ejemplo todos sabemos que durante varios meses por año el aparato de rayos del hospital San José permanecía averiado y las placas se sacaban en la clínica Madariaga, cuando el hospital local adquirió un mamógrafo moderno, dicha clínica también lo hizo, y dio como para pensar en que se estarían preparando para quedar a la espera de otro de los continuos actos de sabotaje del que es víctima el hospital libreño. Esta connivencia llevó en que ya hace varios años hubieran clínicas, que hoy ya no existen, equipadas con elementos del hospital, camas, cajas de cirugía, etc..

Un acto de justicia es observar que dicha clínica cuenta con una sala de terapia intensiva
que funciona realmente bien por el esfuerzo del médico y enfermeros encargados de la misma.

Esta situación que se vive generalmente queda oculta por la clase médica por el espíritu de cuerpo, por la gente por el temor a una improbable “venganza” si tiene que atenderse y por las autoridades competentes por la falta de controles eficientes, con el agravante que desde el municipio no existe tampoco el control y la justicia no atiende de oficio a las denuncias que se pudieran dar.

Definitivamente la salud en Paso de los Libres esta enferma y nadie la quiere curar, estamos en manos de inescrupulosos que lucran con la salud de la gente.


Miércoles, 2 de septiembre de 2009

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