La Cruz (24-1-11): Características cinematográficas tuvo el atraco perpetrado por tres malvivientes. Los malhechores, portadores de armas de grueso calibre, hicieron gala de su ferocidad. No sólo dispararon en diez o doce oportunidades sino que además sometieron a golpes al encargado. El hecho ocurrió en la Estancia Aguapey de la localidad de La Cruz, dicho establecimiento es de propiedad del empresario Rodolfo Martinez Llanos.


En las primeras horas de la noche del sábado último, mientras en La Cruz se desarrollaban los corsos con la entusiasta participación de gran cantidad de gente, a muy pocos kilómetros de la ciudad, en el campo Aguapey, se produjo un asalto a mano armada, perpetrado con singular violencia por tres jóvenes que en pocos minutos provocaron una batahola al ingresar a los tiros al casco del establecimiento.

Personal de la Policía Científica y peritos llegados a media mañana de ayer desde Paso de los Libres constataron lo que fue una noche de pura violencia en uno de los establecimientos más emblemáticos de la costa del río Uruguay, sobre la Ruta Nacional 14, el río Aguapey y la Ruta provincial que conduce a Yurú Cuá.
La toma de huellas dactiloscópicas y recolección de pruebas e indicios del accionar de los malhechores posibilitará encausar el rumbo de la investigación hacia el esclarecimiento de un hecho cuyas características resultan parecidas a otro sucedido alrededor de un mes atrás cuando un comisionista de hacienda fue interceptado en un ruta de tierra luego de cobrar una importante suma de dinero.

En esa oportunidad los malvivientes utilizaron maderas para cortar el tránsito y obligar a la víctima a detenerse y bajarse de la camioneta para liberar el camino.

En esta ocasión los delincuentes llegaron presumiblemente a pie sorteando el puesto de guardia del Establecimiento. El cantar de los teros primero y el ladrido de los perros, luego, alertó al encargado, quien al abrir la puerta de su vivienda recibió la voz de alto, seguida casi de inmediato de un par de tiros, uno de los cuales impacto muy cerca de él.

Frente a esta circunstancia el personal del establecimiento se replegó, volviendo a cerrar la puerta, recluyéndose en uno de los baños donde siguió recibiendo disparos muy cerca hasta que decidió entregarse, negociando la apertura de la puerta.

Una vez que ello se produjo los tres malvivientes ingresaron y castigaron con ferocidad al encargado reclamándole la entrega de dinero que decían saber había en el establecimiento.

En los hechos los malvivientes alcanzaron a tomar una pequeña suma de dinero, propiedad del encargado, lo cual, no satisfizo sus pretensiones.

En busca de un botín mayor los malvivientes activaron los sistemas de alarma de la estancia, lo que puso sobre aviso al personal policial de la Comisaría departamental que, en esos momentos, estaba mayoritariamente afectado al orden en los corsos.

Ello determinó que minutos después arribe al Establecimiento personal policial que se desplegó sobre el terreno, provocando la huida de los asaltantes, quienes abandonaron la camioneta que habían ya robado de uno de los galpones para trasladar los objetos que consideraron de valor, entre ellos un par de calchas que recogieron de los sótanos y que en la gráfica aparecen al costado de la camioneta que finalmente no llegó a salir del lugar.

El rápido accionar policial hizo que en pocos minutos se activaran las controles policiales y de Gendarmería nacional a lo largo de las rutas nacionales y provinciales para la detención del vehículo que luego se verificó nunca salió de la estancia.

El comandante del Escuadrón de Gendarmería con asiento en Santo Tomé, el jefe de la Unidad Regional de Paso de los Libres, comisario Sussini; y el jefe de la Unidad regional de Santo Tomé, comisario Vallejos, tuvieron activa participación en el operativo que rápidamente se montó, correspondiendo al subcomisario Yaya y a los oficiales Alvarenga y Medina las acciones operativas dentro del Establecimiento que concluyeron con el relevamiento de pruebas por parte de los peritos de la Policía de Corrientes.

Lunes, 24 de enero de 2011