No hay acuerdo entre actores y productoras para un nuevo convenio laboral.
La incertidumbre volvió a apoderarse de Hollywood después de que la falta de acuerdo entre actores y productoras para un nuevo convenio laboral llevase al sector a su momento más tenso desde la pasada huelga de guionistas.
La última reunión entre el sindicato mayoritario, Screen Actors Guild (SAG) y la patronal, Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP), terminó por constatar que las conversaciones se encuentran actualmente en un callejón sin salida.
Ni SAG ni AMPTP se mostraron dispuestos a cambiar su discurso para acercar sus distanciadas posiciones respecto al próximo contrato de trabajo entre actores y estudios, después de que el anterior convenio expirase el 30 de junio.
SAG rechazó la última oferta de convenio tal y como la puso sobre la mesa AMPTP, a quien propuso una serie de modificaciones que recogiesen los derechos de los actores a obtener más ingresos por la comercialización de DVD y otros formatos surgidos con las nuevas tecnologías.
Los representantes de las productoras, que sólo querían oír la aceptación de sus condiciones por parte del sindicato, acusaron a la organización de "poner en peligro la paz laboral" al exigir más concesiones de las que pactó la industria con directores, guionistas y otras organizaciones sindicales de actores más pequeñas.
AMPTP hizo un llamamiento a SAG para que ceda en sus pretensiones y someta el nuevo convenio al juicio de sus 120.000 afiliados en una votación cuyo resultado se demoraría un mínimo de tres semanas, para acabar con este proceso cuanto antes.
"Lo último que necesitamos es un largo y caluroso verano de conflicto laboral que aumente la presión sobre la mala situación económica y prive a la audiencia del entretenimiento que desea en estos momentos difíciles", concluyó el documento de AMPTP.
SAG, que durante las últimas horas mostró su cara más cordial, ya anticipó que abogaría por continuar con las conversaciones hasta que se plantease un convenio que recogiese sus peticiones.
El pulso entre trabajadores y empresarios del cine se ha convertido en una lucha de desgaste psicológico, en la que ambas partes especulan con los plazos para debilitar a su oponente.
AMPTP optó por una estrategia de ultimátum, primero con una oferta de convenio que calificó de "última, mejor y definitiva" y después al poner plazo a la ratificación de la misma.
Si los actores no aprueban el contrato de los estudios para el 15 de agosto, AMPTP no aplicará el aumento de sueldos de forma retroactiva con fecha de 1 de julio, lo que implicaría que los trabajadores dejarían de ganar más de 10 millones de dólares.
El sindicato, por su parte, ha demorado varias veces las conversaciones desde que arrancaron el 15 de abril, confiados en que el tiempo juega a su favor, con el fin de impacientar a los estudios y obligarles a ceder si no quieren arriesgarse a que una huelga haga saltar por los aires su planificación anual de películas.
La posibilidad de que se produzca un paro de actores en Hollywood es, sin embargo, lejana, ya que en la meca del cine no hay muchas ganas de plante.
El hecho de que los artistas de radio y televisión, gran parte de ellos miembros de SAG, aprobasen recientemente un convenio similar al que rechaza con vehemencia este sindicato, siembra dudas sobre el respaldo que tendría una convocatoria de huelga.
El comité de dirección de SAG tiene previsto reunirse hoy para analizar el estado de las negociaciones, si bien no existe una fecha para un próximo encuentro con las productoras.
Las desavenencias entre la patronal y el sindicato mayoritario de actores han generado un clima de tensión en Hollywood -donde a pesar de todo se sigue trabajando a buen ritmo- que no se producía desde la huelga de guionistas que vivió la industria a finales de 2007 y principios de 2008.
Lunes, 14 de julio de 2008