Un estudiante saluda al primer ministro británico con la mano untada en pegamento para protestar contra el cambio climático cuando iba a recibir un premio.
Dan Glass, miembro de la plataforma ecologista "Plane Stupid", protagonizó ayer una original protesta pegándose literalmente al primer ministro británico Gordon Brown cuando éste iba a entregarle un premio.
Glass, estudiante de 24 años, se untó la mano con pegamento y la posó sobre el antebrazo del "premier" británico mientras le contaba los efectos negativos sobre el medio ambiente que provocaría la ampliación del aeropuerto de Heathrow.
Brown se tomó el incidente con humor y una sonrisa. Desde Downing Street se le ha restado cualquier importancia.
Miércoles, 23 de julio de 2008