Colombia rechazó hoy la decisión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de entablar contactos con la guerrilla de las FARC, y también criticó el tratamiento de "hermanos" que él ha dado a los rebeldes de este país andino.
En una "enérgica protesta", el ministro colombiano de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez, advirtió a su par nicaragüense, Samuel Santos, de que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe "no autoriza ni avala gestión alguna que (Ortega) pretenda adelantar en relación con una organización terrorista, en este caso las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)".
Ello "constituiría una violación al principio de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados", agregó Bermúdez, quien se estrenó hoy en el cargo con la respuesta de Bogotá a la decisión de Ortega de aceptar la invitación a dialogar que le hicieron los rebeldes.
En un mensaje fechado el 26 de junio pasado, las FARC habían pedido a Ortega que les sirviera de interlocutor en gestiones de búsqueda de la paz, invitación que fue aceptada por el mandatario centroamericano.
"Les respondemos a los hermanos de las FARC que sí, que estamos dispuestos a conversar y dialogar para aportar la paz en Colombia, que es el principal factor de inestabilidad de toda América Latina", dijo Ortega ayer miércoles, en un discurso que pronunció en Estelí (norte).
"Las verdaderas amenazas para Colombia y la región son el narcotráfico y el terrorismo", advirtió Bermúdez, que envió y divulgó la nota tras asumir el cargo ante Uribe, en lugar de Fernando Aráujo, ex rehén de las FARC que dimitió ayer miércoles por razones desconocidas.
El canciller Bermúdez anticipó a su colega Santos que Colombia llevará este caso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) "por tratarse de situaciones que violan la letra y el espíritu de la Convención Interamericana contra el Terrorismo".
Las manifestaciones también violan las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el mismo asunto, añadió el nuevo titular colombiano de Exteriores, abogado que acompaña a Uribe desde la campaña que llevó al gobernante por primera vez a la Presidencia en 2002.
Bermúdez dijo que su país también "recurrirá a los mecanismos nacionales e internacionales, y a la cooperación policial y judicial en la lucha contra el terrorismo para impedir que se adelanten actividades ilícitas".
En la misma nota, el canciller consideró que llamar "hermanos" a los rebeldes de las FARC, como lo ha hecho Ortega, viola "el consenso internacional frente a la lucha contra el terrorismo".
"Resulta ofensivo para la nación colombiana que se otorgue ese tratamiento a los miembros de un grupo terrorista que comete crímenes de lesa humanidad, incluyendo el secuestro, el reclutamiento de menores, la utilización de minas antipersona y de armas no convencionales de efecto indiscriminado", enfatizó.
La nota es la segunda carta de protesta que Colombia envía a Nicaragua en los dos últimos meses.
En la primera, el ahora ex canciller Araújo rechazó el traslado de Quito a Managua, en un avión militar nicaragüense, de dos rebeldes de las FARC heridas en el bombardeo colombiano del pasado 1 de marzo a un campamento guerrillero ilegal en el norte ecuatoriano.
En la acción, murieron el segundo al mando de las FARC, alias "Raúl Reyes", y otros 25 insurgentes y civiles, entre estos cuatro universitarios mexicanos que se hallaban en la base rebelde junto a su compatriota Lucía Morett, quien sobrevivió a la incursión.
Las dos colombianas recibieron salvoconductos de Ecuador y viajaron a Managua el pasado 11 de mayo, con lo que, según Araújo, Nicaragua cometió un "acto inamistoso" e incurrió en un "flagrante abuso del principio de la buena fe" al pedirle a Colombia permiso para el sobrevuelo del avión militar que las transportó.
Sin embargo, Santos respondió posteriormente que la aeronave no sobrevoló Colombia y que la autorización solicitada era para un eventual aterrizaje de emergencia en el país andino.
Viernes, 18 de julio de 2008